Adversidad

EN UN MOMENTO dominado por temibles mujeres fatales, como las que poblaron el imaginario art¨ªstico entre fines del XIX y comienzos del XX, no hubo ninguna hero¨ªna tr¨¢gica tan veraz e intensa como la infeliz campesina morava, Jenufa, protagonista de un relato de la escritora Gabriela Preissov¨¢ (1862-1946), luego convertido en una de las ¨®peras m¨¢s c¨¦lebres de nuestra ¨¦poca por el compositor Leos Jan¨¢cek en (1854-1928). Cual la implacable rueda del molino industrial, emplazado en una aislada alquer¨ªa rural al pie de una monta?a, que preside el inicio jovial de esta ¨®pera, la acci¨®n va girando hasta exprimir el ¨²ltimo aliento vital de la desdichada Jenufa, que, sucesivamente, se ve despojada de su belleza al ser agredida por el resentido Laca, para, luego, ser abandonada por su d¨¦bil e inconstante amante Stewa, el cual, encima, la ha dejado embarazada. Pero a¨²n deber¨ªa soportar pruebas m¨¢s dif¨ªciles, porque su madrastra, Kostelnicka, atribulada por el deshonor, decide matar al reci¨¦n nacido a espaldas de la infortunada madre, con lo que sella el negro destino de Jenufa, que lo ha perdido todo antes de empezar a vivir. En realidad, esta v¨ªctima del amor lo ha perdido todo salvo su capacidad de amar, una salvedad que resultar¨¢ providencial, porque, al final de la ¨²ltima tr¨¢gica vuelta de la tuerca del infortunio, cuando, a punto de celebrarse una boda de conveniencia con su agresor Laca, la ceremonia es interrumpida al descubrirse el infanticidio de su madrastra, Jenufa obtiene la inesperada revelaci¨®n del amor verdadero. ?sta se produce al pretender la desdichada, dadas las circunstancias, liberar del compromiso matrimonial a Laca, el cual se niega, porque, regenerado, quiere compartir con ella cualquier sinsabor; m¨¢s, la invita a desafiar al mundo, porque "?qu¨¦ desesperaci¨®n podr¨¢ interponerse si nos tenemos el uno al otro como consuelo?".

Lo sorprendente y emocionante para m¨ª de Jenufa es este inesperado happy end, por el que la implacable rueda de molino de la vida transforma el dolor inexplicable en una luminosa esperanza, la que alumbra esa ganancia que s¨®lo puede surgir tras la prueba de la p¨¦rdida. La ¨²ltima aria de esta ¨®pera es casi un puro grito: el que le sale del alma a Jenufa al inesperadamente toparse con la generosidad del verdadero amor.

Estrenada sin pena ni gloria el 21 de enero de 1904 en Brno, capital de Moravia, Jenufa logr¨®, sin embargo, un ¨¦xito popular apote¨®sico al ser respuesta, en 1916, en Praga, siendo ¨¦ste el primer pelda?o del tard¨ªo reconocimiento de Leos Jan¨¢cek. Traducida al alem¨¢n por Max Brod, el amigo de Kafka, ¨¦ste le escribi¨® que ya el libreto era m¨²sica y que no hab¨ªa conocido un mejor anudamiento entre un texto y una partitura. ?C¨®mo no iba a ser as¨ª, si lo que all¨ª se celebra es el triunfo de la generosidad sobre lo adverso de la vida, el misterio del amor?