Los espa?oles y los portugueses son los m¨¢s reacios de la UE a la energ¨ªa nuclear

Los espa?oles y los portugueses son los ciudadanos europeos que m¨¢s rechazan la energ¨ªa nuclear. Seg¨²n los resultados de un eurobar¨®metro especial sobre energ¨ªa presentado en Bruselas, s¨®lo el 16% de los habitantes de ambos pa¨ªses est¨¢ a favor de investigar en este sector frente a la media europea, que es del 31%. La misma encuesta demuestra, sin embargo, que esta falta de popularidad va pareja a una ausencia de preocupaci¨®n por la seguridad nuclear, pues tambi¨¦n espa?oles y portugueses se distinguen por ser los menos interesados en la seguridad y en los desechos radiactivos.

Los ciudadanos de Finlandia -el ¨²nico pa¨ªs europeo que en este momento proyecta la construcci¨®n de una nueva central nuclear-, de Holanda y de Suecia son, por el contrario, los m¨¢s interesados en la investigaci¨®n nuclear, con porcentajes que superan incluso el 50% de los encuestados.

Los espa?oles tambi¨¦n se destacan del resto de los ciudadanos europeos en su nivel de concienciaci¨®n para reducir el consumo de energ¨ªa y su predisposici¨®n a cambiar sus h¨¢bitos. Consecuentemente, son los que conf¨ªan menos en la capacidad del ciudadano para mejorar la situaci¨®n (un 25% frente a la media europea de un 37%). Para los ciudadanos espa?oles, la mayor capacidad para cambiar las cosas la tienen el Gobierno nacional y, sobre todo, las instituciones europeas.

Salud y medio ambiente

En t¨¦rminos generales, lo que m¨¢s preocupa a los europeos respecto a las distintas fuentes energ¨¦ticas es que ¨¦stas sean respetuosas con el medio ambiente y no pongan en riesgo la salud (el precio est¨¢ en el tercer nivel de preocupaci¨®n), pero no est¨¢n muy dispuestos a cambiar sus h¨¢bitos para reducir la demanda y evitar la dependencia energ¨¦tica europea. El comisario de Investigaci¨®n, Philippe Busquin, resum¨ªa as¨ª la situaci¨®n: "Los ciudadanos saben que la demanda de energ¨ªa va a seguir creciendo y que tal tendencia no es sostenible, pero al mismo tiempo no lo consideran una raz¨®n suficiente para cambiar de h¨¢bitos".

Debido a que el europeo infravalora el perjuicio que causa el transporte, apenas est¨¢ dispuesto a viajar menos, por ejemplo. Su contribuci¨®n la sit¨²a fundamentalmente en el ahorro de energ¨ªa en casa (calefacci¨®n, aire acondicionado y electricidad en general) y, sobre todo, en la investigaci¨®n de energ¨ªas renovables, que son percibidas casi como la panacea.

El 69% de los europeos desea m¨¢s investigaci¨®n en energ¨ªas renovables porque creen (la misma proporci¨®n de ciudadanos) que es la mejor para el medio ambiente. Los europeos creen tambi¨¦n que en el futuro las energ¨ªas renovables ser¨¢n las fuentes energ¨¦ticas m¨¢s baratas y, desde luego, las principales, por encima del petr¨®leo, del gas natural o de la energ¨ªa nuclear.