Saramago publica su novela m¨¢s divertida

La cr¨ªtica ha destacado que Jos¨¦ Saramago da en su nueva novela, El hombre duplicado, un notable giro a su estilo. El escritor no est¨¢ muy de acuerdo con eso, aunque s¨ª admite que "hay m¨¢s austeridad" en su forma de escribir. La verdad es que la peripecia de un hombre que descubre a su doble en una pel¨ªcula, escrita en clave de intriga, es la novela m¨¢s divertida y con m¨¢s humor del escritor, hasta que el hombre se encuentra con su sosias y entonces empieza la tragedia. En realidad es una historia sobre la identidad. "La novela no se pregunta tanto qui¨¦n es el otro como qui¨¦nes somos nosotros", afirm¨® el premio Nobel portugu¨¦s, que present¨® ayer el libro en Madrid. ?Qui¨¦nes somos? "Eso no tendr¨¢ respuesta nunca", afirm¨®.

"En mis libros no hay personas malas. Odio la maldad, aunque se exprese en t¨¦rminos art¨ªsticos"

"Hay mucho humor e iron¨ªa en este libro. Una iron¨ªa que en el fondo est¨¢ expresando dolor y angustia"

El hombre duplicado (Alfaguara y Edicions 62 en catal¨¢n) es la duod¨¦cima novela de Jos¨¦ Saramago (Azinhaga, 1922) y la segunda que publica desde que obtuvo el Premio Nobel de Literatura en 1998.

El protagonista de la novela, Tertuliano M¨¢ximo Afonso, es un profesor de Historia en un instituto de ense?anza. Es depresivo, tiene 38 a?os, est¨¢ divorciado, vive solo y se aburre. Un colega le recomienda que alquile un v¨ªdeo de la pel¨ªcula Quien no se ama?a no se apa?a, que le distraer¨¢ mucho. Sigue el consejo y descubre que un actor secundario es su vivo retrato.

At¨®nito y angustiado, se propone averiguar qui¨¦n es el otro. La primera pregunta que se plantea: "Uno de nosotros es un error". La segunda: "?Qui¨¦n es el original y qui¨¦n la r¨¦plica?". Tertuliano se vale de su novia, Mar¨ªa Paz, para sus pesquisas y se entera de que el otro es el actor Antonio Claro. El siguiente paso ser¨¢ conocerlo. En la segunda parte del libro, Claro y su esposa, Helena, crecen en protagonismo. La tercera pregunta que se formula en la novela es si es posible vivir cuando existe un hombre que es exactamente igual a uno. La tragedia est¨¢ servida, una tragedia de ecos griegos.

"No hay mucha alegr¨ªa en esta novela, pero s¨ª mucho humor e iron¨ªa, una iron¨ªa que en el fondo est¨¢ expresando dolor y angustia". Y miedo. "Es algo que impera en el mundo de hoy. El terror y el miedo nos pueden llegar por la amenaza de una persona, pero hay otra dimensi¨®n del miedo que lo empapa todo. Es el miedo a no poder pagar la hipoteca, a quedarse sin trabajo, es el miedo del hombre que se siente f¨¢cilmente desechable".

Ni Tertuliano ni Antonio son malvados. Son personas normales que, como en tantas otras novelas de Saramago, viven situaciones anormales. "En mis libros no hay personas malas. Odio la maldad aunque se exprese en t¨¦rminos art¨ªsticos. Todo el mito montado en torno a Dr¨¢cula, un personaje que chupa la sangre a hombres y mujeres, me parece repugnante".

"En El hombre duplicado hay dos personas que son exactamente iguales, pero que tienen conciencias diferentes. La conciencia es lo que nos identifica mejor", afirm¨® el escritor. Y la conciencia es algo individual, por eso Saramago est¨¢ convencido de que "no se puede definir la identidad de un pueblo". "En este sentido, no hay pueblos, hay generaciones".

?A qui¨¦n duplicar¨ªa Saramago?, le preguntaron en una multitudinaria conferencia de prensa en el C¨ªrculo de Bellas Artes. "Me duplicar¨ªa a m¨ª mismo en cuerpo y conciencia para seguir viviendo con Pilar, mi mujer, que es mucho m¨¢s joven que yo".

Saramago cont¨® que la idea de la novela se le ocurri¨® una ma?ana mientras se estaba afeitando ante el espejo. "Llevaba meses de perplejidad, muy tenso, a la espera de una idea, sabiendo que llegar¨¢ un d¨ªa en que la inspiraci¨®n se acabe. Estaba muy preocupado y de repente surgi¨® la idea. Fue el 1 de noviembre de 2001. El 18 de enero de 2002 empec¨¦ a escribirla y la acab¨¦ en agosto. El hombre duplicado es la novela que con m¨¢s rapidez he escrito, quiz¨¢ por la propia coherencia del tema".

