"?C¨®mo voy a creer que un general extranjero va a devolverme la libertad?"
"?C¨®mo voy a creer que un general de un pa¨ªs que durante 12 a?os me ha privado de lo m¨¢s elemental va a devolverme la democracia y los derechos humanos? Es un pretexto", asegura el profesor Wadmi Nadmi, desilusionado con la actitud de un Occidente cuya democracia y libertad siempre ha admirado. Nadmi ense?a Ciencias Pol¨ªticas en la Universidad de Bagdad, pero la suya es una voz inusual en Irak, la de una mente independiente capaz de practicar la cr¨ªtica dentro de los estrechos m¨¢rgenes del sistema. "El ¨²nico opositor tolerado por el r¨¦gimen", seg¨²n le calific¨® Le Monde Diplomatique.
Nadmi, de 62 a?os, comparte la mayor¨ªa de las cr¨ªticas al r¨¦gimen iraqu¨ª que se hacen desde Occidente, pero se cuida de presentarlas de una forma que no sea "da?ina o infundada". "Lo que me ha ayudado es mi educaci¨®n brit¨¢nica; all¨ª aprend¨ª objetividad acad¨¦mica", destaca, en referencia a sus estudios en el Reino Unido entre 1968 y 1974. Al a?o siguiente de su regreso a Irak, le llamaron para que ense?ara en la Universidad de Bagdad, y all¨ª sigue a pesar de no ser miembro del Partido Baaz. Nadmi, baazista precoz a los 15 a?os, abandon¨® sus filas en 1961 desilusionado con sus pol¨ªticas.
"Las sanciones han arruinado nuestra vida", lamenta en su casa de Adhamiya, junto al Tigris. Las paredes forradas de libros dan a¨²n m¨¢s ¨¦nfasis a sus palabras. "Ten¨ªan la esperanza de que [bajo esa presi¨®n] se produjera un golpe de Estado o un cambio, pero es imposible que nadie haga nada cuando tiene que dedicar cada minuto de su vida a sobrevivir", explica, sorprendido de que fuera no se hayan percatado de ello. "Occidente ha deshumanizado a los iraqu¨ªes".
"Da la impresi¨®n de que estamos acerc¨¢ndonos a una ideolog¨ªa que justifica la ley de la selva", se duele. "Ejecutar a alguien antes de que cometa el crimen es ajeno a la tradici¨®n europea -aunque no tanto a la ¨¢rabe- y pone en peligro valores que todos admiramos". "El bombardeo no va a ser s¨®lo contra Sadam Husein o el Partido Baaz, todos nosotros vamos a ser v¨ªctimas", alerta. "Yo no s¨¦ si Irak tiene o no armas de destrucci¨®n masiva, pero no se ha documentado de forma convincente".
"La amenaza de Bush de ocupar nuestro pa¨ªs constituye una pol¨ªtica deliberada para desmoralizar a los ciudadanos y para que acepten un gobierno extranjero a cambio del levantamiento de las sanciones", dice. "Es dif¨ªcil predecir la reacci¨®n de la gente en un pa¨ªs en el que no hay encuestas y no se habla con facilidad", admite, "pero, personalmente, estoy harto de las sanciones y quiero que acaben. La primera semana la gente estar¨¢ contenta, pero luego llorar¨¢ a sus muertos y habr¨¢ gran resistencia a EE UU, porque sus agresiones han calado muy hondo en nuestros corazones".
Nadmi, que demuestra buen conocimiento de la transici¨®n pol¨ªtica espa?ola, opina que un proceso similar hubiera sido bueno para Irak. "Los europeos fueron capaces de inducir cambios en cuatro reg¨ªmenes (Espa?a, Grecia, Portugal y Turqu¨ªa) de una forma indirecta; jugaron un papel constructivo, dici¨¦ndole a la Espa?a de Franco que no pod¨ªa unirse a la UE a menos que se democratizara, e igual con los otros pa¨ªses", se?ala.
"Desgraciadamente, nunca han jugado un papel similar en el mundo ¨¢rabe ni con Sadam ni con Naser, quien no invadi¨® Kuwait, ni Israel, ni Sud¨¢n, y hacia quien, sin embargo, los europeos mostraron una animosidad que revela que no consideraban a los egipcios como iguales", lamenta Nadmi, consciente tambi¨¦n de las diferencias en el desarrollo social de unos y otros pa¨ªses.
"Ya es muy tarde", reconoce. "Ser¨¢ una cat¨¢strofe para este pa¨ªs, pero tambi¨¦n para la alianza angloamericana: Bush no ser¨¢ reelegido, Blair perder¨¢ su puesto y posiblemente tambi¨¦n Aznar", prev¨¦.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.