Lecciones de mafia en Sicilia

La literatura y el cine lo hab¨ªan contado ya, pero la confirmaci¨®n de que el bautismo mafioso s¨®lo puede obtenerse en Sicilia acaba de darla ahora un hombre de honor de viejo cu?o: Antonio Giuffr¨¦, el ¨²ltimo arrepentido de Cosa Nostra. El relato de Giuffr¨¦ a los agentes del FBI que le interrogaron recientemente, revela hasta que punto son s¨®lidos los lazos entre las grandes familias mafiosas italo-americanas y la Cosa Nostra siciliana.

Lejos de renegar de sus or¨ªgenes, los grandes capos del otro lado del oc¨¦ano han enviado peri¨®dicamente a sus soldados a Sicilia para formarse como hombres de honor. El FBI sab¨ªa que algunos afiliados al poderoso clan Bonnano -una de las cinco grandes familias mafiosas de Nueva York- hab¨ªan viajado a la isla italiana para recibir ense?anzas que nadie puede darles en los Estados Unidos. Pero ignoraba que el trasiego de mafiosos haya sido mucho m¨¢s amplio y constante, seg¨²n lo declarado por Antonino Giuffr¨¦, que llega al extremo de insinuar una complicidad de la mafia americana en los asesinatos de los jueces Giovanni Falcone y Paolo Borsellino, ocurridos en Sicilia, en la primavera de 1992.

"Aquella mafia hace agua por todas partes", coment¨® Giuffr¨¦ al FBI

Detenido en abril del a?o 2002, Giuffr¨¦, brazo derecho de Bernardo Provenzano, -supuestamente el actual padrino de Cosa Nostra, en paradero desconocido desde hace 40 a?os-, decidi¨® colaborar con la polic¨ªa italiana a partir de junio pasado. Desde entonces, este hombre rudo, con aspecto de campesino iletrado, alto y serio, no ha dejado de hacer revelaciones sensacionales sobre la vida interna de la Mafia y sobre sus contactos pol¨ªticos.

Despu¨¦s de haber resucitado en Italia viejos e inquietantes fantasmas (en enero declar¨® que la Mafia estableci¨® contactos con Forza Italia, partido del primer ministro italiano, Silvio Berlusconi), Giuffr¨¦ ha contado sus secretos americanos a los agentes del FBI. "Yo no he estado nunca en Am¨¦rica", les dijo, pero "aquella mafia hace agua por todas partes y necesita personas m¨¢s fuertes y no simples aficionados o ignorantes en su sector, los jefes se han dado cuenta y les han obligado a venir aqu¨ª".

Puede que Corleone, patria chica de Tot¨® Riina, se haya hecho m¨¢s famosa, gracias a pel¨ªculas como El Padrino (y sus espl¨¦ndidas secuelas) pero, seg¨²n Giuffr¨¦, la zona mafiosa por excelencia, donde la filosof¨ªa y los valores de la honorata societ¨¤ se mantienen casi intactos pese al desgaste del tiempo, est¨¢ en torno a Castellammare del Golfo, en el oeste de la isla. En esta localidad, donde naci¨® Joe Bonnano, padrino m¨¢ximo de la mafia italoamericana, fallecido en mayo pasado en Tucson, a los 97 a?os de edad, los capos de Cosa Nostra se rigen por los antiguos ritos. Los valores son los de toda la vida, y giran en torno a dos pilares esenciales: respeto y reserva.

"En los Estados Unidos hasta los padrinos hablan demasiado", dice Giuffr¨¦. En la regi¨®n de Trapani siguen vivos, en cambio, los c¨®digos de la omert¨¢ y del silencio, del honor y la venganza, olvidados ya en la vida interna de los clanes americanos. Los mafiosos americanos especie de inmersi¨®n profunda en las ra¨ªces y los comportamientos de la Mafia.

Giuffr¨¦ asegura que las relaciones de las familias mafiosas a ambos lados del oc¨¦ano nunca se debilitaron, hasta el punto de que, seg¨²n el arrepentido, las reglas de conducta y el reparto territorial de derechos y deberes se mantuvo pese a la distancia oce¨¢nica y a la enorme diferencia cultural. Estos r¨ªgidos principios explicar¨ªan la conexi¨®n italoamericana en los asesinatos de Falcone y Borsellino.

La explicaci¨®n que da Giuffr¨¦ de dos asesinatos, cuyo impacto cambi¨® la faz de Italia y de la mafia (al a?o siguiente ser¨ªa arrestado Riina) puede resultar convincente. "Recuerdo que en torno a 1983 la mafia internacional recibi¨® varios golpes dur¨ªsimos gracias a Giovanni Falcone y a un juez americano Rodolfo Giuliani", dice el arrepentido. Golpes que la mafia internacional ten¨ªa que devolver.

Por supuesto, reconoce el brazo derecho de Provenzano, la Mafia americana, potent¨ªsima, podr¨ªa haber organizado directamente su propia vendetta, sin demasiados escr¨²pulos. Pero las reglas complejas de Cosa Nostra impon¨ªan que fuera la mafia siciliana la que le "arreglara las cuentas" a un magistrado palermitano y por ese motivo, bajo la jurisdicci¨®n de Tot¨® Riina, en aquellos a?os el padrino y jefe absoluto de la Cosa Nostra siciliana. L¨¢stima que la explicaci¨®n no sirva para el asesinato de Paolo Borsellino, y deje m¨¢s inc¨®gnitas de las que pretende resolver sobre el tr¨¢gico final de los dos jueces.