?Qui¨¦n jubila al abuelo?

"El f¨²tbol no se juega s¨®lo con los pies. Es una cuesti¨®n de pensar y, sobre todo, de pensar r¨¢pido". Agarrado a esta premisa, Donato Gama da Silva cumple hoy 40 a?os y entra as¨ª en el selecto club de los grandes campeones que se mantuvieron en la ¨¦lite superando los cuatro decenios de edad: Alfredo Di St¨¦fano, el ingl¨¦s sir Stanley Matthews, el argentino Angel Labruna, el italiano Dino Zoff y el camerun¨¦s Roger Milla, entre otros.

Y, sin embargo, antes de ser futbolista, Donato vendi¨® paraguas en las calles de R¨ªo de Janeiro, ejerci¨® de chico de los recados y fue cerrajero durante tres a?os. De ah¨ª que haya encontrado la llave para estirar su carrera todo lo posible sin arrastrarse por los campos espa?oles ni europeos. ?El secreto? "La vida normal", dice Donato, y se refiere a su devoci¨®n por la familia, la religiosidad, el estoicismo ante los vaivenes de la vida y, por supuesto, el orgullo por que nadie lo retire antes de hora. "Me ir¨¦ cuando los j¨®venes demuestren que son mejores que yo", advierte.

Miembro de los Atletas de Cristo -un grupo de deportistas brasile?os a los que une la fe evangelista-, Donato se re¨²ne con sus compa?eros del Deportivo C¨¦sar y Valer¨®n para leer la Biblia y cantar. Se apoya en su mujer, Cassia, cuando el ¨¢nimo decae, mientras que sus dos hijas, Vanessa, de 17 a?os, y Tassia, de 15, se desentienden del f¨²tbol todo lo que pueden.

Debut¨® en el Am¨¦rica de R¨ªo de Janeiro, se labr¨® cierta fama en el vecino Vasco da Gama y, casi por casualidad, fich¨® por el Atl¨¦tico de Madrid, en 1988. Particip¨® en un Trofeo Carranza frente al Atl¨¦tico, que pretend¨ªa a otro jugador brasile?o, pero el Vasco s¨®lo quiso vender a Donato, que actuar¨ªa cinco temporadas en el Manzanares, ganar¨ªa dos Copas del Rey y soportar¨ªa los peores exabruptos de Jes¨²s Gil.

Gil crey¨® soltar lastre cuando Donato se march¨® al Depor, en 1992. Ten¨ªa 30 a?os y firm¨® un contrato por cuatro campa?as. Ese a?o, el Depor perdi¨® la Liga en el ¨²ltimo minuto y Donato form¨® un inolvidable centro del campo con Mauro Silva.

Gan¨® otra Copa, se nacionaliz¨® espa?ol y marc¨® el gol que le dio al Deportivo la primera Liga de su historia, en 2000. Pero antes, con 31 a?os, Javier Clemente lo hab¨ªa convocado para la selecci¨®n espa?ola, donde fue 12 veces internacional. "Lo que m¨¢s me enorgullece de mi carrera es la Liga ganada y la selecci¨®n", dice Donato, que siempre esper¨® una llamada de Brasil que nunca lleg¨®. Clemente, que no le valor¨® demasiado en el Atl¨¦tico, premi¨® como seleccionador su capacidad para jugar de centrocampista y de libero, y su pegada a bal¨®n parado, favorecida por las reducidas dimensiones de sus pies: gasta tan s¨®lo un 40.

Nunca le falt¨® el reconocimiento popular, tanto en el Atl¨¦tico como en el Depor. Las pancartas llenan Riazor cada vez que se acerca su renovaci¨®n. Y entonces Donato, tras su aparente mansedumbre, saca un negociador implacable que se las ha tenido tiesas con el presidente Lendoiro por cuestiones econ¨®micas.

No quiere ni o¨ªr hablar de su retirada. En eso se parece a Stanley Matthews (1915-2000), que, cada vez que le¨ªa que estaba acabado, desgarraba furioso el peri¨®dico en cuesti¨®n. El veloz Matthews fue profesional hasta sus 50 a?os y cinco d¨ªas, desde los 19 hasta los 42 actu¨® con Inglaterra y nunca fue amonestado. Un a?o menos, hasta los 49, jug¨® Labruna, el Eterno (1918-1983), en La M¨¢quina de River Plate, donde permaneci¨® 28 cursos entre los mejores. Ah¨ª residi¨® el delantero camerun¨¦s Roger Milla, que marc¨® en un Mundial, el de EE UU 94, con 42 a?os y nueve d¨ªas. Otro mito, el portero Zoff, gan¨® el Mundial de Espa?a 82 con 40 a?os. Se retir¨® con 41. En la Liga espa?ola, destaca Alfredo Di St¨¦fano que se retir¨® con 40 a?os en el Espanyol en 1965, campa?a en la que jug¨® 24 partidos y marc¨® 7 goles. Se le acerca el legendario extremo zurdo Piru Gainza (1922-1995), que pas¨® 20 temporadas en el Athletic y colg¨® las botas a sus 37 a?os.

A buen seguro que todos ellos firmar¨ªan las sabias palabras de Donato: "Al f¨²tbol, m¨¢s que con los pies, se juega con la cabeza".