Democracia y Constituci¨®n
A un a?o del 25? aniversario de la Constituci¨®n, nuestra democracia no parece que goce de muy buena salud. ?Qu¨¦ est¨¢ ocurriendo?
Los datos facilitados por una encuesta realizada por el Instituto Idea a j¨®venes de entre 12 y 18 a?os de la Comunidad Aut¨®noma de Madrid (v¨¦ase EL PA?S del 19 de octubre) muestran s¨ªntomas preocupantes. S¨®lo el 32,9% de los j¨®venes cree insustituible la democracia, otro 30,3% dice que s¨®lo es v¨¢lida si sabe dar soluciones. Al resto le es indiferente democracia o no (28,1%) o cree que a veces es necesaria una dictadura (8,7%). Los encuestados tienen, asimismo, una escasa confianza tanto en el Parlamento (11,2%) como en los partidos pol¨ªticos (6,5%). Y dicen estar influidos por sus padres (85%), por los amigos (65%), la escuela (48,9%) y los medios (26,5%). Los principales responsables de sus opiniones ser¨ªan, pues, los padres, los amigos y, en menor medida, las escuelas y los medios. Si estos resultados pueden extrapolarse al resto del pa¨ªs, tal como afirman sus autores, lancemos un SOS para nuestra a¨²n joven democracia.
El 30,3% de los j¨®venes dice que la democracia s¨®lo es v¨¢lida si sabe dar soluciones
Ante las opiniones de estos adolescentes tan poco valorativas de la democracia hay que preguntarse: ?c¨®mo la estamos evaluando personas e instituciones? ?Qu¨¦ cultura pol¨ªtica transmitimos a los j¨®venes en casa, en las aulas, en los medios? ?Se ha efectuado un balance de los aciertos y desaciertos del periodo m¨¢s democr¨¢tico y participativo de la historia de este pa¨ªs (la mujer s¨®lo hab¨ªa podido votar entre 1933 y 1936) al conmemorar los 25 a?os de democracia? ?Se han evaluado los avances que hemos conseguido y se ha se?alado el a¨²n largo camino por andar?
Espa?a opt¨® al final de la dictadura franquista por una democracia avanzada. El modelo socioecon¨®mico tipo Estado de bienestar pactado se acu?¨® en la Constituci¨®n que cumplir¨¢ su 25? aniversario en el 2003. Algunos de sus principios b¨¢sicos definen este modelo de forma inequ¨ªvoca: 1) la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo pol¨ªtico han de presidir el ordenamiento jur¨ªdico; 2) los poderes p¨²blicos asegurar¨¢n la protecci¨®n social, econ¨®mica y jur¨ªdica de la familia; 3) la riqueza del pa¨ªs debe estar supeditada al inter¨¦s general; 4) los poderes p¨²blicos deben promover el progreso social y econ¨®mico, la distribuci¨®n de la renta m¨¢s equitativa y la plena ocupaci¨®n dentro de un marco de estabilidad econ¨®mica. Establece tambi¨¦n el compromiso de los poderes p¨²blicos con la educaci¨®n y la cultura, la dotaci¨®n de prestaciones sociales, el derecho de todos a la protecci¨®n de la salud y a una vivienda digna. Se opt¨® por un pa¨ªs en el que el progreso econ¨®mico y el bienestar social fueran de la mano.
Hemos tenido a?os de bonanza econ¨®mica y ayudas destacables de la UE para realizar este proyecto. Y, no sin dificultades, hemos avanzado. Pero debemos saber que si bien el ¨ªndice de desarrollo humano nos sit¨²a en un nada despreciable 21? lugar a escala mundial, nos coloca en un no deseable tercer puesto por la cola en la UE, y que las desigualdades han estado creciendo de nuevo en los ¨²ltimos a?os de gobierno del se?or Aznar.
?Pero c¨®mo vamos a tener un Estado de bienestar equiparable a la media europea si los ingresos de las administraciones p¨²blicas se sit¨²an cerca del 40% del PIB en Espa?a y del 47% en la UE; si nuestra fiscalidad es inferior y adem¨¢s menos progresiva que la media europea (los impuestos sobre la renta y el patrimonio representan el 10,5% del PIB en Espa?a y el 14,3% en la UE); si Espa?a dedica el 20% del PIB a la protecci¨®n social y la UE el 27,6%; si Espa?a dedica el 2,1% de los gastos en protecci¨®n social a las ayudas familiares y la UE el 8,5%; si adem¨¢s mantenemos una tasa de paro significativamente m¨¢s alta que la media europea, y si tener una vivienda digna constituye una pesadilla para la mayor¨ªa de los ciudadanos, especialmente para los j¨®venes?
No obstante, seg¨²n recientes encuestas del Centro de Investigacio-nes Sociol¨®gicas (CIS), el 66,3% de
los espa?oles considera que paga muchos impuestos, el 25% cree que en Espa?a se pagan m¨¢s impuestos que en el resto de Europa y el 41% dice que no sabe o que no puede comparar los impuestos de Espa?a y de la UE. El 44,4% cree que no deben incrementarse los impuestos para aumentar los gastos en sanidad, educaci¨®n, carreteras; es decir, en bienestar econ¨®mico y social. ?Por qu¨¦? Quiz¨¢ porque los ciudadanos perciben que nuestro sistema impositivo no es justo (74%), que existe mucho o bastante fraude fiscal (79,6%), que el Gobierno no administra bien los impuestos (s¨®lo el 27,7% dice que s¨ª). Por desinformaci¨®n. Por el individualismo generado por la propagaci¨®n de las propuestas neoliberales aupadas por el Gobierno. En suma, estos datos traslucen una escasa confianza de demasiados ciudadanos (padres muchos de ellos) en nuestras instituciones.
?Cu¨¢l es la difusi¨®n y el cumplimiento de la Carta Magna? Incluso la mayor¨ªa de los hijos de nuestra democracia la desconocen. En la mayor parte de los centros escolares, y de acuerdo con la ense?anza reglada, el estudio de la Constituci¨®n forma parte de aquella ¨²ltima parte de los programas dif¨ªcil de incluir en el tempo lectivo, con lo que se le dedica el mismo tiempo o quiz¨¢ menos que a la Constituci¨®n de 1837. ?C¨®mo vamos a evaluar, a cumplir, a exigir que esta sociedad cumpla la Constituci¨®n si la desconocemos?
?C¨®mo van a percibir los j¨®venes que estamos viviendo en un mundo feliz, que los valores propios de una democracia avanzada son nuestro punto de referencia, que la democracia que tenemos ahora es mejorable, pero que la democracia es insustituible? Y a¨²n m¨¢s, ?c¨®mo van a transmitir nuestros j¨®venes los valores democr¨¢ticos que definen nuestra identidad a sus compa?eros reci¨¦n incorporados al pa¨ªs, si los desconocen? ?Hay que lanzar un SOS por la democracia?
Carme Massana es profesora de Pol¨ªtica Econ¨®mica de la UB.
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