Perros y bombas
S¨¢nchez-Drag¨® grab¨® su Negro sobre blanco en el restaurante El Chocolate de Villagarc¨ªa de Arousa. El motivo: charlar con dos poetisas gallegas: Blanca Andreu, veterana con galones, y Yolanda Casta?o, valor emergente de psicod¨¦licas u?as.
Estilo Drag¨®
Adjetivos y citas sustentan un estilo espiral ba?ado en zumo de egolatr¨ªa erudita. Casta?o, pese a la audacia de su imagen (parec¨ªa la inquietante propietaria de un fumadero de opio de pel¨ªcula muda y consigui¨® que el realizador le dedicara planos cada vez m¨¢s cortos), se resisti¨® a que sonaran sus versos cantados y dej¨® claras sus ideas: "A m¨ª no me pesa Quevedo". Pues vale. Drag¨® la desarm¨® con una pregunta-trampa: "?Cu¨¢nto te falta para ser sagrada?". Por muy buena poetisa que seas y m¨¢s bonitos que tengas los ojos, es imposible responder a eso. Entre tanto intercambio de conceptos como radicalismo intimista y morboadicci¨®n andr¨®gina, lo m¨¢s po¨¦tico fue cuando Blanca Andreu sac¨® a bailar a su perro. El chucho se marc¨® unos pasos mientras la poetisa le animaba con un poco quevediano: "Venga, por sevillanas". No descarto que veamos al perro en El diario de Patricia.
Amigos y basura
Pedro Erquicia, alma de Documentos TV, contaba hace poco: "Yo positivizo la abundancia de programaci¨®n basura, porque lo que ha conseguido es que lea m¨¢s, que vaya m¨¢s al cine y que vea m¨¢s a mis amigos". Qu¨¦ suerte la suya. Cuando consigo despegarme de la tele, leo y voy al cine, s¨ª, pero constato que la proporci¨®n de libros y pel¨ªculas basura es la misma que de programas basura en televisi¨®n. En cuanto a los amigos, se pasan el rato hablando de programas te¨®ricamente basura, as¨ª que, si no estoy al d¨ªa, no puedo seguir su divertid¨ªsima conversaci¨®n sobre la masturbaci¨®n a Dinio o la ¨²ltima reyerta entre Encarni y Kiko, que, aspirando a hundirla, se ha convertido en su jefe de prensa.
La tregua
Mi prop¨®sito es hablar poco de la guerra. No por ignorar un conflicto que est¨¢ siendo tratado de un modo parecido al que emplean los estudios de cine para hacer sus tendenciosos making-off (a falta de informaci¨®n, reacciones de secundarios; a falta de an¨¢lisis, especulaciones; a falta de reflexi¨®n, bandas sonoras que actualizan la ret¨®rica de pel¨ªcula del Oeste con ciudad sin ley en manos de terribles cuatreros desarmados por la fuerza de un pistolero o del S¨¦ptimo de Caballer¨ªa), sino para compensar el alud b¨¦lico hablando de algo tan aparentemente banal como la vieja televisi¨®n de siempre. Por ejemplo: pocas horas antes de que empezaran los bombardeos, a las 11.53 horas del mi¨¦rcoles, quiz¨¢ aprovechando que Mar¨ªa Teresa Campos se hab¨ªa ausentado de D¨ªa a d¨ªa, Alejandro Lequio dijo: "Tambi¨¦n los feos tienen derecho a follar". Y Bel¨¦n Rodr¨ªguez, que participaba en este elevad¨ªsimo debate, a?adi¨®: "Tambi¨¦n se puede ser ninf¨®mana y no saber d¨®nde tienes el punto G". Bueno es saberlo.
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