El futuro se escribe en el hotel Palestina
Centro de prensa, cuartel general de las tropas de ocupaci¨®n, oficina de empleo y, por unos d¨ªas, Ayuntamiento provisional de Bagdad. El hotel Palestina se ha convertido en el eje sobre el que gira el futuro de Irak. All¨ª conviven periodistas, militares, opositores llegados del exilio y, con seguridad, un pu?ado de esp¨ªas.
Atra¨ªdos por el llamamiento a colaborar en la estabilizaci¨®n de Bagdad, cientos de iraqu¨ªes acuden desde el domingo en busca de un empleo. Otros investigan el paradero de familiares o amigos desaparecidos durante los bombardeos. Unos pocos m¨¢s se han acercado con la esperanza de que alg¨²n periodista les preste su tel¨¦fono sat¨¦lite para llamar a los familiares que viven fuera de Irak.
Endomingados, con sus certificados de estudios o los uniformes que les acreditan como polic¨ªas, despliegan todas sus artes comunicativas para conseguir que el marine de turno les franquee el paso hasta la oficina de Asuntos Civiles. Todos, desde los agentes de polic¨ªa hasta los generales, pasando por los periodistas y los jeques religiosos, deben someterse a un cacheo.
Para algunos, resulta demasiado humillante y prefieren ofrecer sus servicios, como traductores, ch¨®feres o proveedores de gasolina, al otro lado de la barrera humana. "?Sigue el hotel ocupado por las fuerzas de EE UU?", pregunt¨® el profesor Wadmi Nadmi a esta enviada, "entonces no podr¨¦ ir a visitarla".
La plaza de Ferdous, donde se procedi¨® al simb¨®lico derribo de la estatua de Sadam, se ha convertido en el lugar ideal para manifestar el descontento por la presencia de las tropas estadounidenses. A diario, varias decenas de iraqu¨ªes expresan su malestar con pancartas en las que piden a los soldados que se vayan a casa, una libertad de la que no gozaban bajo Sadam.
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