Censura creativa y constructiva
Esboc¨¦ en Puente Genil (Encuentros de poes¨ªa y narrativa) la teor¨ªa de la censura creadora: burlarla, rodearla, saber decir lo que no se puede, crea literatura: met¨¢foras, im¨¢genes, alusiones. El Quijote, el C¨¢ntico espiritual. Y la prensa: como g¨¦nero de ficci¨®n. Ment¨ª durante cuarenta a?os en un triunfo militar de la censura que se parec¨ªa al teatro: los actores (nosotros), los espectadores (el lector) y el autor (Franco, como arquetipo de censor con pena de muerte) sab¨ªamos que todo era mentira. Hab¨ªa que leer "entre l¨ªneas", famosa frase de la lengua espa?ola: avezados lectores en descubrir claves. Pero hab¨ªa que escribir entre l¨ªneas: un arte del periodismo, de la ficci¨®n en general (la homosexualidad en Shakespeare, el sexo prohibido en Lope). Algunos periodistas, algunas publicaciones se especializaron en escribir para que lo entendiera el lector y no el censor. Se fue haciendo un progreso en el sentido comunista: "Un paso atr¨¢s, dos adelante".
La censura no se contentaba con prohibir: quer¨ªa crear, y colocaba sus consignas, sus citas, sus frases. Fueron de gran ayuda: se detectaba la mentira pura, sin escritura invisible entre las l¨ªneas. Ahora la censura quiere realizarse por nuevos medios como la invenci¨®n de informaci¨®n y la met¨¢fora de las consignas: como no tienen arte ("Impacto y pavor", qu¨¦ verg¨¹enza; "Eje del mal", qu¨¦ risa), se nota m¨¢s su mentira. En los mu?ecos del Canal +, Aznar sale con una nariz enorme, f¨¢lica: entrel¨ªneas est¨¢ Pinocho, cuya nariz crec¨ªa cuando ment¨ªa. El problema que tienen es que ellos lo dicen directamente, y se nota. Los or¨ªgenes de esta enorme ola de protestas que se comen al Gobierno est¨¢ en lo ostensible de las mentiras que se encadenan. Cuando se miente por un m¨¦todo o un sistema basado en la mentira, las mentiras fuerzan a las siguientes hasta ser ostensibles, y fuerzan al sistema de ficci¨®n gobernadora a llegar al disparate, a ser machaconas: y van hacia peor para ellos. Tendr¨ªan que secundarlo con fuerza. Fuerza p¨²blica: grandullones pegando a chicas con porras de reglamento, encapuchados haciendo desmanes pero impunes; amenazar a la oposici¨®n... Cada vez m¨¢s grotesco: m¨¢s destructor de sus autores. No me extra?a que fueran los actores los primeros en descubrirlo y proclamarlo: ellos trabajan en la ficci¨®n leal y advierten la torpona, la del autor inculto. La censura activa de la coalici¨®n va contra ella. Un bumer¨¢n.
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