El gran fiscal de la CPI

El abogado argentino Luis Moreno Ocampo todav¨ªa no se ha recuperado del choque que le ha producido su nuevo puesto de trabajo para los pr¨®ximos nueve a?os. La Corte Penal Internacional (CPI), en vigor desde el 1 de julio de 2002, le ha nombrado fiscal jefe, es decir, la cara m¨¢s p¨²blica del nuevo tribunal para cr¨ªmenes de guerra, con sede en La Haya.

Moreno Ocampo (50 a?os, Buenos Aires) tiene una larga trayectoria en defensa de los derechos humanos y de la lucha contra la corrupci¨®n. Su deb¨² se produjo en 1985, en el juicio a las juntas militares que enterr¨® la ¨²ltima dictadura argentina (1976-1983). Aquel proceso hist¨®rico concluy¨® con las condenas a cadena perpetua de los integrantes de la c¨²pula de las Fuerzas Armadas, entre ellos el general Jorge Rafael Videla y el almirante Emilio Massera.

Como fiscal, el desaf¨ªo que tiene por delante es mayor, si cabe, que el de demostrar la culpabilidad de los viejos dictadores argentinos. Sus atribuciones ser¨¢n muy amplias, hasta el punto de que podr¨¢ presentar casos sin necesidad de consultar previamente con el Estado afectado.

Todas las naciones que han firmado y ratificado el Estatuto de Roma, 89 de los 139 signatarios, pueden ser investigadas. Como Irak y Estados Unidos no son miembros del tribunal internacional porque no lo aceptan, ni Sadam Husein ni George W. Bush podr¨ªan ser llevados al banquillo de los acusados. La CPI tiene jurisdicci¨®n en aquellos cr¨ªmenes cometidos despu¨¦s del 1 de julio de 2002, fecha de entrada en vigor del Estatuto de Roma, y se ha dado un plazo de siete a?os para definir como figura delictiva la agresi¨®n y la declaraci¨®n de guerra.

La ausencia de EE UU

Hasta finales de mayo, el fiscal residir¨¢ en Boston, donde dicta un curso en la facultad de Derecho de la Universidad de Harvard sobre fiscales y corrupci¨®n, que analiza el funcionamiento de los ministerios p¨²blicos en todo el mundo. A partir de junio, cambiar¨¢ de continente y se instalar¨¢ en la apacible y bien comunicada ciudad de La Haya, con el objetivo de lograr la consolidaci¨®n de la Corte al Penal Internacional y expandir su base de pa¨ªses signatarios.