O homem duplicado (Caminho) se public¨® en Portugal en noviembre, coincidiendo con el 80 cumplea?os de Saramago y por eso, simb¨®licamente, se hizo una tirada de 80.000 ejemplares, seg¨²n explico ayer Amaya Elezcano, la directora literaria de Alfaguara. Se est¨¢ reeditando ya. Simult¨¢neamente sali¨® en toda Am¨¦rica Latina, excepto en M¨¦xico, donde se publica ahora. En Argentina, pa¨ªs por el que Saramago siente un especial cari?o, sali¨® con una tirada de 20.000 ejemplares y se editan ahora otros 10.000. Alfaguara la saca con una tirada inicial de 160.000 ejemplares, por "sumar 80 y 80 y celebrar dos veces su cumplea?os", brome¨® Elezcano.

La velocidad con que el libro sali¨® en espa?ol se debe a que Pilar del R¨ªo, la esposa del escritor, hizo la traducci¨®n al mismo tiempo que escrib¨ªa Saramago. "Cada d¨ªa, a las ocho de la tarde, Jos¨¦ me dejaba los dos folios que hab¨ªa escrito y yo los le¨ªa y a la ma?ana siguiente dictaba la traducci¨®n a Pepa S¨¢nchez. Como ella no sabe portugu¨¦s, me dec¨ªa todo lo que le chirriaba en castellano", cont¨® Del R¨ªo.

En El hombre duplicado hay una intriga que se mantiene hasta la ¨²ltima p¨¢gina con una vuelta de tuerca final. En esta novela, el escritor ha prescindido del barroquismo que aparece en buena parte de su obra. Otra diferencia es que en ¨¦sta, a diferencia de casi toda su narrativa, no hay moraleja. El lector debe sacar sus propias conclusiones. Y da mucho que pensar, pues Saramago reflexiona sobre un mont¨®n de cosas, incluida la propia literatura, con un narrador omn¨ªmodo que busca la complicidad del lector y lo incluye incluso en la narraci¨®n.

"Todas las preocupaciones que hay en este libro aparecen en otros de mis libros. S¨ª hay austeridad en mi forma de escribir, menos adornos. Si le quitara los adornos a Memorial del convento o al El Evangelio seg¨²n Jesucristo se quedar¨ªan igual que El hombre duplicado".

El cambio en su literatura, explic¨®, se inici¨® con Ensayo sobre la ceguera. "Mi c¨¢mara hasta El Evangelio seg¨²n Jesucristo era de gran angular: lo met¨ªa todo en el libro, predominaba lo colectivo. A partir de Ensayo sobre la ceguera, lo que me interes¨® fue lo individual".

Junto a Tertuliano, Antonio, Mar¨ªa Paz y Helena aparece en la novela un quinto personaje, el Sentido Com¨²n, similar al Techo de la casa de don Jos¨¦ en Todos los nombres. Tertuliano dice del sentido com¨²n que es "conservador y a menudo reaccionario". "El sentido com¨²n es el conjunto de valores y convenciones sociales de aceptaci¨®n colectiva y hay que acatarlo, pero, como hace Tertuliano, todos nosotros prescindimos de ¨¦l todos los d¨ªas".

Uno de los temas que m¨¢s interesan a Tertuliano, antes de emprender la b¨²squeda de su sosias, es la ense?anza de la Historia. ?Debe ense?arse de atr¨¢s hacia delante o desde delante hacia atr¨¢s? M¨¢ximo Afonso cree que de delante hacia atr¨¢s, y lo mismo opina Saramago.

"Cuando estudias Historia pasas de unos episodios a otros, pero no piensas mucho en la relaci¨®n entre unos y otros. No da conciencia hist¨®rica, pero si lo hici¨¦ramos al rev¨¦s, de delante para atr¨¢s, comprender¨ªamos cosas inexplicadas". Puso un ejemplo: la intervenci¨®n de Estados Unidos en Europa en la II Guerra Mundial. "Ven¨ªan a salvarnos de la tiran¨ªa nazi y esto est¨¢ bien, pero hay buenas acciones que no son puras. Vi¨¦ndolo desde ahora sabemos lo que de verdad quer¨ªan, el dominio mundial".

Fue inevitable hablar de pol¨ªtica. Bush no es el poder, dijo, "el poder son la industria armamentista y la petrolera". Hizo en cambio una cerrada defensa de Lula da Silva, el nuevo presidente de Brasil. Reproch¨® en primer lugar a un eurodiputado del PSOE, del que no dijo el nombre, que dijese que las medidas que hab¨ªa tomado fueran efectistas y populistas. "Que les pregunten a los que se han beneficiado. Oremos todos porque le salga bien a Lula. Tiene por delante una tarea sobrehumana, pues no s¨®lo debe enfrentarse a la realidad de su pa¨ªs, sino a las instituciones que han condenado a la miseria a Am¨¦rica Latina, a Asia, a ?frica. ?Qui¨¦n es el Fondo Monetario Internacional? Unos pocos se?ores que representan a unos pocos pa¨ªses ricos. Ojal¨¢ que el pueblo brasile?o no pida milagros, porque Lula no puede hacerlos".