Las fotos de Alfonso retratan 40 a?os de pasi¨®n, muerte y miseria en Espa?a

Vedettes, pol¨ªticos, reyes, toreros, literatos y personajes an¨®nimos. Sucesos, asesinatos, guerras, miseria, verdugos y v¨ªctimas. Periodismo, historia, sociolog¨ªa y fotograf¨ªa. De todo eso hay en Alfonso, un libro (editado por Lunwerg) y una exposici¨®n (C¨ªrculo de Bellas Artes, hasta el 2 de marzo) que ense?a lo mejor del deslumbrante archivo de Alfonso S¨¢nchez Garc¨ªa (1880-1953), un fot¨®grafo m¨ªtico y m¨²ltiple que edific¨® con su c¨¢mara y su equipo de colaboradores un verdadero museo de historia. El comisario, Publio L¨®pez Mond¨¦jar, ha trabajado 10 a?os en la selecci¨®n y ha encontrado 80 fotos in¨¦ditas.

El discurso de la corona de Alfonso XIII (1916). La capilla ardiente de Joselito (1920). La repatriaci¨®n de los prisioneros espa?oles de Abd-el-krim, en 1923. La tristeza de Zugazagoitia y Largo Caballero tras las rejas de la Modelo (1934). El proceso y fusilamiento del general Fanjul (1936). Las prisiones madrile?as de Ventas y Porlier, hacinadas de presos republicanos, en 1939...

Todas esas im¨¢genes, muchas de ellas in¨¦ditas, todas hist¨®ricas y de un blanco y negro di¨¢fano, son algunas de las joyas que se incluyen en el libro Alfonso. Cincuenta a?os de historia de Espa?a (con 350 im¨¢genes y una biograf¨ªa de L¨®pez Mond¨¦jar) y en la exposici¨®n del mismo t¨ªtulo (con m¨¢s de un centenar de fotos), patrocinada por Caja Madrid y que se present¨® ayer en Madrid en el C¨ªrculo de Bellas Artes (Marqu¨¦s de Casa Riera, 2). Son dos maneras similares de apreciar el espectacular despliegue de periodismo, intuici¨®n, contactos, verosimilitud y ubicuidad que realiz¨® el legendario fot¨®grafo en los primeros 40 a?os del siglo XX.

El periodista Publio L¨®pez Mond¨¦jar, que en 1984 dedic¨® ya un libro y una exposici¨®n al fot¨®grafo (Memoria de Madrid), explic¨® ayer que, adem¨¢s de un reportero impresionante, Alfonso S¨¢nchez Garc¨ªa (Ciudad Real, 1880-Madrid, 1953) fue "un gran bohemio, un seductor republicano, lerrouxista, dem¨®crata y amigo de los librepensadores".

Aza?a, Belmonte, Machado, Ram¨®n G¨®mez de la Serna... Todos pasaron por el ojo p¨²blico de Alfonso, muchos fueron amigos y lo recibieron en sus casas, lo que inaugur¨®, cree L¨®pez Mond¨¦jar, el retrato de prensa moderno: Gald¨®s, Valle-Incl¨¢n, Baroja, Ortega, Lorca... Rostros que construyen la memoria visual de un pa¨ªs: un lugar de inteligencia y desolaci¨®n a la vez, de dignidad y miseria, de pasi¨®n y de muerte. "Siendo un hombre de precaria cultura acad¨¦mica, Alfonso siempre tuvo grandes contactos en los sitios clave", cuenta L¨®pez Mond¨¦jar: "Las morgues, las c¨¢rceles y los hospitales, pero tambi¨¦n la pol¨ªtica, la literatura o las variedades...".Su firma apareci¨® por primera vez en prensa en 1904: el dandy Alfonso era ya jefe de fotograf¨ªa de El Gr¨¢fico. Desde entonces, firm¨® reportajes sobre la revoluci¨®n portuguesa de 1909, las campa?as de Marruecos (de 1909 a 1921), la ejecuci¨®n del capit¨¢n S¨¢nchez en 1913, las sublevaciones de Jaca o Cuatro Vientos (1930), el primer despacho de Primo de Rivera con Alfonso XIII, la proclamaci¨®n de la Rep¨²blica...

Y no es que Alfonso fuera ubicuo, dice el comisario, m¨¢s bien un precursor de las agencias de prensa: en compa?¨ªa de sus hijos Alfonsito, Luis y Pepe S¨¢nchez Portela, adem¨¢s de una veintena de ayudantes y colaboradores, su logotipo redondeado -obra de Manuel Tovar- firm¨® 400.000 im¨¢genes; 25.000 de ellas, dice L¨®pez Mond¨¦jar, forman parte del archivo hist¨®rico (los fondos proceden del Archivo General de la Administraci¨®n y de otras colecciones p¨²blicas y privadas, entre ellas las de Andr¨¦s Trapiello, Eduardo Haro-Tecglen, Alberto Garc¨ªa Alix, Carmen Chac¨®n o Juan P¨¦rez de Ayala). "Sin tener pretensiones, siempre fue consciente de que su trabajo era ¨²til y de que quedar¨ªa para el futuro".

Su historia acaba con las escalofriantes im¨¢genes de la Guerra Civil en Madrid: los bombardeos, la gente semidesnuda durmiendo en el metro, la pat¨¦tica imagen de Juli¨¢n Besteiro anunciando la rendici¨®n republicana... Despu¨¦s, el r¨¦gimen de Franco acab¨® con el periodismo. Y Alfonso qued¨® reducido a bodas, bautizos y banquetes.