Dos cuadros 'perdidos' de Goya salen a subasta tras ser vistos en el Prado

"Es de Goya, seguro". Richard de Willermin, experto en pintura espa?ola e italiana de los siglos XVII y XVIII de la sala Alcal¨¢ Subastas, de Madrid, explic¨® ayer el hallazgo de dos cuadros de Francisco de Goya (1746-1828), de tema religioso, pintados hacia 1787, cuando iba a conocer otra obra en la casa de una familia madrile?a. Los dos ¨®leos han permanecido 10 d¨ªas en el Museo del Prado, donde han sido analizados por ocho especialistas. La direcci¨®n del museo no se pronunci¨® de forma oficial, aunque varias fuentes indican que no hay dudas sobre la autenticidad.

"No tengo autorizaci¨®n para decir los nombres de los expertos del Prado que han visto los cuadros, y tampoco hubiera convocado esta rueda de prensa si no tuviera la seguridad de que se trata de obras de Goya", afirm¨® Richard de Willermin en la presentaci¨®n de las dos pinturas, ¨®leo sobre lienzo, de 63,5 por 51,5 cent¨ªmetros, de car¨¢cter religioso, que representan temas de la Sagrada Familia y Tob¨ªas y el ?ngel.

Las obras proceden de una antigua colecci¨®n particular de Madrid, desde finales del siglo XIX. Hace 10 a?os, en una testamentar¨ªa, se valoraron en 250.000 pesetas, y en un primer momento la casa de subastas las tas¨® en 1.500 euros. El pr¨®ximo 7 de mayo, Alcal¨¢ Subastas las pondr¨¢ a la venta entre 3,5 y 5 millones de euros, por lo que pueden alcanzar los cuatro millones, seg¨²n la firma de subastas.

Los especialistas del Prado ten¨ªan orden de la direcci¨®n del museo de no comentar nada y remit¨ªan al departamento de comunicaci¨®n. La encargada de relaciones con los medios, Elena Garrido, declar¨® que el museo no se pronunciar¨¢ de forma oficial porque "la instituci¨®n no puede realizar un dictamen sobre obras de arte que est¨¢n en el mercado".

Los cuadros, localizados hace un mes en un pasillo y un dormitorio de una casa particular, han permanecido 10 d¨ªas en el Prado, donde han sido vistos por especialistas-ocho, seg¨²n Gonzalo Mora, consejero delegado de Alcal¨¢ Subastas, cuya lista conserva con sus nombres-. En el museo se realizaron an¨¢lisis t¨¦cnicos, cuyos resultados tampoco han sido dados a conocer a la casa de subastas, como es habitual en estos casos. De Willermin y Mora afirmaron que hubo acuerdo entre los expertos en identificar los cuadros como de Goya.

Alcal¨¢ Subastas tambi¨¦n ha hecho sus propios estudios t¨¦cnicos, seg¨²n Richard de Willermin, aunque no ofreci¨® los datos espec¨ªficos. Se?al¨® que las radiograf¨ªas indican que no hay arrepentimientos o cambios durante la ejecuci¨®n de los cuadros, realizados "a la prima" por el artista, "pintados con seguridad". Las reflectograf¨ªas de infrarrojos indican algunas partes de un dibujo subyacente "que no es decisivo" en la composici¨®n general.

Los cuadros no est¨¢n fechados ni firmados, habitual en Goya, conservados con marcos del siglo XIX. Richard de Villermin sit¨²a las obras hacia 1787, por las semejanzas con otros cuadros de car¨¢cter religioso de la misma ¨¦poca, que se considera de un mayor neoclasicismo del artista, as¨ª como el empleo del blanco de plomo, que afecta a la iluminaci¨®n.

El experto de la casa de subastas relaciona los cuadros con la Anunciaci¨®n de la colecci¨®n Osuna, pintada hacia 1784-1785, cuyo boceto se encuentra en el Prado; el

San Bernardo y el Tr¨¢nsito de san Jos¨¦, del real convento de santa Ana de Valladolid, y la Aparici¨®n de la Virgen a san Juli¨¢n, un cuadro de altar de la iglesia de Valdemoro (Madrid).

De Willermin adelanta que puede ser un encargo de una familia particular o de un convento de monjas, e incluso se puede tratar de un tr¨ªptico, por la distinta escala de los cuadros, con la Sagrada Familia como tema central. La deducci¨®n es por los temas: el de Tob¨ªas y el ?ngel como s¨ªmbolo de la partida de un ni?o del n¨²cleo familiar, y el de la Sagrada Familia relacionado con la virginidad.

Otros aspectos que han documentado es la coincidencia en los mismos a?os de otro ?ngel de la Guarda pintado por Francisco Bayeu. Sobre el de la Sagrada Familia, lo compara con el cuadro fechado hacia 1780 que se encuentra en el Prado, con influencia de Mengs en el tratamiento de algunas figuras, aunque el modelo empleado para el san Jos¨¦ es com¨²n. Se?alan que el rostro de la Virgen recuerda al de la Inmaculada pintada para las Calatravas de Salamanca, cuyo boceto est¨¢ en el Prado. "Son dos im¨¢genes de un profundo valor simb¨®lico y humano y una conmovedora penetraci¨®n psicol¨®gica".