Periodistas
Uno no siempre opina lo que piensa. El columnista echa mano de la sinceridad cuando sabe que va a tener un p¨²blico que le respalde. Hay radicalismos f¨¢ciles porque tienen p¨²blico y otros dif¨ªciles porque son impopulares. Y el columnista, como el pol¨ªtico, el aspirante a alcalde, o el artista, es humano y sabe elegir entre el abanico de temas que la actualidad le ofrece, aquel que le dejar¨¢ mejor de cara a su clientela. Nadie quiere correr el menor peligro de ser impopular. Pocos queremos decir, por ejemplo, que la televisi¨®n que se nos ofrece hoy es una mierda por el riesgo a que se nos considere puritanos, rancios, aguafiestas, aunque todos sepamos que es una mierda. As¨ª, el columnista suele disfrazar esta afirmaci¨®n diciendo c¨ªnicamente que tenemos la tele que nos merecemos, que la tele ofrece lo que se demanda, y que hay un bot¨®n para apagarla. Aunque uno tendr¨ªa cosas que opinar, sobre todo de la radiotelevisi¨®n p¨²blica, de la incapacidad general para, despu¨¦s de 25 a?os, haber creado un medio digno e independiente del poder en el que los profesionales no se agarren al sill¨®n cada vez que hay elecciones, es mejor optar por callarse, porque es un debate muerto que s¨®lo se reaviva absurdamente cada vez que el presidente, en este caso, Aznar, decide hacer uso de la tele para dar una charla. Pero este asunto se puede ver desde otra perspectiva. Empec¨¦ a trabajar en la radio p¨²blica en el a?o 81. En ese momento, con el intento de golpe de Estado sobre nuestras cabezas, muchos j¨®venes ten¨ªamos el deseo furioso de ser periodistas, y los medios p¨²blicos supieron hacerse eco de esa energ¨ªa. Ser periodista parec¨ªa una profesi¨®n con futuro. Pero ahora, uno se pregunta si debe animar a un joven a meterse en esto. Porque realmente lo que le espera a la mayor¨ªa de los aspirantes a periodistas es un panorama incierto de cotilleos, tertulias, sueldos basura y serias dificultades para tener una voz propia, ya que la ¨²nica voz posible es la de las estrellas. En muchas ocasiones, el veneno del periodismo era algo que se heredaba de padres a hijos. Conozco a muchos periodistas que est¨¢n rompiendo la tradici¨®n aconsejando a sus v¨¢stagos que se dediquen a una cosa m¨¢s seria.
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