La carta del exilio de Sadam
Los pa¨ªses ¨¢rabes se inclinan por la salida del dictador, pero nadie puede garantizar su inmunidad ante la justicia internacional
"Me consta que a los saud¨ªes y, en realidad, a la mayor¨ªa de los gobernantes ¨¢rabes les encantar¨ªa evitar la guerra contra Irak con la dimisi¨®n y el exilio de Sadam Husein", declar¨® ayer a EL PA?S un embajador ¨¢rabe en El Cairo, que solicit¨® no ser identificado. "Pero esta f¨®rmula es, de momento, tan s¨®lo un buen deseo; algo que arreglar¨ªa las cosas, pero que es improbable que ocurra", a?adi¨® el diplom¨¢tico, que asisti¨® a la cumbre de los jefes de Estado de la Liga ?rabe celebrada en Sharm el Sheij.
La idea -que ha sido barajada por Gobiernos europeos como el de Italia y Espa?a, y que tambi¨¦n Rusia apoyar¨ªa- tiene inconvenientes casi insalvables. El primero es el numantinismo de Sadam, que ha hecho saber a sus pares ¨¢rabes que prefiere morir luchando en Bagdad. No se ve en un exilio dorado, y mucho menos en una celda como el serbio Slobodan Milosevic o en una jaula como los presos de Guant¨¢namo. El segundo, que, seg¨²n las fuentes consultadas, no hay ning¨²n pa¨ªs ¨¢rabe que se haya ofrecido a acoger al dictador iraqu¨ª y su amplio s¨¦quito familiar, tribal y pol¨ªtico, y los rumores sobre que alguna rep¨²blica de la ex URSS podr¨ªa hacerlo no han sido confirmados. Un tercero es el de qui¨¦n va a Bagdad a convencer a Sadam de la necesidad de irse.
Pero el m¨¢s grave, seg¨²n el embajador, estriba en que "nadie puede garantizar a Sadam su inmunidad frente a futuras persecuciones, tanto por parte de Gobiernos como de tribunales como el de La Haya o de jueces individuales. Piense en Milosevic; piense en lo que le pas¨® a Pinochet con el juez espa?ol Garz¨®n; piense en lo que le est¨¢ pasando a Sharon con un tribunal belga". Desde enero, los l¨ªderes ¨¢rabes, y en particular los de los ricos pa¨ªses petroleros del Golfo, hablan mucho en privado de lo conveniente que ser¨ªa que Sadam hiciera un sacrificio personal que ahorrara a su pa¨ªs y a Oriente Pr¨®ximo los horrores e incertidumbres de una guerra. En las v¨ªsperas de Sharm el Sheij, el secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, hizo un llamamiento a que el c¨®nclave ¨¢rabe pidiera la ca¨ªda de Sadam. Los ¨¢rabes acordaron deso¨ªr oficialmente el llamamiento y no incluirlo, por constituir una "injerencia en los asuntos internos" de Irak, en su orden del d¨ªa.
La sorpresa salt¨® cuando Emiratos ?rabes Unidos present¨® por escrito una propuesta para que la cumbre propusiera la dimisi¨®n y el exilio de Sadam y la colocaci¨®n de Irak bajo mandato conjunto de la Liga ?rabe y Naciones Unidas durante un periodo provisional. El peque?o pa¨ªs petrolero rompi¨® el tab¨², pero el resto no le sigui¨®. La propuesta no fue tomada en consideraci¨®n. El lunes, en una reuni¨®n del Consejo de Cooperaci¨®n del Golfo, Emiratos ?rabes Unidos volvi¨® a la carga y encontr¨® eco favorable en Kuwait y Bahrein. Esos tres pa¨ªses decidieron plantear el exilio de Sadam en la cumbre de la Conferencia Isl¨¢mica que se celebr¨® el mi¨¦rcoles en Qatar. Kuwait lo hizo, pero por las mismas razones que en Sharm el Sheij, las de no injerencia, la amplia mayor¨ªa de los asistentes rechaz¨® discutirlo. Sadam no tiene ning¨²n amigo entre los dirigentes del mundo ¨¢rabe y musulm¨¢n, y, salvo Kuwait, todos prefieren evitar un ataque norteamericano a Irak. Aunque son los peque?os emiratos m¨¢s alineados con Washington los que han osado presentar la idea del exilio, pa¨ªses como Arabia Saud¨ª y Egipto, ahora distanciados de George W. Bush, tambi¨¦n la han pensando. A Turqu¨ªa le vendr¨ªa asimismo muy bien.
Ir¨¢n, que aunque odia a Sadam teme a¨²n m¨¢s a EE UU, present¨® oficialmente el martes su propia f¨®rmula. Se tratar¨ªa de una reconciliaci¨®n entre el r¨¦gimen de Sadam y la oposici¨®n iraqu¨ª, con una amnist¨ªa para todos y la celebraci¨®n de elecciones libres bajo los auspicios de la ONU. "Es una buena idea, porque, a diferencia de la de Emiratos ?rabes Unidos, ofrece una salida dentro de Irak a Sadam y los suyos", dijo una fuente iran¨ª. La cumbre isl¨¢mica tampoco acept¨® debatir esta proposici¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.