El 'subcomandante' Marcos pierde su base ind¨ªgena
El movimiento zapatista se divide entre unos dirigentes radicalizados y unos campesinos que exigen mejoras sociales
Desde su refugio en la selva Lacandona, cerca de La Realidad y lejos del escenario pol¨ªtico mexicano, el subcomandante Marcos mueve los hilos del zapatismo ind¨ªgena y articula una estrategia mundial. Su discurso se radicaliza, rompe lanzas y se aleja de antiguos aliados, al tiempo que flotan como fantasmas versiones sobre la unidad y fortaleza de la guerrilla, lo mismo que historias sobre su debilidad y divisi¨®n.
Hace nueve a?os, el Ej¨¦rcito Zapatista de Liberaci¨®n Nacional (EZLN) sorprendi¨® al mundo, alz¨® el tel¨®n de una lucha guerrillera que pronto dej¨® sus posiciones marxistas en el olvido y avanz¨® hacia un horizonte de derechos para los pueblos indios mexicanos y de defensa de los excluidos del mundo, seg¨²n el discurso antiglobalizador de Marcos. Los jefes militares del movimiento dominan, lo prueba el silencio selv¨¢tico que priva en las comunidades, pero ese control parece un tel¨®n que oculta la desilusi¨®n de muchos campesinos ind¨ªgenas que tras a?os de lucha quieren resultados pr¨¢cticos.
La gente est¨¢ esperando desde hace nueve a?os que su lucha fructifique y no ve nada
"La mayor parte de los campesinos que particip¨® en el levantamiento zapatista ha venido desertando de manera importante, pueblos enteros han dejado el movimiento", lo mismo que comunidades de Los Altos, cuenta una fuente que ha vivido en la regi¨®n, que conoce el conflicto desde sus or¨ªgenes y que mantiene contacto con los pueblos indios y que pide como condici¨®n permanecer en el anonimato.
"Ha perdido el zapatismo como expresi¨®n del campesino-ind¨ªgena y es una l¨¢stima. Se trata totalmente de un fracaso para los campesinos e ind¨ªgenas, eso es lo que confirman las oleadas que se van saliendo. Desde el principio los ind¨ªgenas han sido utilizados por una direcci¨®n que no tiene los mismos intereses que los ind¨ªgenas", comenta la citada fuente.
Seg¨²n su visi¨®n de lo que ocurre en la zona de conflicto, el problema ind¨ªgena nunca ha sido el inter¨¦s principal de la direcci¨®n del EZLN. Son Marcos y otros dirigentes no ind¨ªgenas de la guerrilla zapatista quienes mantienen el control sobre el movimiento. "Nunca ha habido contradicciones, pudo haber competencias de poder entre Marcos y el comandante Germ¨¢n , pero siempre se han mantenido en la l¨ªnea dura. Lo dem¨¢s es una careta para ver si pod¨ªan aprovechar... L¨ªnea dura que vuelve a salir a flote, lo otro, el discurso ind¨ªgena y en favor de los excluidos en lo internacional es una treta, una maniobra, algo t¨¢ctico", sostiene.
Se?ala esta fuente que le sorprende la capacidad con que se mantiene el zapatismo y cree que esto es posible porque "tiene dinero para moverse, tiene trabajo de reclutamiento, incorporaci¨®n de j¨®venes, no se le acaba la capacidad financiera" y considera que parte de esos recursos llegan del extranjero, pues dice sarc¨¢sticamente "ya encuentras ac¨¢ m¨¢s italianos y espa?oles que ind¨ªgenas en las Ca?adas".
En ese horizonte, pero con una ¨®ptica distinta, Gerardo Gonz¨¢lez, un especialista en movimientos sociales de la regi¨®n chiapaneca, dice que "el peso pol¨ªtico del EZ es m¨¢s bien militar, y en las comunidades pesa mucho el mando, y a su vez pesan mucho las decisiones del sub". Explica que despu¨¦s de a?os de lucha y resistencia, "en esencia el saldo es m¨¢s positivo que negativo, los cuadros pol¨ªticos m¨¢s importantes siguen en el EZ, donde ha habido una situaci¨®n de bajas en la parte militar".
Al paso del tiempo, dice convencido, "no creo que [Marcos] sea un l¨ªder viejo, por su inteligencia natural y su formaci¨®n ha sabido interpretar muy bien la coyuntura", ha colocado en su discurso, en un plano especial, cuestiones importantes como la recuperaci¨®n ind¨ªgena, a esos pueblos les da un sitio como cuidadores de la tierra".
En febrero de 2001, Marcos emprende una larga marcha desde Chiapas a la ciudad de M¨¦xico, recorre medio pa¨ªs en reclamo de la aprobaci¨®n de una ley que reconozca los derechos y cultura de los 56 pueblos indios. Le acompa?an 24 comandantes ind¨ªgenas, entre jefes militares y pol¨ªticos, as¨ª como el hist¨®rico y duro comandante Germ¨¢n, pero la misi¨®n fracas¨®. El Congreso aprob¨®, con votos de todos los partidos, una norma distinta a la anhelada por los zapatistas, que quieren ante todo autonom¨ªa plena para las comunidades. En abril de ese a?o, con el fracaso a cuestas, el subcomandante vuelve a su refugio en la selva, pero antes rompe todo contacto con el Gobierno de Vicente Fox y rechaza las reformas, cierra el espacio a la negociaci¨®n y mantiene clausurada la mesa de di¨¢logo EZLN-Gobierno.
El experto Gerardo Gonz¨¢lez agrega que, "en general, todo proceso popular va creando sus liderazgos, otros se va creando por situaciones", pero tambi¨¦n resulta cierto que se han ido generando tomas de posici¨®n del zapatismo como la v¨ªa auton¨®mica , "a trav¨¦s de formaci¨®n y capacitaci¨®n se gener¨® la lucha en la resistencia".
Salvador Beltr¨¢n, un consultor que trabaj¨® en Chiapas para el Ministerio del Interior, apunta: "Pocas veces hab¨ªa visto al subcomandante tan sin control de la situaci¨®n. Marcos est¨¢ evidenciando una situaci¨®n de desesperaci¨®n y creo que esa situaci¨®n le est¨¢ haciendo actuar por impulsos". Contempla que hay "dos vertientes, la primera es la falta de control real que tiene como l¨ªder sobre su gente. Es cabeza de un movimiento que est¨¢ haciendo la gente, que est¨¢ esperando desde hace ya nueve a?os que su lucha fructifique y no ve nada. Se le est¨¢ perdiendo su liderazgo. La otra la parte, la glamourosa que siempre ha buscado, la ligada con el financiamiento de las ONG nacionales y sobre todo extranjeras, se le est¨¢ acabando. De ah¨ª, su actitud desesperada en los escenarios extranjeros".
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