?Cu¨¢l era la pregunta?
"Si la naturaleza es la respuesta, ?cu¨¢l era la pregunta?", ha escrito Jorge Wagensberg en el t¨ªtulo de su ¨²ltimo libro donde con tanta lucidez recopila otros 500 pensamientos sobre la incertidumbre, de lectura muy recomendable, especialmente en estos d¨ªas propicios a la reflexi¨®n de fin de a?o. Sus p¨¢ginas son una buena gu¨ªa para intentar la apasionante escalada que, a partir de las respuestas dadas por el Gobierno, pudiera conducirnos a la formulaci¨®n de cu¨¢les eran las preguntas que ven¨ªa haci¨¦ndose la opini¨®n p¨²blica. El manejo de la crisis del Prestige y de las mareas negras subsiguientes con resultado de chapapote por parte de La Moncloa y de sus visires ofrece en este campo un ejemplo excepcional.
Primero fueron las graves decisiones en torno a la deriva del Prestige adoptadas sin las m¨ªnimas dosis exigibles de asesoramiento y profesionalidad, pese a la experiencia disponible a partir de los antecedentes conocidos, que est¨¢ debidamente evaluada y protocolizada. Entonces, como nadie sab¨ªa justificar por qu¨¦ el buque no hab¨ªa sido llevado all¨ª donde se hubiera podido trasvasar su carga sin mayores da?os, Rajoy y Aznar se aferraron a la insistencia de que todos protestaban pero ning¨²n puerto hab¨ªa reclamado el petrolero para darle refugio en sus muelles. Nueva trampa dial¨¦ctica repetida con prop¨®sitos pedag¨®gicos bajo el intento de centrifugar unas responsabilidades por completo intransferibles. Porque tampoco consta en esa l¨ªnea argumental que los ayuntamientos compitan ardorosamente por acoger establecimientos penitenciarios en sus t¨¦rminos municipales, ni que se sepa ha sido indescriptible el entusiasmo de El Cabril por el raro privilegio que le fue acordado en su d¨ªa para que sirviera de sede al cementerio de residuos nucleares.
Porque, ?amigos del PP!, vayamos a la cuesti¨®n. Gobernar es decidir y entre esas decisiones ineludibles figuran tambi¨¦n las de fijar, por ejemplo, d¨®nde han de situarse algunas instalaciones que resultan tan indeseadas en cada uno de los lugares donde podr¨ªan considerarse adecuadas como necesarias e inaplazables son para el conjunto de la comunidad. Otra cosa es que a encubrir la ineptitud, que enseguida se hizo visible, acudieran presurosos los medios de comunicaci¨®n p¨²blicos -RTVE, TVG, Efe-, degradados en esta ocasi¨®n estelar del chapapote hasta extremos infamantes, como servicio dom¨¦stico del Gobierno y de la Xunta de aire lacayuno. Su tarea de emergencia consisti¨® en establecer otras barreras para evitar que trascendiera el conocimiento p¨²blico de la realidad observable, es decir, multiplicar los esfuerzos en la negaci¨®n de la evidencia y aplicarse a engrandecer la antolog¨ªa del elogio en los medios de comunicaci¨®n espa?oles mediante publirreportajes como el de Efe ofrecido por TVE.
El inventario de triqui?uelas instrumentales empleadas por el t¨¢ndem Rajoy-Aznar ha incluido con profusi¨®n el recurso al eufemismo, que en este caso les llev¨® por la peligrosa senda de la renuncia al c¨¢lculo integral, la misma que indujo a Zen¨®n a plantear esa apor¨ªa tan vistosa seg¨²n la cual y contra toda evidencia jam¨¢s Aquiles, el de los pies ligeros, podr¨ªa dar alcance a la tortuga. A los efectos del Prestige el truco consist¨ªa en inclinarse por la opci¨®n de descomponer la expresi¨®n marea negra, siempre amenazante, en una mera acumulaci¨®n de peque?as manchas, las cuales parecen susceptibles de ir disminuyendo de tama?o, una vez sometidas a un constante proceso dial¨¦ctico de sucesiva fragmentaci¨®n por el cual, al menos mentalmente, tender¨ªan a convertirse en infinitesimales, es decir, en irrelevantes, despreciables, inocuas, pura cantit¨¦ negligeable inadvertida para la inmensidad del oc¨¦ano.
Ahora el esfuerzo fundamental del Gobierno est¨¢ enfocado en el m¨¦todo de la pedagog¨ªa infantil para cambiar de conversaci¨®n. O sea que si la naturaleza, la realidad del desastre del Prestige es la respuesta, se trata de difuminar las preguntas que se hace la opini¨®n p¨²blica y nada mejor que lanzar de modo unilateral la propuesta del cumplimiento ¨ªntegro de las penas impuestas a los terroristas y promover la obsesi¨®n por la guerra de Irak, sin atender a los atajos inaceptables propuestos por Bush en su cruzada contra Al Qaeda. Continuar¨¢.
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