El Bar?a encalla en M¨¢laga
A los azulgrana les falt¨® ambici¨®n frente a un adversario tambi¨¦n rebajado
Un punto y gracias. El Bar?a no da para m¨¢s. Van Gaal ya ha dicho que necesita fichajes. Los azulgrana arrancaron un triste empate a cero en La Rosaleda ante un M¨¢laga que est¨¢ en horas bajas. Pero ni siquiera con un rival alejado de su mejor forma, el Bar?a pudo hacerse con el partido para aliviar su penosa marcha en la Liga y calmar un club volc¨¢nico, destinado a vivir d¨ªa a d¨ªa. Forzado por las bajas, el Barcelona fue un equipo ca¨®tico e irreconocible, m¨¢s est¨¦ril que nunca. Riquelme y Saviola, suplentes al principio, contribuyeron a mejorar la imagen final del Bar?a, pero tampoco bast¨®. Los azulgrana volvieron a tener, como tantos otros d¨ªas, unas cuantas ocasiones de gol generadas por Kluivert que acabaron en nada o en las manos de Contreras. Y ahora viene lo peor: el Bar?a aguarda el s¨¢bado al Valencia, la bestia negra de Van Gaal en su primera ¨¦poca en el club y especialista en reventar el Camp Nou con pa?oladas.
M?LAGA 0 - BARCELONA 0
M¨¢laga: Contreras; Josemi, Fernando Sanz, Roteta, Valcarce; Gerardo, Sandro (Manu, m. 71), Miguel ?ngel (Leko, m. 71), Musampa; Dely Vald¨¦s (Canabal, m. 79) y Dar¨ªo Silva. Barcelona: Bonano; Gerard (Oleguer, m. 12), Cocu, Gabri; Puyol, Xavi, Rochemback (Riquelme, m. 60), Motta; Iniesta; Kluivert y Overmars (Saviola, m. 66). ?rbitro: Puentes Leira, gallego. Mostr¨® la tarjeta amarilla a Josemi, Kluivert, Sandro, Dar¨ªo Silva, Roteta y Gerardo. La Rosaleda: unos 21. 000 espectadores. Presenciaron el partido los seleccionadores de Espa?a, I?aki S¨¢ez, y de Holanda, Dick Advocaat.
Quiz¨¢ Van Gaal crea que con este equipo, que sigue a un mundo del l¨ªder, puede a¨²n ganar la Liga. O que no est¨¢ lejos cumplir fuera de casa su objetivo de la media inglesa. Casi parece una broma de mal gusto porque el Bar?a a¨²n no ha ganado (de hecho no lo hace desde hace quince meses) tres partidos seguidos en esta competici¨®n. De momento, s¨®lo da para ser noveno, para ara?ar un punto, para ofrecer un retrato fiel de lo que hay. El M¨¢laga se bast¨® para anularlo y demostrar que est¨¢ inmerso en la vulgaridad. Las dos victorias ante el Mallorca y el Recreativo fueron s¨®lo un bal¨®n de ox¨ªgeno para una plantilla azulgrana ya de por s¨ª justa, que anoche acus¨® las bajas y para un entrenador que encima se permite el lujo de recurrir s¨®lo durante la ¨²ltima media hora a los dos delanteros argentinos en n¨®mina. Tampoco estuvo anoche el M¨¢laga muy acertado, pero al menos Dario Silva y Dely Vald¨¦s, con sendos remates, se acercaron al principio a Bonano. Pero poco m¨¢s. El partido se qued¨® trabado en el centro del campo, atascado, sin ritmo y lejos de las dos porter¨ªas hasta que no salieron los dos argentinos.
El Bar?a fue de menos a m¨¢s pero su primera hora de partido roz¨® el bochorno. Ni siquiera le enchufaron los tropiezos del pelot¨®n de equipos que le superan en la tabla. Atenazado por la media docena de ausencias en la zaga, los azulgrana se agazaparon con Gerard y Gabri para frenar a los dos puntas del M¨¢laga. Cocu, que jug¨® tras recuperarse milagrosamente de una lesi¨®n en el tobillo, actu¨® de libre. Pero est¨¢ visto que este equipo parece maldito: Gerard se lesion¨® a las primeras de cambio en un encontronazo con Dely Vald¨¦s y fue sustituido por el canterano Oleguer, que debut¨® en la Liga. La cosa no mejor¨®: el Bar?a no pudo enlazar su juego ni adue?arse del partido. Nunca tuvo el bal¨®n. O peor: ni siquiera pareci¨® quererlo. Xavi no pudo dirigir a su equipo y estuvo muy solo porque los dos laterales, Motta y Puyol, que controlaba a Mussampa, apenas subieron. Kluivert se pele¨® solo con la defensa y a Overmars ni se le vio. El ¨²nico recurso fue Iniesta, que es mediocentro y acab¨® jugando de segundo delantero, donde no puede hacer mucho.
El panorama no cambi¨® tras el descanso y Van Gaal no tuvo m¨¢s remedio que corregir su libreta. Quit¨® de en medio a Rochemback, m¨¢s perdido ayer que nunca, y dio entrada a Riquelme, que ocup¨® la plaza de media punta en la que triunf¨® en Boca y que tanto reivindica. Su entrada provoc¨® un efecto domin¨®: retras¨® unos metros a Iniesta y el Bar?a se estir¨®. Fue entonces cuando empez¨® a tener m¨¢s la pelota, a buscar espacios y a generar alguna ocasi¨®n de gol. Riquelme prob¨® un chut de rosca y Kluivert puso en aprietos a Contreras: primero con un disparo potente y luego con un contragolpe que Iniesta no pudo concretar. Y Saviola al menos incordi¨®. El partido se abri¨® al final y propici¨® los contragolpes de uno y otro bando. Puyol, fiel a s¨ª mismo, se jug¨® el f¨ªsico desviando un remate de Musampa. Y Bonano acab¨® desbaratando un cabezazo de Roteta, curiosamente, el hombre que tuvo sin querer la mejor ocasi¨®n de los azulgrana en el primer tramo del encuentro. El punto no le sirve apenas al Bar?a. El Valencia dictar¨¢ sentencia.
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