Gaud¨ª y el mar

Una piedra procedente de la escollera del puerto, ahora en obras de ampliaci¨®n, ha quedado varada en la plaza del Mar de la Barceloneta, al borde de la playa de Sant Sebasti¨¤. Tiene pedestal y una placa conmemorativa. Rompe un poco la vista del horizonte marino, como una premonici¨®n a peque?a escala de lo que ser¨¢ el gran hotel en forma de vela de Bofill que en los pr¨®ximos a?os se alzar¨¢ al final de la nueva bocana. No es un monumento conmemorativo a la vieja escollera que durante a?os ha sido uno de los paseos m¨¢s bellos que puede hacerse en Barcelona. No. Es un monumento a Gaud¨ª.

La idea fue de los responsables del A?o Gaud¨ª y la acogi¨® con entusiasmo el Puerto de Barcelona. Resulta que, al parecer, durante a?os Antoni Gaud¨ª ten¨ªa la costumbre de pasear los domingos por la escollera a la salida de misa de la catedral. Es un dato recogido en las memorias de Antoni Berg¨®s y recordado ayer por Daniel Giralt-Miracle, comisario del A?o Gaud¨ª, que cit¨® varias frases atribuidas a Gaud¨ª y recogidas por sus disc¨ªpulos relacionadas con el mar. En ellas Gaud¨ª reafirmaba su reivindicaci¨®n del Mediterr¨¢neo -"los habitantes de los pa¨ªses que ba?a el Mediterr¨¢neo sentimos la belleza con m¨¢s intensidad que los de los pa¨ªses n¨®rdicos"- y del mar en s¨ª mismo -"el mar es el gran camino que une a los pueblos"-. En la placa conmemorativa del monolito hay otra frase suya: "La visi¨® del Mediterrani constitueix per a mi una necesitat". Es un sentimiento bastante generalizado, pero estamos en el A?o Gaud¨ª y toda excusa es buena para rendirle homenaje.

Ayer, por ejemplo, en la inauguraci¨®n del monolito, hubo una amplia presencia de autoridades, desde el presidente del Puerto de Barcelona, Joaquim Tosas, al consejero de Cultura, Jordi Vilajoana, pasando por tres concejales del Ayuntamiento de Barcelona: Pere Portabella, Maravillas Rojo y Katy Carreras. De todas formas, fue un acto casi ¨ªntimo. Escuchando a los oradores habr¨ªa unas veinte personas, vecinos curiosos incluidos.

Despu¨¦s, la piedra de la escollera, procedente de la cantera de Montju?c, se qued¨® all¨ª, varada. Seg¨²n parece, es una ubicaci¨®n provisional, a la espera de que acabe la urbanizaci¨®n de la nueva bocana. Toda la zona est¨¢ en obras. La plaza de delante del Club Nataci¨®n Barceloneta y el viejo edificio del Instituto de Ciencias del Mar ya han sucumbido a las excavadoras y en breve se construir¨¢ all¨ª un aparcamiento subterr¨¢neo. El monolito contemplar¨¢ la transformaci¨®n en primer¨ªsima l¨ªnea.