Las desaparecidas de Tijuana

Un grupo de 15 mujeres mexicanas han decidido dar un paso al frente ante la desaparici¨®n de miles de mujeres en la ciudad de Tijuana, situada en la frontera de M¨¦xico con Estados Unidos. Han formado el movimiento Nuestras Hijas de Regreso a Casa, desde el que intentan luchar, seg¨²n cuentan, ante la indiferencia de los pol¨ªticos e instituciones y el encubrimiento de lo que est¨¢ ocurriendo desde hace una d¨¦cada en Tijuana, que tiene algo m¨¢s de un mill¨®n de habitantes.

Todas las mujeres de este movimiento tienen familiares desaparecidas o muertas en las circunstancias que denuncian, y en algunos casos se trata de ni?as. La media de edad de las desaparecidas es de entre 14 y 16 a?os, pero hay alguna v¨ªctima que apenas acababa de cumplir los 10 a?os cuando fue violada, salvajemente torturada y asesinada.

La fiscal¨ªa reconoce las desapariciones y asegura que 1.879 ciudadanas volvieron a casa sin ser agredidas

La voz cantante de estas mujeres la lleva Rosario Acosta, quien asegura que el "desbarajuste en la investigaci¨®n" impide incluso conocer los datos reales de la tragedia. Los datos que maneja este movimiento de mujeres sobre la tragedia son escalofriantes: se han producido 4.476 desapariciones entre diciembre de 1993 y enero de 2003 y se han encontrado 320 cad¨¢veres.

Ninguna de las desaparecidas ha sido encontrada hasta ahora con vida. El an¨¢lisis de los pocos cuerpos hallados permite aventurar que el m¨®vil puede ser la explotaci¨®n sexual, incluso con fines pornogr¨¢ficos, para publicaciones escritas, cibern¨¦ticas o en v¨ªdeo. Tambi¨¦n se presume en algunos expedientes la posibilidad de que se hayan realizado agresiones mortales para el tr¨¢fico clandestino de ¨®rganos.

La fiscal¨ªa reconoce las desapariciones, dice que 1.879 mujeres volvieron a casa sin ser agredidas y que investiga oficialmente 73 casos, pero ninguno de ellos se ha esclarecido ni cerrado a¨²n. Las ¨²ltimas desapariciones se produjeron hace apenas dos meses. "El ¨²ltimo cad¨¢ver encontrado fue el de la ni?a Brenda Berenice Delgado Rodr¨ªguez", cuenta Rosario Acosta. Se hall¨® el 18 de febrero pasado con muestras de haberse ensa?ado con ella de una forma inenarrable. La peque?a desapareci¨® el 10 de febrero; su cuerpo fue encontrado casualmente d¨ªas despu¨¦s por alguien que hab¨ªa pasado por el lugar.

"El pasado 10 de febrero desaparecieron tambi¨¦n Esmeralda Ju¨¢rez, Violeta Mabel Alvidrez y Juana Sandoval Reyna, y fueron encontradas sin vida en el cerro del Cristo Negro el d¨ªa 17", narra Rosario en referencia a los ¨²ltimos cr¨ªmenes.

Este movimiento de mujeres est¨¢ recogiendo firmas para que las autoridades "hagan algo". Quieren reunir un mill¨®n (que recogen tambi¨¦n a trav¨¦s de su p¨¢gina de Internet (www.PetitionOnline.com/ayudanos/petition.html) para present¨¢rselas al presidente del Gobierno mexicano, Vicente Fox.

"Las fuerzas policiales locales est¨¢n descalificadas", dice Rosario Acosta. "En 10 a?os s¨®lo se ha detenido a una persona, conocida como El Egipcio, al que se achacaron buena parte de los cr¨ªmenes, que confes¨® tras interrogatorios sin garant¨ªas y, a juicio de los investigadores period¨ªsticos del caso, aplicando contundentes m¨¦todos nada democr¨¢ticos. De hecho, tras esta detenci¨®n siguieron las desapariciones y las muertes. Otros tres detenidos confesaron algunos cr¨ªmenes, pero el ADN de los cad¨¢veres no correspond¨ªa con el de las personas que fueron se?aladas por los arrestados".

El eco que est¨¢ teniendo esta situaci¨®n en los ¨²ltimos tiempos en universidades y en organismos internacionales de solidaridad ha servido para alentar a las 15 mujeres de Ju¨¢rez. A Ciudad Ju¨¢rez, junto a El Paso, se han trasladado muchas mujeres para trabajar en multinacionales estadounidenses, maquiladoras de productos, creadas en el lugar. Entre este colectivo de trabajadoras se encuentra el mayor n¨²mero de desaparecidas.

El grupo de rock mexicano Jaguares ha manifestado su apoyo a este movimiento de mujeres en sus ¨²ltimos conciertos y las ha invitado a participar en su gira. "S¨®lo pedimos solidaridad", dice Rosario, "que no nos dejen solas".