Milicianas kurdas contra Sadam
Las tropas nacionalistas del Kurdist¨¢n iraqu¨ª integran a m¨¢s de 500 mujeres en sus filas
Si no fuera por el ramillete de narcisos, la flor nacional kurda, que adorna su mesa, ser¨ªa como cualquier otro despacho cuartelero de las milicias de la Uni¨®n Patri¨®tica del Kurdist¨¢n (UPK), un partido que controla parte del norte de Irak desde la guerra del Golfo, en 1991. Sentada bajo un retrato del l¨ªder hist¨®rico nacionalista Yalal Talabani, la teniente Sirwa Karim, de 27 a?os, est¨¢ al mando de la unidad de mujeres peshmergas -"quien desaf¨ªa a la muerte", en kurdo- en Suleimaniya. Con m¨¢s de 500 j¨®venes alistadas voluntariamente en sus filas, es una de las raras unidades femeninas del mundo ¨¢rabe, y sin duda est¨¢ entre las que tienen m¨¢s posibilidades de entrar muy pronto en combate.
"En nuestro campamento no entra ning¨²n hombre, salvo nuestros superiores"
"En una sociedad como la del actual Kurdist¨¢n iraqu¨ª es dif¨ªcil ser mujer y soldado; preferimos no darnos a conocer en p¨²blico", puntualiza de entrada la teniente Karim, que accedi¨® a conversar exclusivamente con los enviados de EL PA?S y TVE al norte de Irak s¨®lo tras ser autorizada por sus superiores. En el centro de ciudades como Erbil, la capital aut¨®noma, o Suleimaniya, son muchas las mujeres que ejercen profesiones y visten a la occidental -m¨¢s bien a la turca, con pantalones y largas faldas-, pero en el conservador medio rural y en los distritos urbanos perif¨¦ricos, donde se concentra la poblaci¨®n desplazada por anteriores conflictos, el velo isl¨¢mico es la norma, cada vez m¨¢s desbordado por una variante local del chador iran¨ª.
Las mujeres peshmergas llevan uniformes de campa?a id¨¦nticos a los de los milicianos. "S¨ª, hay mujeres casadas, ninguna con otros militares, y con hijos en las filas de este cuerpo, que se cre¨® en 1996, en pleno periodo de combates con las fuerzas del PDK , donde sufrimos nuestras primeras bajas", relata la jefa de la unidad femenina. La sangrienta lucha entre la UPK y el PDK amenaz¨® con hacer saltar por los aires la primera experiencia de autogobierno democr¨¢tico de los kurdos. Ambos partidos se reparten ahora el poder en sendas zonas de influencia territorial.
Las milicianas kurdas se cuadran y sacan pecho al paso de su oficial en jefe, graduada en la Escuela Militar de Suleimaniya y uniformada seg¨²n las normas de las Fuerzas Armadas iraqu¨ªes. Los peshmergas kurdos, m¨¢s de 30.000 en las filas de la UPK y otros tantos en las del PDK, aspiran a integrarse en el Ej¨¦rcito de un futuro Irak democr¨¢tico y federal. La unidad de mujeres cuenta en la actualidad con siete secciones, cinco de las cuales tienen su base en el cuartel general de Suleimaniya y las otras dos est¨¢n destacadas en la l¨ªnea que separa al Kurdist¨¢n aut¨®nomo del resto de Irak. "Estamos contentas de poder estar preparadas para poder luchar ahora mismo", afirma la teniente. "Pero en nuestro campamento no entra ning¨²n hombre, salvo nuestros superiores", advierte la teniente Karim, "y bueno, ustedes tambi¨¦n", apunta finalmente, por primera vez con una sonrisa. "Los dem¨¢s milicianos son como hermanos".
El cuartel general de los peshmergas alcanz¨® el pasado fin de semana el grado de ebullici¨®n del ardor guerrero. Vibrantes himnos nacionalistas kurdos llamaban a defender la patria con orgullo, mientras el general Sheik Jaafar, legendario jefe de la milicia de la UPK, recib¨ªa complacido a la prensa internacional -abrumadoramente norteamericana-, que abarrota los hoteles de Suleimaniya al olor del conflicto que se avecina.
Con motivo del 12? aniversario del alzamiento kurdo en Suleimaniya contra el r¨¦gimen de Sadam, el Gobierno aut¨®nomo aprovech¨® para convertir una rutinaria ceremonia de graduaci¨®n de peshmergas en toda una demostraci¨®n de fuerza. Lanzagranadas anticarro, artiller¨ªa ligera, bater¨ªas de cohetes Katiushas... y, por encima de todo, una exhibici¨®n de la destreza con que rebanan pescuezos con el machete los hombres -algunos casi ni?os- de sus comandos Cobra.
Pobremente armados frente al todav¨ªa poderoso Ej¨¦rcito iraqu¨ª, los combatientes kurdos son temibles, sin embargo, en la lucha de guerrillas en las monta?as que separan a Irak de Ir¨¢n y Turqu¨ªa, donde no han cesado de desencadenar rebeliones nacionalistas a lo largo del siglo XX. Las mujeres peshmergas aseguran que, si es necesario, esta vez estar¨¢n tambi¨¦n en el frente kurdo.
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