El guerrero inteligente
Sor¨ªn, el refuerzo invernal del Bar?a, se distingue por su compromiso social y sus firmes convicciones pol¨ªticas
Quiz¨¢s sus rivales no intuyan que detr¨¢s de esa imagen de tipo duro se esconde una persona inteligente. Quiz¨¢s ni imaginan que el car¨¢cter competitivo y la agresividad que imprime Sor¨ªn a su juego eclipsan a un hombre de cultivadas convicciones personales siempre llenas de compromiso social. El ¨²ltimo refuerzo del Barcelona lleva toda su carrera hablando de f¨²tbol con la misma naturalidad con la que explica la crisis argentina.
Nacido en una familia de clase media, Juan Pablo Sor¨ªn (Buenos Aires 1976) se cri¨® en el club Parque, una instituci¨®n del f¨²tbol base bonaerense por la que tambi¨¦n pasaron ni?os que llegar¨ªan lejos, como Riquelme. El Parque era en realidad un semillero de la prol¨ªfica cantera de Argentinos Juniors en la que Sor¨ªn ingres¨® enseguida, alcanzado la Primera Divisi¨®n en 1994, con 18 a?os. Y con s¨®lo veinte partidos, mientras cursaba estudios de periodismo, el seleccionador juvenil Jos¨¦ P¨¦kerman le dio el brazalete de la selecci¨®n que gan¨® el Mundial sub-20 en Qatar-1995.
El Juventus qued¨® prendado de aquel futbolista fogoso y con tanto car¨¢cter, aunque s¨®lo llegar¨ªa a jugar cinco partidos en el equipo de Lippi que gan¨® la Copa de Europa, as¨ª que Sor¨ªn acept¨® de buen grado su traspaso al River Plate, que le reclut¨® para participar un ciclo glorioso: gan¨® tres Ligas y la Libertadores de 1996, cayendo precisamente ante el Juventus en la Intercontinental. Burgos, Gallardo, Ortega, Crespo, Almeyda o el mismo Francescoli eran algunos de sus compa?eros, y Sor¨ªn se hab¨ªa ganado el derecho a tratarles de igual a igual. No tard¨® en llegar la llamada de la selecci¨®n absoluta, disputando, previo obligado corte de pelo, las eliminatorias del Mundial-98 con Passarella, que no le llev¨® a Francia.
Un gran lateral
Idolo consagrado en River, ya parec¨ªa un veterano cuando llegaron al primer equipo Aimar o Saviola. Y hoy mantiene aquellas viejas virtudes: marcador pegajoso y tenaz, r¨¢pido para el corte y para cruzar por detr¨¢s de los centrales. Hasta ah¨ª es un buen defensa, pero no se pone l¨ªmites en ataque. Con buena t¨¦cnica y mejor cerebro, explora la banda izquierda con velocidad y criterio y su zurda pone precisos env¨ªos a los delanteros. Buen cabeceador, utiliza el factor sorpresa para aparecer de improviso en el ¨¢rea rival y siempre ha marcado una cifra de goles impropia de un defensa. Un jugador que conoce el juego de verdad, que no se permite errores graves y que se define como lateral, pese a que el postmodernismo le tilda de carrilero.
Su salida de River fue motivada por diferencias personales con el pol¨¦mico Ram¨®n D¨ªaz, peleado entonces con medio mundo. Acept¨® una golosa oferta del Cruzeiro, que en 2000 comenzaba a ser gestionado por una poderosa multinacional norteamericana. Y el reto era grande: "Un lateral en el pa¨ªs de los laterales. Y adem¨¢s argentino", declar¨® en Belo Horizonte.
Pero la herencia de Djalma Santos y sus sucesores no qued¨® agraviada. Un hecho ilustra lo que Sor¨ªn es capaz de provocar en una hinchada aguerrida y exigente: Mayo de 2002. Ya se hab¨ªa firmado su cesi¨®n al Lazio, pero Sor¨ªn quiso jugar la final del torneo Sul Minas con el Cruzeiro. Nada m¨¢s comenzar el partido se abri¨® la cabeza. Diez minutos en la banda, atendido por los m¨¦dicos y Juampi que vuelve a salir al campo con una aparatoso vendaje. La ovaci¨®n en el estadio Mineirao fue atronadora, pero m¨¢s peque?a que la que Sor¨ªn escuch¨® tras marcar un golazo en la segunda parte con el que le daba el t¨ªtulo al Cruzeiro. Despu¨¦s lleg¨® el Mundial y la decepci¨®n fue descomunal.
?vido lector de Cort¨¢zar, Garc¨ªa Marquez o Gelman, siempre ha tenido preocupaciones intelectuales. Y como personaje relevante y privilegiado, su voz sonaba amplificada en los medios argentinos: "Menem perjudic¨® extraordinariamente al pa¨ªs en sus nueve a?os de mandato. Adem¨¢s indult¨® a los asesinos de la dictadura. Duhalde es harina del mismo saco. Me duele ver a mi pa¨ªs de rodillas".
Cuando jugaba en River, presentaba con un amigo el programa Tubo de Ensayo en FM La Tribu, radio alternativa. Hablaban de literatura, denunciaban la hipocres¨ªa de la clase pol¨ªtica y pinchaba sus discos favoritos, entre ellos los Rolling Stones y los Redondos.
Su paso por el Lazio ha sido ef¨ªmero, pero suficiente para dejar huella. Fue el ¨²nico jugador que no retir¨® la demanda por impago de los salarios, con el fin de terminar su v¨ªnculo contractual antes de que se cerrara el mercado invernal, y forzar su cesi¨®n al Bar?a, ya que el Cruzeiro, propietario de sus derechos, tampoco pod¨ªa cargar con su ficha. Pero si su relaci¨®n con el club era mala, Sor¨ªn dej¨® los problemas fuera del vestuario. Jug¨® los partidos de enero como si le fuera la vida. Esta vez al Bar?a no llega un jugador cualquiera.
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