De vuelta al orden
Es curioso lo dif¨ªcil que resulta todav¨ªa escribir sobre Derain. El problema que tenemos con ¨¦l es el de haber pasado a la historia como pionero de la vanguardia y, a la vez, como uno de los primeros en abjurar de ella. Y, encima, el de haber sido denostado por Picasso, su antiguo amigo, por haberle estrechado la mano al nazi Arno Breker, a quien visit¨® en 1941, junto a otros, con la intenci¨®n de mediar en favor de artistas prisioneros o deportados.
Realmente, su trayectoria tuvo algo de raro, y esta (magn¨ªfica) exposici¨®n no hace sino confirmarlo. Primero fue fauve con Vlaminck y c¨®mplice de Matisse. Enseguida, protocubista (dijo Apollinaire: "El cubismo naci¨® a partir de un movimiento liberado por Derain"). No mucho m¨¢s tarde, declarado anticubista ("el cubismo es algo totalmente idiota", 1917). Entretanto, redescubridor (tras Gauguin) del primitivismo: del arte negro, en concreto, que pronto comenzaron a coleccionar tambi¨¦n sus amigos Vlaminck, Braque y Picasso, adem¨¢s de Apollinaire.
ANDR? DERAIN
IVAM Centre Julio Gonz¨¢lez Guillem de Castro, 118 Valencia. Hasta el 23 de febrero de 2003
Derain fue celebrado por Cocteau como el maestro del retour ¨¤ l'ordre. ?A qu¨¦ orden volv¨ªa? (pero ?cu¨¢ndo lo hubo?). Se ha hablado al respecto de un realismo m¨¢gico, pero eso s¨®lo es verdad en parte. Tampoco se trataba de simple neoclasicismo. De alg¨²n modo, lo que persegu¨ªa era la pintura pura, pero ni ¨¦l ni nadie ha sabido nunca -ni sabr¨¢- en qu¨¦ podr¨ªa consistir tal cosa. Por otro lado, sus esculturas en piedra, que en su momento pudieron influir en Brancusi (Les jumeaux, Figure accroupie, 1906-1907), retienen bastante de aquella inmediatez que admiraba en el mundo de la pl¨¢stica primitiva.
No puede decirse lo mismo, en cuanto a repercusi¨®n en la tradici¨®n de la escultura, de sus bronces de 1938-1950, cabezas y bustos enigm¨¢ticos y cuyo seductor primitivismo o militante arca¨ªsmo, siempre refinado, se encontraba ya al margen del tiempo hist¨®rico real. ?se ha sido siempre el desaf¨ªo de Derain: entender el arte desde la posici¨®n del hist¨®ricamente desubicado. Duchamp dijo de ¨¦l que era "al¨¦rgico a la teor¨ªa": mucho m¨¢s lo fue a la historia (como el propio Duchamp, sin ir m¨¢s lejos).
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