?Ad¨®nde nos lleva, se?or Aznar?

Atrincherado en la mayor¨ªa absoluta del Congreso, con todas las dem¨¢s fuerzas pol¨ªticas en contra, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar se neg¨® a responder ayer a la pregunta crucial que le plante¨® Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero: ?Ad¨®nde va Aznar? ?Ad¨®nde est¨¢ llevando a este pa¨ªs con esta guerra contra Irak, sin considerar alternativas y en un nuevo clima de crispaci¨®n pol¨ªtica interna sin l¨ªmites? La omparecencia "informativa" del presidente del Gobierno ante el Congreso fue as¨ª un penoso ejercicio de peligrosos sobreentendidos en materia tan grave como la guerra y la paz, y una crispada manipulaci¨®n de las cr¨ªticas de la oposici¨®n y de la historia.

S¨®lo si Sadam Husein abandonara el poder, como patrocina una parte del mundo ¨¢rabe, quedar¨ªa salvada la posici¨®n del presidente del Gobierno espa?ol. De otro modo, su apuesta, ya m¨¢s que impl¨ªcita, es la guerra, un vocablo que reh¨²ye y enmascara con la expresi¨®n de "paz con seguridad". El proyecto de resoluci¨®n copatrocinado por Bush, Blair y Aznar condena por anticipado a Irak al constatar la grave violaci¨®n de la Resoluci¨®n 1.441. Sin concederle ya ni un minuto m¨¢s, tal como dijo ayer ante el Congreso. Nada admiti¨® Aznar de los palpables avances -bajo la presi¨®n de la amenaza del uso de la fuerza- obtenidos gracias a las inspecciones de armas, que "est¨¢n cerca de ser plenamente operativas", seg¨²n su jefe, Hans Blix, que ma?ana presentar¨¢ un informe crucial ante el Consejo de Seguridad.

El contraste entre el bloqueo pol¨ªtico y psicol¨®gico de Aznar y el acuerdo ayer de los ministros de Exteriores de Francia, Rusia y Alemania es total. ?stos prefieren seguir avanzando en el desarme pac¨ªfico de Irak, con un aviso claro: "No dejaremos que pase una resoluci¨®n que autorice el uso de la fuerza". Si Francia o Rusia, o ambos pa¨ªses juntos, hacen uso de su derecho de veto, o no hay mayor¨ªa de nueve votos en el Consejo de Seguridad sobre una resoluci¨®n clara para el uso de la fuerza, la guerra violar¨ªa esa "legalidad internacional" que dice defender Aznar. Y mientras Bush y Rumsfeld admiten que su objetivo no es s¨®lo el desarme de Irak, sino el derrocamiento de Sadam Husein, no contemplada en ninguna resoluci¨®n, Aznar fue virando de forma vergonzante hacia esa posici¨®n al sacar a relucir informes sobre los pisoteados derechos humanos en aquel pa¨ªs y afirmar que "la tiran¨ªa caer¨¢".

El formato de una sesi¨®n informativa permiti¨® a Aznar muchos golpes bajos -como la alusi¨®n a que el PSOE hab¨ªa apoyado la intervenci¨®n en Kosovo porque Solana era secretario general de la OTAN-, una amalgama generalizada en la que incluy¨® la lucha contra ETA, y lo que m¨¢s le gusta, una agresividad propia de quien hace de oposici¨®n a la oposici¨®n pidiendo responsabilidades a Zapatero. ?ste tuvo una intervenci¨®n pausada, razonada y moral, y no se dej¨® atrapar por la trampa de la crispaci¨®n en la que es maestro Aznar, siempre dispuesto a manipular las cr¨ªticas y a decir a cada cual lo que tiene que hacer. Como le record¨® el portavoz de CiU, Aznar tiene un problema de fondo, pero sobre todo "de formas".

Ante el foso que le separa de la opini¨®n p¨²blica y con la oposici¨®n parlamentaria por primera vez unida en contra del Gobierno en una crisis internacional, Aznar se ha bunquerizado en la mayor¨ªa absoluta y en el patriotismo y caudillismo de partido. La votaci¨®n secreta de la v¨ªspera no ha pasado en vano: ha mostrado la f¨¦rrea unidad del PP en torno al jefe. Los diputados populares se permitieron, tras la votaci¨®n, el jaleo y los aplausos propios de un resultado deportivo, sin percatarse de que estaban celebrando una moci¨®n que significa la guerra. El general Myers, presidente de la Junta de Jefes de Estado Mayor de EE UU, ha alertado que ¨¦sta no resultar¨¢ "as¨¦ptica", sino que producir¨¢ numerosas v¨ªctimas civiles. Zapatero reflej¨® un sentir generalizado al afirmar que un ataque contra Irak traer¨¢ "odio en cantidades ingentes". Y ese odio alimentar¨¢ m¨¢s inseguridad. En la estela de Bush, es a eso a lo que nos lleva Aznar.