Disputa por un 'pissarro'
Un heredero reclama un cuadro robado por los nazis y propiedad del Thyssen
Durante m¨¢s de cincuenta a?os, Claude Cassirer guard¨® la foto del apartamento de su abuela en M¨²nich. Era uno de los pocos recuerdos que conservaba de su familia, que en 1939 se vio forzada a huir de la persecuci¨®n nazi. En la foto, asegura Cassirer, se puede ver un cuadro de Camille Pissarro, Rue Saint Honor¨¦, apr¨¦s-midi, Effet de pluie, que su abuelo, Julius, compr¨® al marchante del pintor franc¨¦s en 1900. La obra cuelga ahora en el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid, su actual propietario, y Cassirer est¨¢ luchando por recuperarla.
Sus primeras negociaciones no han dado muchos resultados. "Las autoridades espa?olas me dicen que los denuncie ante los tribunales. No soy tonto, s¨¦ que quieren alargar esto indefinidamente. Presentaremos el caso ante la opini¨®n p¨²blica y ante todos los museos del mundo si hace falta para mostrar la incre¨ªble deshonestidad del Museo Thyssen", declar¨® ayer Cassirer, un fot¨®grafo retirado de 81 a?os, a EL PA?S en una entrevista telef¨®nica desde su casa de San Diego (California).
La obra del artista franc¨¦s ha sido tasada por una casa de subastas en unos seis millones de d¨®lares
Los abogados del Museo Thyssen-Bornemisza, por su parte, consideran en una nota que se hizo p¨²blica ayer en Madrid que la reclamaci¨®n "carece por completo de fundamento". En el comunicado remitido a Efe, el museo puntualiza que, en efecto, en julio de 2001 recibi¨® una carta de un bufete de abogados norteamericanos que reclamaba, en nombre de un cliente, la propiedad del citado cuadro. "El museo pas¨® la carta a sus abogados, quienes, tras haberla estudiado en detalle, la contestaron diciendo que, de acuerdo con el derecho aplicable, la reclamaci¨®n carec¨ªa por completo de fundamento", a?ade la nota.
La pintura Rue Saint Honor¨¦ tiene una historia enrevesada. Permaneci¨® en la familia Cassirer, una de las m¨¢s prominentes de Berl¨ªn, hasta poco antes de la guerra, cuando los nazis se apoderaron de la obra. "Les dieron muy poca elecci¨®n: marcharse vivos a cambio del cuadro o morir en un campo de concentraci¨®n. Mis abuelos huyeron de Alemania con diez marcos en el bolsillo", cuenta Cassirer.
La Gestapo vendi¨® el cuadro en una subasta en Berl¨ªn en 1943. Desapareci¨® durante m¨¢s de treinta a?os, hasta que fue adquirido por el bar¨®n Thyssen al galerista Joseph Hahn, en Nueva York, en 1976. "Perdimos el rastro del cuadro hasta hace dos a?os. Yo le hab¨ªa contado mi historia a una amiga que se mud¨® a Nueva York. Un d¨ªa me llam¨® y me dijo que lo hab¨ªa visto en un cat¨¢logo sobre Pissarro. Figuraba como propiedad del bar¨®n. Me puse en contacto con el Congreso Mundial Jud¨ªo y la Comisi¨®n para la Recuperaci¨®n del Arte y se hicieron cargo del caso".
El informe de la comisi¨®n asegura que en 1958 el Gobierno alem¨¢n reconoci¨® la propiedad de la obra y abon¨® entonces a Lilly Cassirer, abuela de Claude, una compensaci¨®n de 120.000 marcos, garantiz¨¢ndole todos los derechos sobre el cuadro. El documento tambi¨¦n asegura que "los mejores expertos en Pissarro, Claire Durand-R¨¹el y Joachim Pissaro, han certificado que la pintura fue robada a la familia Cassirer en 1939".
El abogado del caso, Charles Goldstein, asegura en un art¨ªculo publicado ayer en The New York Times que Espa?a se ha acogido a la legislaci¨®n internacional sobre arte robado por los nazis, de las conferencias de Washington y Vilnius. "No hay prescripci¨®n en este tipo de casos, sobre todo si los abogados lo denuncian ante un tribunal de EE UU, que tiene autoridad para actuar contra propiedades de Espa?a en el extranjero", dice H¨¦ctor Feliciano, autor de El museo desaparecido, un amplio historial de las obras robadas por los nazis. The New York Times cita la tasaci¨®n del cuadro de Pissaro, hecha por una importante casa de subastas, en unos seis millones de d¨®lares. La familia considera que su precio actual podr¨ªa superar esa cifra.
Esta denuncia es una de las pocas que han salpicado a los museos espa?oles. S¨®lo se recuerda un precedente. "El Reina Sof¨ªa posee un cuadro del pintor surrealista franc¨¦s Andr¨¦ Masson que fue confiscado a la familia David-Weill, del banco Lazard Fr¨¨res. Los dos partes consiguieron llegar a un acuerdo y el museo se qued¨® con el cuadro", explica Feliciano.
Claude Cassirer no est¨¢ dispuesto a ceder. "Tengo 81 a?os y estoy lleno de energ¨ªa. Tengo dos hijos de unos cincuenta a?os que tambi¨¦n est¨¢n dispuestos a luchar. Seguiremos hasta conseguirlo".
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