El miedo pone a Gurovic en rebeld¨ªa
El alero serbio del Unicaja se niega a viajar a Croacia con su equipo por temor a represalias
En tiempos de guerra, el temor es libre y poderoso. Milan Gurovic, el alero serbio de Unicaja, se ha negado a viajar a la capital de Croacia, Zagreb, donde ma?ana su equipo debe jugar contra el Cibona en la Euroliga de baloncesto. El jugador asume los riesgos de su decisi¨®n, que cuanto menos le costar¨¢ una sanci¨®n econ¨®mica del club, pero aduce un motivo fuera del alcance de cualquier raciocinio: miedo.
El jugador dice temer por su integridad f¨ªsica y sospecha de que durante su estancia en Zagreb pudiera sufrir represalias por el tatuaje que luce en su brazo izquierdo: una imagen del general ultranacionalista serbio Draza Mihajlovic, fusilado en 1946 acusado de genocida y de servir a los intereses de la Alemania nazi.
Aficionado a los tatuajes -tiene varios-, Gurovic decidi¨® estamparse la imagen del pol¨¦mico general el pasado verano, despu¨¦s de ganar con su selecci¨®n el campeonato del mundo celebrado en Indian¨¢polis (Estados Unidos). El entrenador de Unicaja, Bozidar Maljkovic, tambi¨¦n serbio, dice que se temi¨® un problema as¨ª cuando en septiembre Gurovic reapareci¨® en M¨¢laga con el general Mihajlovic en su brazo. Pero cay¨®. Maljkovic no se pronuncia, no quiere pol¨¦micas innecesarias, y ayer se limit¨® a lamentar que la ausencia de Gurovic "perjudica deportivamente" al equipo.
El episodio es una muestra m¨¢s de los odios y el rencor que tradicionalmente han dificultado la convivencia en los Balcanes, y de que, pese a la desmembraci¨®n en cinco estados independientes de la antigua Yugoslavia, a¨²n se mantienen encendidos algunos rescoldos.
La figura del general Mihajlovic sigue siendo reivindicada por algunos grupos radicales yugoslavos. Ya durante la ¨²ltima guerra de los Balcanes, algunos extremistas serbios refundaron el movimiento chetnik que ¨¦l inspir¨®. Y en las ¨²ltimas elecciones generales, el pasado diciembre, el Partido Radical del ultranacionalista Vojislav Seselj, us¨® su imagen en los actos p¨²blicos.
El jugador se apresur¨® ayer a negar que tenga afinidades con Mihajlovic. Neg¨® que ¨¦ste fuera fuera nazi, y que el ex presidente yugoslavo procesado por cr¨ªmenes contra la humanidad por el Tribunal de La Haya, Slobodan Milosevic, tuviera nada que ver con el pol¨¦mico general, y tambi¨¦n que tiene "muchos amigos croatas" y que no siente odio ni por ¨¦stos ni por otras nacionalidades. Pero todo es en vano, la realidad es que Gurovic se ha negado a viajar a Croacia.
El jugador ya advirti¨® de sus temores hace una semana, e incluso dijo que contratar¨ªa a dos gualdaespaldas para que le acompa?aran en el viaje. La directiva de Unicaja trat¨® de darle todas las garant¨ªas de seguridad, y crey¨® enterrado el asunto, hasta que ayer el jugador comunic¨® su decisi¨®n final. El asesinato hace una semana en Belgrado del presidente serbio Zoran Djindjic pudo ser el detonante decisivo de tanto miedo.
Un portavoz del Club Baloncesto M¨¢laga dijo ayer que Gurovic cree que si viaja "corre peligro f¨ªsico porque hay mucha gente con odio por la guerra". La directiva ya ha anunciado la apertura de un expediente disciplinario al jugador por todo este caso.
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