Del Moral y la moral

Estaba previsto que se llamara En la inopia y que lo presentara Llum Barrera, pero al final se llama La noche de los tramposos (22.00, Antena 3) y lo presenta Inma del Moral. Suma de broma con c¨¢mara oculta y concurso, el programa no tiene m¨¢s intenci¨®n que la de entretener con episodios interpretados por v¨ªctimas enga?adas por un c¨®mplice y unos cuantos actores que se encargan de dar verosimilitud a la trampa. En alg¨²n episodio se incluye a un famoso (Bibiana Fern¨¢ndez esta noche), y se presenta todo en una especie de gala de confraternizaci¨®n. All¨ª la v¨ªctima puede conocer a sus verdugos y llevarse una pasta que le compensa el mal rato que le han hecho pasar a cambio de responder a unas preguntas. No puedo ser objetivo: creo que las bromas de c¨¢mara oculta deber¨ªan estar castigadas por la ley, y cuando alguien me insin¨²a que todo es un simple montaje todav¨ªa me indigno m¨¢s. Pese a todo, hay que admitir que la construcci¨®n de la trama en la que se ven envueltos los incautos de LNDLT requiere de cierta astucia argumental (un falso hipnotizador, un soborno a un ¨¢rbitro) y de un esfuerzo de producci¨®n que mantiene viva la llama de la intriga.

En la primera entrega, todas las v¨ªctimas fueron chicos, un dato que cedo a los amantes de interpretaciones sexistas. Pero volvamos al plat¨®: colorista, con un p¨²blico ruidoso y vocinglero (?a qu¨¦ vienen esos chillidos exasperantes?) y una presentadora que, en lugar de apaciguar la estridencia, contribuye a soliviantarla con su tono de voz. Inma del Moral, no obstante, aporta algo m¨¢s que palmito: su estilo, indolente y descarado, la sit¨²a a cierta distancia de lo que ocurre en el plat¨®. Este distanciamiento casi filos¨®fico resulta dif¨ªcil de apreciar, ya que uno est¨¢ demasiado ocupado intentando decidir si es m¨¢s chill¨®n el vestido o el decorado, o buscando mensajes ocultos en sus reiterados cruces de piernas, anzuelo para espectadores de mente tan calenturienta como la m¨ªa. En la medida en la que uno supere estos prejuicios morales sobre la c¨¢mara oculta aplicada a una forma remunerada de humillaci¨®n, La noche de los tramposos constituye un ejemplo m¨¢s de frivolidad-espect¨¢culo. Y de paso, un modo de rentabilizar la parrilla de Antena 3. Entre los tres cortes publicitarios sum¨¦ 75 anuncios y 7 promociones de cadenas. No s¨¦ si son los que marca la ley, pero hacen que el programa se te haga todav¨ªa m¨¢s eterno.

[La noche de los tramposos fue seguida el pasado viernes, d¨ªa de su estreno, por 1.564.000 espectadores, un 11% de cuota de pan- talla].