El evangelio de Chumy Ch¨²mez

Dos soldados pegando ca?onazos. Uno le dice al otro: "Por favor, a cada ca?onazo no repitas eso de que 'al que Dios se la d¨¦, san Pedro se la bendiga". Dibujaba Chumy Ch¨²mez este chiste en una de sus Antolog¨ªas, publicada en 1972. Si no hubiera estado tan malito durante las ¨²ltimas semanas, ?cu¨¢ntos dibujos contra la guerra no nos hubiera regalado?

No se sabe si Chumy oy¨® a Aznar calificar de "comunistas" a toda la oposici¨®n de izquierda, d¨¢ndole a esta palabra el tono de "coco" y las intenciones de descr¨¦dito que le daba Franco. Pero en uno de aquellos legendarios n¨²meros de la revista comandada por Chumy Ch¨²mez, Hermano Lobo, cuando a¨²n no hab¨ªa muerto el dictador (porque aqu¨ª tambi¨¦n hubo un dictador, y muri¨® en la cama), el lobo aquel se hac¨ªa una pregunta, sin duda planteada por el humorista vasco: "?Cu¨¢ndo veremos por fin a la bestia judeo-mas¨®nica y marxista en el Zoo de la Casa de Campo?". "?Uhhhhhh!", respond¨ªa, como siempre, el lobo. O aquella vi?eta en la que una madre le dice a su hijo: "S¨ª, hijo m¨ªo, los comunistas tambi¨¦n tienen ¨¢ngel de la guarda".

Una inmensa mayor¨ªa de los dibujos de Chumy, como los de casi todos los magn¨ªficos humoristas gr¨¢ficos de la ¨¦poca (Summers, P¨¦rich, Gila, M¨¢ximo, Forges, Mingote, Cesc, Abelenda, Seraf¨ªn, Ops, Puig Rosado, Eduardo, Sir C¨¢mara, Mena, Pablo...), construyeron una especie de "teolog¨ªa de la liberaci¨®n" a trav¨¦s del humor, a veces negro, como el del propio Chumy. Cuando la serpiente del para¨ªso que Chumy dibuja en el n¨²mero 42 de Hermano Lobo, ofreciendo a Ad¨¢n y Eva, mordida en su boca, una revista titulada Porno-sex, y Ad¨¢n grita al tentador animal del para¨ªso: "?Danesa!", est¨¢ haciendo una particular teolog¨ªa de la liberaci¨®n del sexo. Igual que cuando un confesor para los pecadores pies de un se?or que deb¨ªa estar cont¨¢ndole sus aventuras amorosas, dici¨¦ndole: "Sin presumir, por favor, sin presumir".

Chumy odiaba amorosa y divertidamente a los ricos, a los que dedic¨® cientos de vi?etas, donde aparecen casi siempre tocados de bomb¨ªn, frac, bigote, puro y a veces una fusta. "Al que Dios se la d¨¦, los obispos se la bendigan", dec¨ªa uno de ellos en una vi?eta en los tiempos finales del nacionalcatolicismo. Como tambi¨¦n aquella donde uno de ellos le dice a otro: "Ten cuidado, ya sabes que los que no est¨¢n contigo est¨¢n contra ti". O aquella otra en la que el supuesto ricach¨®n, con una vara en la mano, se dirige de esta guisa a una gran masa de gente: "De verdad que lo siento, pero no puedo amaros como a m¨ª mismo". O la de aquel se?orito montado en su caballo, desde donde le espeta al criado: "Hay que dar a Dios lo que es de Dios, y a C¨¦sar, lo que es de C¨¦sar", y el f¨¢mulo le contesta: "S¨ª, don C¨¦sar". "Ten cuidado", le dice uno de estos personajes de Chumy a otro. "Ya sabes que los que no est¨¢n contigo est¨¢n contra ti". Y otro, montado a lomos de su "esclavo", canta mientras toca la pandereta: "Gloria a Dios en las alturas...". "Y eso en la tierra a los hombres de buena voluntad", le corea el sufrido criado. Chumy era con ellos cordialmente inmisericorde. Uno de estos se?orones pronunciaba un discurso ante un gran n¨²mero de gente: "La propiedad", dec¨ªa, "es de origen divino". Y entonces se oye una voz de "arriba" que grita: "?A m¨ª no me mezcle usted con eso!". O el que, sentado en su butac¨®n, dec¨ªa: "Cumplir¨¦ los preceptos divinos cuando me los pidan personalmente 'de arriba". O una de las preguntas del Hermano Lobo: "?Cu¨¢nto costar¨ªa subir al cielo si el camino fuese de peaje?". "?Uhhhhh!".

Chumy, como Summers, estaba obsesionado con los ¨¢ngeles. "God for president" era el eslogan de una pancarta transportada por un ¨¢ngel. Y por el diablo y el infierno. En la puerta de uno de los dibujos de este lugar que tantas veces imagin¨® Chumy Ch¨²mez aparec¨ªa este r¨®tulo: "Cerrado por reforma". O aquel otro que, en medio de un mont¨®n de gente -en el infierno, naturalmente- le dice el diablo al de al lado: "Perd¨®n, se?or, me est¨¢ usted pisando el rabo". Chumy se re¨ªa de la muerte. En un cementerio, al lado de una tumba, un visitante le dice al otro: "Mira, ¨¦sta es la parte de ac¨¢ del m¨¢s all¨¢". O cuando aparecen otros dos tipos hablando y uno dice: "Pues yo, si Dios quiere, en el juicio final espero seguir siendo fiscal". Hermano Lobo naci¨® el 13 de mayo de 1972. Un d¨ªa, por cierto, de resonancias muy piadosas. Chumy fue fiel a estos or¨ªgenes, y trat¨® de llevar a cabo su particular teolog¨ªa. Seguramente se lo estar¨¢ pasando bomba con sus ¨¢ngeles, sus diablos y qui¨¦n sabe si hasta sus beatas y sus ricos.-