Precisiones
En EL PA?S del domingo d¨ªa 2 de marzo de 2003 aparec¨ªa una entrevista con el se?or Garc¨ªa Alonso, director general de la Agencia Espa?ola del Medicamento (AEM), de la cual una parte extensa se refer¨ªa al producto BIO-BAC, a su inventor y productor y a sus consumidores. Y, comoquiera que les asisto como letrado, y a su solicitud, ruego nos permitan algunas buenas precisiones al efecto:
1. Sin discutir los juicios que el entrevistado emite sobre el sistema p¨²blico de salud, discutibles en todo caso, habr¨ªamos de se?alar que no est¨¢ concebido para "conceder el derecho a la salud, sino para garantizarlo e instrumentarlo, con respeto al cientifismo", pero sin que ¨¦ste lo imposibilite.
2. Nos gustar¨ªa dejar bien claro que "lo cient¨ªfico" no es el mantenimiento de una opini¨®n personal ni el criterio de un funcionario, ni la postura y/o creencia de un organismo, sino la consecuencia de un acto jur¨ªdico conforme a la legalidad de un Estado de derecho. Y es en ese orden de cosas donde modestamente opinamos que ni se han hecho, ni se est¨¢n haciendo bien, los deberes administrativos en cuanto a BIO-BAC. La verdad no es siempre la ciencia.
3. No vale para descalificar al referido producto, ni querer cachondearse de su inventor ("fue a ver al Caudillo"), ni de los consumidores ("... entender c¨®mo la magia tiene tantos adeptos"), ni siquiera de sus defensores ("... cree en extraterrestres y niega la existencia del virus del sida").
4. No tiene explicaci¨®n jur¨ªdica, ni pol¨ªtica ni, desde luego, humana lo que est¨¢ ocurriendo con BIO-BAC, dicho sea con todos los respetos. No se entiende c¨®mo se ignora, directa y abiertamente, a esos enfermos "estafados": no se justifica un problema enquistado en la Administraci¨®n sanitaria desde el franquismo; no puede aceptarse que las autoridades sanitarias se erijan en juez y parte, se oculten en el silencio, valoren y prejuzguen y se resistan al di¨¢logo con el productor, los m¨¦dicos que prescriben, o quienes les asesoran o asisten. Y no es de recibo que en un Estado de derecho se presuman hechos delictivos sin indicios racionales, se desplieguen rid¨ªculas operaciones de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
5. Y, sobre todo, no viene a cuento ning¨²n "cientifismo" para no ilustrados. En las declaraciones que precisamos, en las que ya no hay referencia a la inocuidad del BIO-BAC, hay una central explicaci¨®n de su falta de reconocimiento formal en la reiteraci¨®n de que no hay ensayos cl¨ªnicos, y no los hay ya que no pueden hacerse porque "el medicamento no tiene consistencia lote a lote". Eso es falso, seg¨²n testimonios muy respetables que la AEM deber¨ªa constatar. Const¨¢tese, pues, p¨²blicamente, si es cierto o no que haya ensayos cl¨ªnicos, si son v¨¢lidos o no, si son posibles o no otros nuevos. Ni el producto, ni los cl¨ªnicos ni los enfermos tratados con BIO-BAC tienen miedo alguno a la verdad.
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