El Ej¨¦rcito de Israel se retira del centro de Bel¨¦n para que se celebre la Navidad
El patriarca latino de Jerusal¨¦n invita a los israel¨ªes a cambiar de l¨ªderes en las elecciones
Bajo el discreto peso de la ocupaci¨®n militar israel¨ª y sin la presencia de Yasir Arafat, presidente de la Autoridad Palestina, Bel¨¦n celebr¨® la Navidad. M¨¢s de un mes despu¨¦s de su llegada, los carros de combate y las tropas israel¨ªes se retiraron del centro de la ciudad, por la que patrullan desde el d¨ªa de Nochebuena las fuerzas de seguridad palestinas, aunque sin armas ni uniformes. El patriarca latino de Jerusal¨¦n, Michel Sabah, en la homil¨ªa de la misa de Nochebuena, invit¨® a los israel¨ªes a cambiar de l¨ªderes en las elecciones del 28 de enero: "Ten¨¦is la llave para poner fin al conflicto", dijo.
Sabah ya hab¨ªa sugerido esta semana la necesidad de un "cambio de l¨ªderes (...) sin son incapaces de traer la paz", una frase que se refiere al primer ministro israel¨ª Ariel Sharon y tambi¨¦n al presidente palestino, Yasir Arafat. En la homil¨ªa de la misa del Gallo, de alto contenido pol¨ªtico, el m¨¢ximo representante de la Iglesia en la zona llam¨® al Gobierno de Israel a poner fin a la ocupaci¨®n de Bel¨¦n, y de las dem¨¢s ciudades palestinas.
Antes de comenzar los actos de Nochenbuena, las tropas israel¨ªes se replegaron del centro de Bel¨¦n de manera discreta. Fue el resultado de una serie de negociaciones en las que participaron altos mandos del Ej¨¦rcito, representantes palestinos y portavoces de las comunidades religiosas cristianas.
Los soldados y los blindados estaban desplegados en toda la ciudad desde el 21 de noviembre, cuando un radical oriundo de Bel¨¦n caus¨® 11 muertos y m¨¢s de 50 heridos al suicidarse con una bomba en el interior de un autob¨²s en Jerusal¨¦n. El mando militar israel¨ª, de acuerdo con las instrucciones y consejos de los servicios de inteligencia, retir¨® las fuerzas a lugares discretos, especialmente a los barrios perif¨¦ricos cristianos de Beit Sahur y Beit Jala, pero decidi¨® mantener patrullas de veh¨ªculos blindados por todas las calles, dispuestas a intervenir "a la menor se?al de alarma", seg¨²n anunci¨® un portavoz del Ej¨¦rcito. En virtud del pacto, la vigilancia directa de la poblaci¨®n y de la circulaci¨®n fue asumida por primera vez en muchos meses por las fuerzas de seguridad palestinas, a las que el Gobierno ha permitido actuar, aunque sin uniforme y armas.
Arafat es musulm¨¢n
El Gobierno israel¨ª se neg¨® sin embargo a abrir cualquier negociaci¨®n con respecto a Yasir Arafat, a quien deneg¨® el permiso a trasladarse desde Ramala a Bel¨¦n para asistir a la tradicional misa de Nochebuena, junto con los miembros de su gabinete y los representantes diplom¨¢ticos occidentales asentados en Jerusal¨¦n Este. ?ste es el segundo a?o que los israel¨ªes proh¨ªben a Arafat desplazarse a Bel¨¦n en Nochebuena, a pesar de las presiones internacionales y de las recomendaciones de los sectores m¨¢s liberales. Los portavoces del Ejecutivo de Ariel Sharon justifican su negativa con dos argumentos: el primero, que Arafat es musulm¨¢n, y el segundo, que la celebraci¨®n religiosa de Bel¨¦n es un acto "a favor de la paz" al que es absurdo que asista alguien que "no ha hecho nada por frenar el terrorismo".
Las fiestas religiosas de Bel¨¦n se iniciaron al mediod¨ªa del 24, cuando el patriarca latino de Jerusal¨¦n, Michel Sabah, siguiendo una tradici¨®n que se remonta al periodo otomano, se traslad¨® en procesi¨®n desde la puerta de Jaffa, en la ciudad antigua de Jerusal¨¦n, hasta Bel¨¦n, acompa?ado por decenas de fieles cristianos. El patriarca hizo el trayecto en coche blindado, custodiado por soldados a caballo del Ej¨¦rcito israel¨ª. En las puertas de Bel¨¦n, en la Tumba de Raquel, frente a la mirada impasible de los soldados israel¨ªes, tomaron su relevo los palestinos, que acompa?aron al sacerdote hasta la Bas¨ªlica de la Natividad.
Al s¨¦quito se sumaron ni?os disfrazados de Pap¨¢ Noel, activistas blandiendo pancartas en las que se ped¨ªa el fin de la ocupaci¨®n y el terrorismo, un grupo reducido de pacifistas internacionales y, sobre todo, curiosos. Juntos desafiaron el miedo y la incertidumbre, mientras una fina y fr¨ªa lluvia ca¨ªa sobre ellos sin cesar.
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