Las milicias kurdas se ponen bajo mando del Pent¨¢gono
Las mujeres y los ni?os han huido al campo mientras los hombres empu?an las armas en el Kurdist¨¢n iraqu¨ª. Erbil, la capital del territorio que escapa al control de Sadam Husein desde 1991, era anoche una ciudad fantasma, patrullada por los peshmergas (milicianos) en medio de continuos apagones y sometida de hecho a toque de queda. Los l¨ªderes kurdos del Gobierno aut¨®nomo han aceptado poner a sus m¨¢s de 70.000 combatientes bajo el mando de Estados Unidos durante una acci¨®n armada contra el r¨¦gimen de Bagdad, seg¨²n ha confirmado Zalmay Jalilzad, enviado especial del presidente George Bush ante la oposici¨®n iraqu¨ª.
Los peshmergas parecen ahora ser a¨²n m¨¢s necesarios en los planes del Pent¨¢gono para lanzar cualquier ofensiva desde el norte de Irak, a la vista del rechazo de Turqu¨ªa al paso por su territorio de 62.000 soldados de EE UU con armamento pesado. Jalilzad se reuni¨® el martes en Ankara con representantes del Gobierno turco y con los dirigentes kurdos iraqu¨ªes Yalal Talabani, de la Uni¨®n Patri¨®tica del Kurdist¨¢n, y Nechirvan Barzani, del Partido Democr¨¢tico del Kurdist¨¢n, seg¨²n una informaci¨®n difundida por la BBC.
Turqu¨ªa, cuyo Parlamento bloque¨® hace 20 d¨ªas el despliegue terrestre de EE UU para abrir un frente norte contra Bagdad, s¨®lo aceptar¨ªa ahora el paso de tropas a trav¨¦s de su espacio a¨¦reo. El Gobierno de Ankara no ha ocultado su voluntad de intervenir militarmente en Irak con el doble prop¨®sito declarado de controlar un eventual flujo de refugiados hacia la frontera turca y de proteger a la minor¨ªa turcomana del norte iraqu¨ª. Pero, por encima de todo, Turqu¨ªa teme la proclamaci¨®n de un Estado independiente en el Kurdist¨¢n iraqu¨ª que pueda servir de modelo para los m¨¢s de 12 millones de kurdos que viven dentro de sus fronteras. Por todo ello, Jalilzad intenta poner ahora en marcha mecanismos de comunicaci¨®n entre kurdos y turcos para evitar futuros enfrentamientos entre te¨®ricos aliados y en plena retaguardia de las fuerzas estadounidenses en Irak.
Entretanto, de la bulliciosa ciudad de m¨¢s de un mill¨®n de habitantes que era el pasado fin de semana Erbil no quedaba casi nada al mediod¨ªa de ayer. Desde el pasado lunes, cuando Bush lanz¨® su ultim¨¢tum a Sadam, casi todos los comercios permanecen cerrados y la circulaci¨®n es casi inexistente en sus calles. Erbil, a 40 kil¨®metros de las posiciones iraqu¨ªes, y Dohuk, a apenas 10 kil¨®metros, se hallan dentro del alcance de la artiller¨ªa pesada y los misiles del Ej¨¦rcito iraqu¨ª. Suleimaniya, en el sur del territorio aut¨®nomo, tambi¨¦n fue atacada con misiles tras el levantamiento contra Sadam que se desencaden¨® tras la guerra del Golfo.
La carretera que lleva desde Zaho, en la frontera turco-iraqu¨ª, hasta Erbil, est¨¢ salpicada de campamentos provisionales con lonas y cuerdas levantados por las familias que han escapado de las ciudades. La mayor parte de las casas de las aldeas han reforzado puertas y ventanas con pl¨¢sticos para evitar la penetraci¨®n de gases t¨®xicos en caso de un ataque qu¨ªmico. La movilizaci¨®n militar parece general, y los peshmergas, con abundante munici¨®n de reserva y cascos de combate, controlan todos los cruces del camino, en una zona pr¨®xima a la provincia iraqu¨ª de Mosul, que cuenta con una importante guarnici¨®n militar.
En los puestos de gasolina de contrabando del puente de Kalar, en el l¨ªmite entre el Kurdist¨¢n aut¨®nomo y el resto de Irak, el combustible ha aumentado de precio un 60% en las ¨²ltimas 48 horas.
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