Unilateralismo
El unilateralista George Bush accede a los deseos de la comunidad internacional y acude al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para buscar un consenso sobre el desarme obligatorio de Irak, ordenado en repetidas ocasiones por la organizaci¨®n internacional desde el alto el fuego, que no el fin de la guerra, de 1991. Lo encuentra y los 15 miembros del alto organismo aprueban por unanimidad la resoluci¨®n 1.441, la n¨²mero 17 desde 1990, que concede a Irak una ¨²ltima oportunidad para deshacerse de sus armas qu¨ªmicas y biol¨®gicas y probarlo fehacientemente ante los equipos de inspecci¨®n de la ONU. El unilateralista Bush se muestra dispuesto a acudir de nuevo al Consejo en busca de una nueva resoluci¨®n -que har¨ªa la n¨²mero 18 del alto organismo sobre el tema- para cumplimentar lo dispuesto un¨¢nimemente en la 1.441, si los inspectores siguen sin verificar fehacientemente la eliminaci¨®n total por parte de Sadam Husein de sus armas de destrucci¨®n masiva. El unilateralista Bush sondea al Consejo Atl¨¢ntico para que la OTAN ponga en marcha una serie de medidas defensivas, no ofensivas, para defender a un pa¨ªs miembro de la Alianza, Turqu¨ªa, en caso de un ataque iraqu¨ª, como consecuencia de una eventual intervenci¨®n militar contra Sadam. Turqu¨ªa invoca el art¨ªculo 4? del Tratado de Washington, que establece el principio de defensa colectiva, y pide simplemente el despliegue de misiles Patriot, el sobrevuelo de los AWACS de alerta y el env¨ªo de unidades de detecci¨®n de armamento qu¨ªmico.
Entretanto, los multilaterales Chirac y Schr?der, que pocos d¨ªas antes hab¨ªan decidido conmemorar el 50? aniversario del Tratado de Versalles con una propuesta de reparto de poder pol¨ªtico en Europa sin contar para nada con el resto de los pa¨ªses de la Uni¨®n Europea, se desdicen de lo acordado dos meses antes en la 1.441 y proponen, primero a trav¨¦s de una filtraci¨®n period¨ªstica, dar m¨¢s tiempo a los inspectores -no dicen cu¨¢nto-, plan que es recibido, naturalmente, con alborozo por Sadam, para quien parece inventada la vieja m¨¢xima romana de Divide et imperaa. Y, de paso, bloquean la razonable petici¨®n turca al Consejo Atl¨¢ntico, que cuenta con el apoyo de 16 de los 19 miembros de la Alianza, pero que precisa de la unanimidad de los pa¨ªses integrantes. Ante esta actitud cabe preguntarse, ?qui¨¦n desprecia m¨¢s al Consejo de Seguridad, qui¨¦n est¨¢ dispuesto a hacer valer la autoridad de sus resoluciones, o qui¨¦n, por el contrario, se empe?a en devaluarlas con aplazamientos y estramb¨®ticas sugerencias, que a la larga le consta que no conducir¨¢n a ninguna parte, dados los antecedentes del dictador iraqu¨ª?
En cuanto a la pregunta, v¨¢lida, que se hacen muchos de por qu¨¦ ahora y no antes, la validez no estriba en la pregunta, sino en los destinatarios. ?Qui¨¦n y qu¨¦ ha impedido que durante 12 a?os se impongan a Sadam las 16 resoluciones previas del Consejo de Seguridad? Si se examinan los contratos de las compa?¨ªas estatales petroleras francesa y rusa con Irak, quiz¨¢s se atisbe el m¨®vil de los recientes concili¨¢bulos, que no es tan altruista como pudiera parecer a primera vista. La afirmaci¨®n gratuita, pero muy popular, de que Estados Unidos est¨¢ dispuesto a ir a la guerra para controlar el petr¨®leo iraqu¨ª no resiste el m¨¢s m¨ªnimo an¨¢lisis. Una campa?a militar corta costar¨ªa al contribuyente 100.000 millones de d¨®lares, a los que habr¨ªa que a?adir una inversi¨®n m¨ªnima, calculada por los expertos en otros 40.000, para que los pozos iraqu¨ªes recuperasen la producci¨®n anterior a 1990. Demasiadas inversiones y demasiados costes pol¨ªticos, diplom¨¢ticos, econ¨®micos y, sobre todo, en vidas humanas para atribuir al petr¨®leo la causa ¨²ltima de una posible guerra cuando ser¨ªa mucho m¨¢s econ¨®mico, y popular, el levantamiento de las sanciones a Irak. Y, de paso, a Libia e Ir¨¢n, pa¨ªses con quienes las petroleras estadounidenses tambi¨¦n tienen prohibido comerciar.
Nadie en su sano juicio puede estar a favor de la guerra. Pero en este conflicto queda por comprobar si, como dec¨ªa Ortega, las intervenciones de las legiones romanas evitaron m¨¢s conflictos de los que crearon.
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