Condenados al olvido
Aficionados valencianos a la 'pesca amb rall' crean una asociaci¨®n para evitar la desaparici¨®n de esta modalidad tradicional
Los primeros indicios de la pesca amb rall en la Pen¨ªnsula Ib¨¦rica se relacionan con la ¨¦poca de dominaci¨®n musulmana. "Nace el rall cuando nace el hilo", explica Eduardo Quilis. Su origen en la Comunidad Valenciana est¨¢ ligado a los arrozales. El agua que regaba los campos de arroz, procedente de los r¨ªos, llegaba repleta de peces, anguilas, ranas. Su pesca se convirti¨® en un complemento econ¨®mico a la actividad agr¨ªcola. As¨ª naci¨® la pesca amb rall. Una modalidad que se realiza con una red circular, cuyo per¨ªmetro est¨¢ marcado por elementos de plomo y en el centro nace la cordonera. Los pescadores llevan la red colgada del hombro, y la habilidad consiste en conseguir extenderla totalmente en el lanzamiento. Actualmente se practica en las orillas de las playas y zonas rocosas. Es el caso de D¨¦nia.
Pero esta arte de pesca tiene los d¨ªas contados. La Generalitat incluy¨® un decreto en la Ley de Pesca de 1998 en el que decid¨ªa paralizar las licencias para este tipo de capturas. La denegaci¨®n de nuevas licencias ha sido malinterpretada y ha conllevado la err¨®nea creencia popular de que su pr¨¢ctica es ilegal. La Ley inclu¨ªa una disposici¨®n transitoria que permit¨ªa a las personas que tuvieran licencia el d¨ªa de su entrada en vigor, con al menos una renovaci¨®n hecha, continuar con la actividad. El censo actual de pescadores amb rall en la Comunidad Valenciana con licencia asciende a 600 personas, pero s¨®lo unos 300 contin¨²an esta pr¨¢ctica. Son ingenieros, agricultores, m¨¦dicos, carpinteros, funcionarios, y en menor n¨²mero pescadores. La mayor¨ªa de ellos han heredado esta tradici¨®n de sus antepasados. La Ley valenciana impide que la puedan trasmitir a sus hijos.
Eduardo Quilis, 35 a?os de edad y psic¨®logo de profesi¨®n, es uno de los privilegiados que practica este tipo de pesca en las playas de Oliva. En su caso fue un amigo quien le introdujo en esta afici¨®n a los 18 a?os. Vicente Tercero es m¨¢s veterano. Tiene 57 a?os, es administrativo, y un experto conocedor del comportamiento de los peces. A partir del mes de junio es la mejor ¨¦poca para la pr¨¢ctica de esta modalidad, aconseja Vicente. "Debe ser un d¨ªa claro, que haga bastante calor y sople un poco de Garb¨ª". El pez tiende a "pasear" por la orilla a primera hora de la tarde. "Tienes que estar en un lugar en el que haya poco agua pero la suficiente para que el pez pueda pasar. Cuando la ola explota sobre el pez es el momento de lanzar el rall. La ola le hace espuma y no te ve ni t¨² a ¨¦l. Necesitas los cinco sentidos. Hay veces que est¨¢s tan concentrado que le oyes hasta saltar". Con un poco de suerte, y siendo un experto, el pescador amb rall puede capturar un d¨ªa propicio unas seis o siete piezas de llises, llobarro o dorada.
"Es una pesca selectiva, no esquilmante", explica Agust¨ª Grau, otro de los aficionados y uno de los impulsores de la Associaci¨® de Pescadors amb Rall de la Comunitat Valenciana reci¨¦n creada. La organizaci¨®n (con la que se puede contactar a trav¨¦s de la p¨¢gina web http://es.geocities.com/aparcova) pretende que este arte tradicional de pesca sea reconocido como patrimonio cultural, etnogr¨¢fico y de identidad propia de los valencianos, y evitar con ello su extinci¨®n. "El 80% de los pescadores amb rall pasan los 60 a?os, y si no hacemos nada en cinco o seis a?os desaparecer¨¢", advierte Grau. Toman como referencia la experiencia seguida en las Islas Baleares, donde se ha establecido una normativa espec¨ªfica que considera esta modalidad como "pesca recreativa". Los pescadores amb rall reclaman la misma consideraci¨®n. "A partir de entonces podremos instrumentalizar v¨ªas de colaboraci¨®n, fomentar su conocimiento popular y recuperarlo. S¨®lo as¨ª evitaremos su extinci¨®n", a?ade Grau.
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