Francesco Trussardi, presidente de la firma de moda italiana Trussardi
Francesco Trussardi, heredero de una de las grandes firmas familiares que han convertido a Italia en una superpotencia de la moda, ten¨ªa dos pasiones: el trabajo y la velocidad. La primera le ayud¨® a consolidar el imperio, creado por su padre, Nicola, a partir de una modesta tienda de guantes abierta por su abuelo en 1910. La segunda le cost¨® la vida la madrugada del domingo 26 de enero. Trussardi junior, como era conocido en los ambientes empresariales de Mil¨¢n, regresaba a casa, un deslumbrante palacio en la ciudad de B¨¦rgamo (Lombard¨ªa), cuando perdi¨® el control del Ferrari 360 que conduc¨ªa a 200 kil¨®metros por hora al embocar una curva cerrada en una carretera secundaria de las muchas que cruzan la llanura padana y se estrell¨® contra un poste el¨¦ctrico. Muri¨® instant¨¢neamente despu¨¦s de haber vivido demasiado deprisa
Francesco acababa de cumplir el 16 de enero 29 a?os y llevaba cuatro al frente de la empresa familiar, junto a su hermana mayor, Beatrice, por expreso deseo de su madre, Mar¨ªa Luisa.
Su vida de rico heredero, con un t¨ªtulo econ¨®mico en el bolsillo y una desmesurada afici¨®n por las motocicletas y los coches deportivos, hab¨ªa sufrido un golpe crucial la madrugada del 13 de abril de 1999, cuando su padre Nicola Trussardi se estrell¨® con su Mercedes deportivo en una carretera de circunvalaci¨®n de Mil¨¢n. El empresario, de 56 a?os, regresaba a casa despu¨¦s de una larga jornada de trabajo rematada con una cena entre amigos.
La muerte del patriarca, muy criticado por su estrecha amistad con el fallecido l¨ªder socialista Bettino Craxi, oblig¨® a la familia Trussardi a movilizarse de inmediato. La viuda, Mar¨ªa Luisa, dej¨® el control de la firma en manos de los dos hijos mayores, Beatrice (32 a?os) y Francesco, pero los dos hermanos menores, Gaia (23 a?os) y Tomasso (20 a?os), aportaron tambi¨¦n su granito de arena posando como modelos en la publicidad de la casa del lebrel, s¨ªmbolo de Trussardi.
Desde ese momento, Francesco dej¨® para los fines de semana las fiestas y los encuentros con los ases de la f¨®rmula 1 y se recluy¨® hasta 12 horas al d¨ªa, en la sede milanesa de Trussardi. Las cifras de beneficios -un 3% m¨¢s que en el ejercicio anterior- confirmaron el a?o pasado que el joven capit¨¢n de Trussardi hab¨ªa dejado de ser una promesa para convertirse en un empresario de empuje, pese a su timidez y a su mutismo.-
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.