Cuentas militarizadas
La demanda de urgente restauraci¨®n de la disciplina fiscal ha sido el mensaje principal que el presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, ha enviado a la Casa Blanca en su comparecencia semestral de ayer en el Congreso. En una de las m¨¢s sombr¨ªas valoraciones sobre las perspectivas de esa econom¨ªa, Greenspan insisti¨® en algo suficientemente expl¨ªcito: los enormes da?os causados hasta ahora por la perspectiva de una guerra contra Irak, y en lo menos evidente, pero no menos temido: sus consecuencias adversas sobre la actividad econ¨®mica cuando la guerra tenga lugar. Un panorama que puede a?adir al curr¨ªculo de la Administraci¨®n de Bush el dudoso atributo de haber generado una enorme amenaza a la prosperidad mundial.
El mensaje de Greenspan adquiere especial relieve tras la presentaci¨®n de un proyecto de presupuestos de EE UU para 2004 que ampl¨ªa todav¨ªa m¨¢s el d¨¦ficit, que se situar¨¢ en el 3% del PIB al final del ejercicio, como consecuencia del aumento considerable de las asignaciones al P¨¦ntagono, y de unas reducciones de impuestos que no ayudan precisamente al est¨ªmulo de la econom¨ªa. Para el presidente de la Fed, si los d¨¦ficit aumentan, los tipos de inter¨¦s terminar¨¢n por resentirse, con su inevitable efecto negativo sobre la econom¨ªa.La mayor¨ªa del incremento de gasto se destina al cap¨ªtulo de defensa y de seguridad interior, hasta totalizar 380.000 millones de d¨®lares en 2004, con incrementos adicionales futuros hasta llegar a 483.000 millones en 2008. En esa suma no est¨¢n incluidos los costes asociados a los programas nucleares de defensa, contabilizados en el presupuesto de energ¨ªa, ni los de una eventual guerra con Irak, ni el efecto de un conflicto en el precio del petr¨®leo.
En este contexto de incertidumbre no deja de ser arriesgada una previsi¨®n de crecimiento del PIB del 2,9% en este a?o, y del 3,6% en el siguiente. Los sacrificados de ese proyecto de presupuestos son los gastos considerados sociales, que sirven para suavizar la manifiesta desigualdad que existe en EE UU. La consecuencia ser¨¢ un estancamiento en el bienestar relativo de los ciudadanos norteamericanos y una profundizaci¨®n en la senda de la desaceleraci¨®n econ¨®mica mundial.
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