V¨ªctima del distinto color pol¨ªtico
El degradado barrio ilicitano de San Ant¨®n recibe con retraso el plan de ayudas por las fricciones entre el Consell y el Ayuntamiento
Cinco a?os de espera es suficiente tiempo para suscitar serias dudas entre los vecinos de la barriada de San Ant¨®n de Elche, formada por m¨¢s de una decena de bloques construidos entre 1950 y 1960, y habitada en su mayor¨ªa por personas mayores. "Yo s¨®lo me creo lo que veo", afirma la presidenta vecinos de este barrio, Carmen Agull¨®, de 78 a?os. Su rostro surcado por las arrugas del tiempo no le priva de una mirada juvenil y guerrera con la que ha defendido las ayudas del Instituto Valenciano de la Vivienda (IVVSA) ante la Consejer¨ªa de Obras P¨²blicas y el Ayuntamiento de Elche.
Los 19 millones de euros con que la Generalitat financiar¨¢ las obras de la barriada a fondo perdido han encontrado su camino hasta San Ant¨®n. El pasado mi¨¦rcoles el consejero de Obras P¨²blicas, Jos¨¦ Ram¨®n Garc¨ªa Ant¨®n, entregaba la copia del acuerdo de ayudas al barrio al subdelegado del Gobierno valenciano en Elche, Manuel Ortu?o. Las ayudas a fondo perdido financian las obras de reconstrucci¨®n del barrio con m¨¢s de 9.000 euros por vivienda, ayuda suficiente para acometer las obras de seguridad de los edificios.
Sin embargo, el convenio llegaba con m¨¢s de seis meses de retraso y tras una decena de requerimientos del Consistorio por cartas al consejero y al director general de Arquitectura y Vivienda, Jos¨¦ Mar¨ªa Garc¨ªa Zarco. Ortu?o entreg¨® en mano el acuerdo al alcalde, el socialista Diego Maci¨¤, que qued¨® encargado de ratificarlo en el pleno del pr¨®ximo lunes. Y fue m¨¢s lejos: "Hemos hecho averiguaciones a cargo de la Subdelegaci¨®n del Gobierno y hemos descubierto que gente del entorno del Ayuntamiento y de empresas han comprado viviendas en el barrio para especular". Estas investigaciones, seg¨²n Ortu?o, explican el retraso de la remisi¨®n del acuerdo. El subdelegado del Gobierno apunta que los pisos comprados a unos 12.000 euros pueden generar, gracias a las ayudas de p¨²blicas del Consell, plusval¨ªas de 60.000 euros. "Estamos soliviantados desde hace cinco a?os", declara Carmen mientras mira con escepticismo un mont¨®n de recortes de prensa sobre la situaci¨®n de su barrio. "La realidad es que unos se culpan a otros del retraso. Lo cierto es que el Ayuntamiento ha estado muy atentado a nuestros requerimientos, pero claro, si no llega el dinero...", apunta. No obstante, Carmen Agull¨®, esta ilicitana que ha pasado media vida en Francia, sentencia: "Si en el Gobierno valenciano hubiera un grupo af¨ªn al Ayuntamiento de Elche el dinero hubiera llegado antes", una tesis que comparte el gobierno municipal.
En enero de 2002 se produjo el primer requerimiento de urgencia desde el Consistorio ilicitano a los responsables de la consejer¨ªa. Con fecha del 15 de enero, y firmado por Maci¨¤, se remiti¨® un fax a la atenci¨®n del responsable de Arquitectura y Vivienda: "El motivo de contactar contigo es interesarme por el estado de tramitaci¨®n del Convenio relativo al Barrio de San Ant¨®n de esta ciudad, que se encuentra pendiente desde hace unos meses". Despu¨¦s de esta comunicaci¨®n, continuaron una serie destinada a Garc¨ªa Zarco y al consejero que termin¨® el 17 de febrero de 2003. Seg¨²n afirma el concejal ilicitano de Vivienda, Carlos Gonz¨¢lez, los faxes y ep¨ªstolas nunca tuvieron respuesta. Es m¨¢s, un d¨ªa antes de que llegara el convenio a Elche el concejal remiti¨® una carta a los vecinos para informarles del retraso de las obras ante la falta de respuesta de la consejer¨ªa. En julio de 2002 ya se hab¨ªa establecido la rehabilitaci¨®n del barrio entre el consistorio y la Generalitat.
Meses antes, el Ayuntamiento comenzaba las obras de apuntalamiento del bloque 15 del barrio, el que se encuentra en peor estado. La estructura se mantiene asegurada por m¨¢s de una decena de vigas de acero situadas en el exterior, asegurando la fachada. Adem¨¢s, los locales y las escasas viviendas de los bajos que contin¨²an habitadas conviven con las vigas de acero clavadas entre el suelo y el techo. La humedad y la aluminosis se han encargado de convertir el edificio en un escenario b¨¦lico.
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