La Comisi¨®n alerta a Alemania por haber superado el l¨ªmite del 60% de deuda p¨²blica
Bruselas sostiene que Berl¨ªn y Par¨ªs se arriesgan a incumplir el Pacto de Estabilidad en 2003
Flexible pero exigente. ?sa ser¨¢ la actitud de la Comisi¨®n Europea ante los pa¨ªses que, en pleno frenazo econ¨®mico, tienen graves problemas para cumplir las duras reglas del Pacto de Estabilidad: lograr el equilibrio presupuestario y que su d¨¦ficit p¨²blico no supere el 3% del PIB. El Ejecutivo comunitario lanzar¨¢ hoy sus primeras andanadas contra Alemania, Francia e Italia (los tres suponen el 72% del PIB de la eurozona). Bruselas cree que los dos primeros corren el riesgo de superar este a?o ese 3% del d¨¦ficit, m¨¢xime cuando Berl¨ªn, que ya lo super¨® en 2002, ha sobrepasado tambi¨¦n el tope del 60% de deuda p¨²blica.
El an¨¢lisis que hace la Comisi¨®n sobre los citados programas de estabilidad presentados por esos pa¨ªses a Bruselas (en las pr¨®ximas semanas har¨¢ lo propio con otros, como Espa?a) resulta desalentador. El caso de la locomotora alemana es el peor. Berl¨ªn no s¨®lo reconoce que en 2002 incumpli¨® su promesa de mantener el d¨¦ficit p¨²blico por debajo del 3% (ser¨¢ al menos del 3,75%), sino que para este a?o prev¨¦ rebajarlo al 2,75% pero con un crecimiento del 1,5%, cuando algunos institutos alemanes creen que Alemania crecer¨¢ como mucho un 0,6% y tendr¨¢ que aumentar el gasto porque el desempleo se situar¨¢ entre los 4,2 y los 4,5 millones de parados.
La Comisi¨®n enumera, por este orden, los motivos por los que Berl¨ªn sufre mayores desviaciones que otros: el d¨¦bil crecimiento provoca menos ingresos, los gastos sanitarios han aumentado demasiado, los efectos de las rebajas fiscales en 2001 y 2002 han sido superiores a los previstos y los ingresos por IVA han sido m¨¢s bajos por la menor demanda interna y el escaso ¨¦xito de la batalla contra el fraude.
Meta dif¨ªcil
Tales desviaciones se han agravado m¨¢s por el hecho de que Alemania reconoce que, por primera vez, su deuda p¨²blica super¨® el a?o pasado el l¨ªmite del 60% del PIB fijado en el Tratado de la UE (60,9% en 2002 y un 61,5% previsto para este a?o), lo que, unido al incremento del gasto en pensiones por el envejecimiento de la poblaci¨®n, har¨¢ dif¨ªcil la reducci¨®n del d¨¦ficit en m¨¢s de un 0,5% anual del PIB como asegura el Gobierno de Schr?der.
Bruselas asegura que la econom¨ªa alemana es demasiado vulnerable a las influencias exteriores y que necesita de inmediato acometer las siempre atrasadas reformas estructurales, y no s¨®lo las laborales, sino tambi¨¦n las relativas a su sistema de seguridad social.
Pero al menos Alemania reafirma en su programa de estabilidad su compromiso de reducir el d¨¦ficit y lograr el equilibrio presupuestario en 2006, con un retraso de dos a?os admitido de facto por Bruselas. Francia ni siquiera adquiere ese compromiso, cuando su d¨¦ficit, en contra de lo ocurrido en Alemania, ha sido favorecido por el propio Gobierno de Par¨ªs al aumentar sus gastos en Defensa e Interior y planificar m¨¢s rebajas fiscales.
S¨®lo dos meses despu¨¦s de que la Comisi¨®n haya propuesto lanzar el primer aviso o alerta contra Francia por su desequilibrio presupuestario (2,8% de d¨¦ficit en 2002), el programa de estabilidad franc¨¦s prev¨¦ rebajar este a?o ese porcentaje a s¨®lo el 2,6%, y siempre que crezca el 2,5%, una cifra demasiado optimista a ojos de Bruselas, que ve claros riesgos de que se supere el sagrado techo del 3%. Incluso creciendo al 2,5% anual hasta 2006, Par¨ªs tampoco prev¨¦ lograr el equilibrio presupuestario en ese a?o, cuando quedar¨ªa en el 1%. Incluso creciendo a un ritmo anual del 3%, Francia dice que llegar¨ªa a 2006 con un d¨¦ficit del 0,5%.
El planteamiento franc¨¦s resulta inadmisible para la Comisi¨®n, que acusa al Gobierno de Jean-Pierre Raffarin de ser poco ambicioso, de presentar un programa de estabilidad que no se corresponde con los principios del pacto y de no querer hacer sus deberes este a?o y el que viene. Por si fuera poco, tambi¨¦n la deuda francesa va en aumento y se aproxima peligrosamente al l¨ªmite del 60% (del 57,3% en 2001 al 59,1% previsto para este a?o). Por todo ello, Bruselas presiona a Par¨ªs para que detenga el deterioro de sus finanzas p¨²blicas y pide que al menos modifique cuanto antes su sistema sanitario y de pensiones para reducir gastos.
Si Francia elude sus compromisos y Alemania al menos lo intenta, el caso de Italia arroja elementos para la intriga, porque simple y llanamente la Comisi¨®n no acaba de creerse su programa de estabilidad. Con un d¨¦ficit del 2,1% el a?o pasado, el Gobierno de Silvio Berlusconi anuncia que rebajar¨¢ ese porcentaje al 1,5% este a?o y que en 2004 alcanzar¨¢ el equilibrio presupuestario. El problema es que no dice c¨®mo lo har¨¢ y, por eso, la Comisi¨®n le exige que en marzo le remita datos concretos sobre sus planes. M¨¢xime cuando Bruselas prev¨¦ que en 2004 el d¨¦ficit italiano ser¨¢ del 2,9%, a la vez que pone de relieve que la deuda p¨²blica italiana super¨® el 110% el a?o pasado.
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