?Muerte digna o asesinato?

Para los defensores de la eutanasia fue uno de los s¨ªmbolos de su causa; para las familias de los pacientes muertos, no es m¨¢s que una asesina en serie. Ayer comenz¨® el juicio con jurado contra Christine Mal¨¨vre, una ex enfermera del hospital de Mantes-la-Jolie, en la periferia de Par¨ªs, a la que se acusa de haber acelerado la muerte de siete de sus pacientes entre febrero de 1997 y mayo de 1998. De momento tiene prohibido ejercer su profesi¨®n, pero adem¨¢s se arriesga a la cadena perpetua.

La emoci¨®n suscitada por las primeras revelaciones lanz¨® el debate sobre la eutanasia. En su d¨ªa, la mujer provoc¨® un movimiento de compasi¨®n despu¨¦s de participar en un programa televisivo, en el que explic¨® su horror por los sufrimientos de los enfermos terminales, a los que se prestaba voluntariamente a asistirles y en cuyos funerales estaba presente en ocasiones.

La acusada no expres¨® remordimientos al comparecer ayer en la audiencia p¨²blica. S¨®lo hubo l¨¢grimas al hilo de un interrogatorio dedicado al examen de su personalidad: emergieron as¨ª el nacimiento de su vocaci¨®n cuando ten¨ªa cinco a?os y admiraba a la enfermera que se ocupaba de una hermana suya; el acoso sexual por parte de un profesor de matem¨¢ticas cuando ten¨ªa 12 a?os; la relaci¨®n con un enfermo condenado a la silla de ruedas; la anulaci¨®n del proyecto de boda cuando fue procesada; un intento de suicidio y, en fin, el encuentro posterior con otro hombre que le ha devuelto el gusto de vivir.

La ex enfermera asisti¨® impasible al relato de las acusaciones. Los hechos fueron denunciados por la direcci¨®n del hospital a ra¨ªz de la muerte de un paciente confiado a su cuidado. Al principio de la investigaci¨®n se hab¨ªa reconocido autora de la muerte de una treintena de pacientes incurables, afectados por c¨¢nceres en estado muy avanzado o comas profundos. Despu¨¦s se volvi¨® atr¨¢s en casi todo, pero public¨® un libro (Mes aveux, Mis confesiones) con abundancia de detalles del asunto, provocando la c¨®lera de algunas de las familias de las v¨ªctimas.

Un estudio estad¨ªstico mostr¨® que hab¨ªan muerto hasta cuatro veces m¨¢s pacientes en la unidad en que Christine Mal¨¨vre estaba de servicio. Fue detenida el 8 de abril de 1999, pero qued¨® en libertad provisional una semana m¨¢s tarde. El sumario se cerr¨® bajo la imputaci¨®n de 11 asesinatos, cuatro de ellos ya sobrese¨ªdos. Los otros siete son el objeto del juicio iniciado ayer, que se prolongar¨¢ dos semanas.

Ella sostiene que los propios pacientes le pidieron que pusiera fin a sus vidas. "No fue el caso de mi esposa", replica Alain Le Maout, un querellante. "No ten¨ªa esperanza, pero pod¨ªa haber vivido seis meses, quiz¨¢ uno o dos a?os m¨¢s". Su mujer, con c¨¢ncer de pulm¨®n, muri¨® en noviembre de 1997 en presencia de Christine Mal¨¨vre. El padre de la ex enfermera asegura que si su hija ha hecho lo que se le reprocha "no es para pasar a la posteridad, sino por compasi¨®n".