La ¨²ltima separaci¨®n

Los 852 socios de Deloitte Consulting en el mundo ultiman estos d¨ªas el proceso de separaci¨®n de sus colegas auditores. Despu¨¦s de barajar distintas f¨®rmulas, la nueva empresa ha decidido mantenerse como una firma privada en manos de los socios, que tendr¨¢n que pagar por su independencia. Si se cumplen los plazos, a partir del pr¨®ximo 20 de enero ser¨¢n una nueva empresa: Braxton.

Fuentes del sector aseguran que los consultores pagar¨¢n unos 3.465 millones de d¨®lares por recuperar su independencia

Los consultores de Deloitte han sido los ¨²ltimos de las cuatro grandes firmas mundiales de servicios profesionales en decidir c¨®mo dec¨ªan adi¨®s a sus colegas auditores. Y han optado por una f¨®rmula diferente a la de sus competidores y que se parece mucho a la tradicional para las grandes auditoras: "Vamos a ser la ¨²nica compa?¨ªa privada en manos de los socios globales", explica Grant Greatrex, m¨¢ximo responsable de Deloitte Consulting en Espa?a y Portugal.

Eso significa que no buscan una empresa que sustituya a su actual red internacional -Deloitte & Touche Tohmatsu- y que ser¨¢n los socios de la firma en todo el mundo los que financien ¨ªntegramente la operaci¨®n. Greatrex, que forma parte de uno de los 17 comit¨¦s que desde hace casi un a?o trabaja en los detalles econ¨®micos de la operaci¨®n, no quiere precisar el valor de ¨¦sta. Fuentes del sector estiman que la cifra final ser¨¢ el resultado de multiplicar 1,1 veces la facturaci¨®n de la divisi¨®n de consultor¨ªa en 2002. Ese ejercicio se cerr¨® en mayo con unas ventas de 3.150 millones de d¨®lares (3.191,48 millones de euros), por lo que la operaci¨®n ascender¨ªa seg¨²n ese c¨¢lculo a 3.465 millones de d¨®lares. El ratio empleado superar¨ªa la cantidad que pag¨® Cap Gemini por hacerse con la divisi¨®n de consultor¨ªa de Ernst & Young, otra de las grandes auditoras, hace un par de a?os (2,1 veces), antes de que el sector empezara a resentirse de la crisis. E incluso de la que ha abonado IBM por el negocio de consultor¨ªa de PricewaterhouseCoopers este verano (0,8 veces la facturaci¨®n).

Los socios de consultor¨ªa de la firma, que aportan cantidades diferentes en funci¨®n de las units -medida de su participaci¨®n en la sociedad- buscan ahora financiaci¨®n para cerrar la compra. Lo har¨¢n a trav¨¦s de cr¨¦ditos bancarios y en funci¨®n de su participaci¨®n en la firma. El proceso, que est¨¢ en su recta final, est¨¢ siendo supervisado por la comisi¨®n del mercado de valores estadounidense (SEC).

Deloitte Consulting, que tiene 15.000 empleados en todo el mundoy est¨¢ presente en 34 pa¨ªses aunque m¨¢s de la mitad de su negocio est¨¢ en Estados Unidos, era una firma separada de los auditores desde 1996, contaba con sus propios socios, estructura financiera y una direcci¨®n diferenciada. Pero compart¨ªa con ellos la red internacional y, en algunos casos, los auditores eran accionistas de algunas de las filiales de consultor¨ªa.

En febrero ambos decidieron romper del todo de una forma "amistosa", en palabra de Greatrex, y al hilo del esc¨¢ndalo Enron que acab¨® con Andersen, otra de las grandes auditoras, y puso sobre la mesa el conflicto de inter¨¦s que viven estas firmas por suministrar a sus clientes de auditor¨ªa grandes y caros servicios de consultor¨ªa. Deloitte ha sido, de las cuatro grandes auditoras supervivientes, la ¨²ltima en definir como ser¨ªa esa ruptura. Y ha barajado todas las f¨®rmulas, desde la posibilidad de mantener la divisi¨®n de consultor¨ªa dentro de la red internacional pero vet¨¢ndole el acceso a los clientes auditados, la salida a bolsa o la b¨²squeda de un comprador externo pasando por la venta a los socios de consultor¨ªa.

Al final se ha impuesto esta ¨²ltima f¨®rmula, decidida el pasado verano en una reuni¨®n mundial de directivos en San Francisco (Estados Unidos) y que debe materializarse a finales de enero, con el cambio de nombre. El coste de esa transformaci¨®n ser¨¢ de 100 millones de d¨®lares s¨®lo en publicidad.

La futura Braxton renuncia al modelo de franquicias, por lo que todos los socios de las filiales nacionales, ser¨¢n a su vez socios de la firma mundial, compartir¨¢n costes y beneficios. En esto tambi¨¦n se diferencia de los consultores de las otras grandes firmas. Parte de los KPMG -hoy BearingPoint- y los ex Andersen -hoy Accenture- optaron por la salida a bolsa y PricewaterhouseCoopers y Ernst& Young por integrarse en una gran compa?¨ªa tecnol¨®gica.

"Vamos a evitar la presi¨®n de los analistas que supone estar en bolsa", asegura Greatrex, quien reconoce que la salida a bolsa no ha sido una opci¨®n por la situaci¨®n de los mercados. La contrapartida es que la nueva firma puede nacer exhausta en un sector, el de las grandes implantaciones tecnol¨®gicas, que cada vez exige m¨¢s de las consultoras acometer grandes inversiones. Basta con echar un vistazo a los resultados de los ¨²ltimos a?os. Los consultores de Deloitte facturaron en 2002 un 9,8% menos que el a?o anterior. Ahora deber¨¢n arrastrar durante alg¨²n tiempo el coste de su separaci¨®n.