Saramago vuelve al 'cole'

A sus 80 a?os, Jos¨¦ Saramago volvi¨® ayer al colegio. Y lo hizo en Sevilla, en Mairena del Aljarafe, donde los alumnos y profesores del colegio Aljarafe tributaron un c¨¢lido homenaje al escritor, al pensador, pero sobre todo a la persona. Con un alboroto similar al de la fiesta de fin de curso, los 400 alumnos de este colegio sevillano se afanaban para que todo estuviera listo cuando llegase el Premio Nobel. Los trabajos sobre su obra -en los que han invertido varios meses-, los dibujos con los que los m¨¢s peque?os han ilustrado sus libros e incluso un enorme mural con extractos de sus textos y entrevistas concedidas por el escritor portugu¨¦s a estos estudiantes sevillanos se encontraban listos para pasar revista a su llegada.

Nada m¨¢s flanquear la puerta de entrada de la mano de su esposa Pilar del R¨ªo, Saramago se top¨® con la primera de las muchas sorpresas que le depar¨® la ma?ana: la calurosa bienvenida que le brindaron casi un centenar de p¨¢rvulos que, con sus palmas y sus gritos, lograron mudar el habitual gesto serio del escritor y llevarlo al borde de la l¨¢grima.

Entre una nube de claveles rojos y acompa?ado de las notas de Grandola vila morena, el himno de la revoluci¨®n portuguesa, Saramago agradeci¨® tan entra?able recibimiento con unas palabras cargadas de afecto. "La felicidad puede ser la emoci¨®n e incluso la l¨¢grima. Pocas veces en mi vida he experimentado la emoci¨®n tan cegadora que vosotros me hab¨¦is despertado con vuestra simple presencia. Un momento como ¨¦ste no se puede repetir, ni siquiera cuando el Nobel, porque darse cuenta de que se te han multiplicado los amigos es un privilegio. Os lo agradezco y os lo agradecer¨¦ hasta el ¨²ltimo d¨ªa de mi vida y a¨²n as¨ª ser¨¢ insuficiente. Pod¨¦is contar conmigo y con Pilar para lo que necesit¨¦is", dijo Saramago, que concluy¨® su agradecimiento con los ojos llorosos. "No puedo arriesgarme a dar el triste espect¨¢culo de que vea¨ªs a un se?or mayor llorando", espet¨® levantando carcajadas.

Una vez despojado del halo que rodea al escritor que gan¨® el Premio Nobel, los alumnos pudieron disfrutar de la persona. Durante m¨¢s de una hora, Saramago asisti¨® divertido al ir y venir de estudiantes que sub¨ªan al estrado a plantearle preguntas, a leerle poemas o, simplemente, a felicitarle por sus obras, de las que muchos de ellos no ten¨ªan conocimiento hasta que sus profesores le encomendaron los trabajos con los que ayer sorprendieron a Saramago y que su esposa pidi¨® que les enviasen a su casa de Lanzarote.

La guerra contra Irak, sus influencias literarias, su formaci¨®n, su infancia en Azinhaga... A estas cuestiones se enfrent¨® sin prisas el Nobel, que con su hablar pausado y su reflexi¨®n certera mantuvo enmudecidos, para sorpresa de los docentes, a todos los alumnos. ?El secreto? Que Saramago sac¨® a relucir al ni?o que fue y que, como ayer los estudiantes, se deleitaba escuchando las historias que le contaba su abuelo en medio del campo. "Lo peor que le puede pasar a un adulto es olvidarse que una vez fue ni?o", dijo Saramago, quien concluy¨® su visita animando a los alumnos a mejorar el mundo. "El mundo es una mierda, s¨ª, pero ser¨ªa extraordinario que aqu¨ª comenzase una nueva ¨¦poca de honradez, dignidad, bondad y respeto que ayudase a cambiarlo".