Guerra contra Europa
Si admitimos que los motivos de esta guerra son econ¨®micos, debido a su alto coste, las reservas de petr¨®leo de Irak no sabemos si cubrir¨¢n los gastos de su invasi¨®n, y tambi¨¦n somos conscientes de que una subida del petr¨®leo har¨¢ viables otras alternativas, vi¨¦ndose a los pa¨ªses exportadores y distribuidores obligados a aumentar su producci¨®n, o en su caso, sus reservas para estabilizar su precio. Si todo girara alrededor del petr¨®leo, tendr¨ªamos que analizar por qu¨¦ el r¨¦gimen irak¨ª vendi¨® el petr¨®leo en Euros, siendo ¨¦sta una medida que le perjudicaba econ¨®micamente. Posiblemente lo hizo porque sab¨ªa que le afectaba de una manera muy importante a la econom¨ªa americana, y sobretodo si los otros pa¨ªses ¨¢rabes siguieran su ejemplo.
Por tanto podr¨ªamos decir que esta guerra tambi¨¦n podr¨ªa ser una guerra contra Europa. Y por la hegemon¨ªa mundial de los EE UU y el control de Oriente Medio. Hemos de recalcar la diferencia de los valores que defiende Europa, una Europa que ante la falta de enemigos ha rebajado su presupuesto militar, y se caracteriza por una cobertura social y una econom¨ªa estable, frente a unos EE UU en recesi¨®n y un modelo fuertemente liberal o de capitalismo salvaje. Todo ello cobra una especial relevancia en la era de la globalizaci¨®n cuando nos encontramos con la necesidad de crear nuevas reglas y ¨®rganos internacionales, para evitar las desigualdades norte-sur. Este ¨®rgano, que podr¨ªa ser la ONU, se ha visto deslegitimado, no sabemos si en una jugada premeditada, en este conflicto.
Por eso es muy importante la posici¨®n de la ONU en este conflicto, y su resoluci¨®n, a trav¨¦s de este ¨®rgano y no a trav¨¦s de la fuerza, con la guerra, que a largo plazo puede traer inseguridad, por la amenaza terrorista, y como consecuencia inestabilidad econ¨®mica.
Ante estos hechos nos podr¨ªamos encontrar con una jugada de estratego, si no fuera porque las v¨ªctimas son humanas y reales, y ¨¦ticamente no se puede justificar esta guerra.
Qu¨¦ papel juega Espa?a en este juego de estrategia: no pasar¨ªa de ser un aliado coyuntural, del cu¨¢l se olvidar¨¢n una vez pasado el conflicto, vi¨¦ndose da?ada en cambio su relaci¨®n con Europa, su socio tradicional y su mercado principal, entre otras cosas porque es donde tiene m¨¢s igualdad de fuerza a la hora de negociar, en t¨¦rminos econ¨®micos. Este da?o a la econom¨ªa espa?ola se hace sin consultar con su poblaci¨®n, que est¨¢ mayoritariamente en contra de la guerra, y con un claro talante europe¨ªsta. Como podemos ver en este an¨¢lisis, nos jugamos mucho en esta guerra: un futuro de cobertura social, con una globalizaci¨®n justa o un modelo ultra-liberal donde domine el pa¨ªs militarmente superior.
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