Andr¨¦s Ib¨¢?ez defiende el poder de la imaginaci¨®n en su nueva novela

El escritor Andr¨¦s Ib¨¢?ez (Madrid, 1961) apareci¨® el lunes en la presentaci¨®n en Madrid de su novela La sombra del p¨¢jaro lira (Seix Barral) con una cajita de laca en la mano. Y es que este objeto explica el origen de su nuevo libro. "Mi madre fue enviada a Rusia durante la guerra civil como muchos otros ni?os. Por eso, cuando yo nac¨ª me contaba muchos cuentos rusos", afirm¨® el autor.

"A?os m¨¢s tarde mi mujer, cuando termin¨¦ mi primera novela, La m¨²sica del mundo, me regal¨® una cajita rusa lacada. En la tapa hab¨ªa pintado un pr¨ªncipe, vestido de rojo con brocados, que en medio del bosque recog¨ªa una pluma del suelo, un dibujo que me trajo a la memoria im¨¢genes de mi infancia". Y a partir de esa escena, Ib¨¢?ez escribi¨® una peque?a historia sobre el pr¨ªncipe que guard¨® en un caj¨®n. Hasta que hace unos meses termin¨® recuperando el texto con la idea de escribir un cuento para gente joven lleno de hadas, magos, dragones y animales. Pero la historia fue creciendo y finalmente el cuento, "que ocupa un tercio del libro", se transforma luego en "una novela de aprendizaje para todos los p¨²blicos, en la que una especie de Don Quijote al rev¨¦s llega a una ciudad del siglo XX con aviones y cine y desea convertirse en un ser real", explic¨® el escritor, profesor y cr¨ªtico literario.

"El tono de La sombra del p¨¢jaro lira es m¨¢s ligero que el de mis libros anteriores. He intentado que mi prosa sea m¨¢s sencilla y que no hubiese nada de ensayo. Lo que he querido es transformar mis pensamientos en im¨¢genes e historias". "Mis libros ten¨ªan unos pasajes ensay¨ªsticos que me parec¨ªan una trampa al lector. Mi reto es la narraci¨®n pura". "La sombra del p¨¢jaro lira es una mezcla de las novelas del siglo XVIII, como Casanova, con los libros de ciencia-ficci¨®n", afirm¨® el director de Seix Barral, Adolfo Garc¨ªa Ortega, quien calific¨® al autor como "el Umberto Eco espa?ol".

"Este libro hace una defensa de la imaginaci¨®n como forma de inventarse a s¨ª mismo", prosigui¨® Ib¨¢?ez, que asegur¨® no haberse divertido nunca tanto escribiendo como en esta ocasi¨®n.