Terapia con perros, caballos y delfines

El pasado d¨ªa 15 el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana public¨® la ley sobre perros de asistencia para personas con discapacidades. Se culminaba as¨ª el camino iniciado por el consejero de Bienestar Social, Rafael Blasco, para poner en marcha programas de asistencia basados en la relaci¨®n con animales. Primero fue el anuncio de ayuda con perros educados para desarrollar terapias dirigidas a personas con carencias y dificultades f¨ªsicas, sensoriales o psicol¨®gicas -un programa extensivo a residencias de la tercera edad e incluso hospitales o colegios de educaci¨®n especial-, luego el de asistencia con caballos, especialmente dirigida a discapacitados f¨ªsicos y ps¨ªquicos, y, finalmente, aprovechar los delfines de L'Oceanogr¨¤fic de la Ciudad de las Artes y las Ciencias para personas con problemas.

Para el consejero de Bienestar Social, tanto la ley como esta serie de actividades supondr¨¢n "una considerable mejora de la calidad de vida de las personas dependientes o con discapacidad", y ofrecer¨¢n "una garant¨ªa para disfrutar y acceder de una forma plena al desarrollo ordinario de la vida, en condiciones de igualdad con el resto de la ciudadan¨ªa". Blasco no perdi¨® la ocasi¨®n para desplazarse a la residencia de la tercera edad de Burriana el d¨ªa de la presentaci¨®n ante los medios de Estela, una perra galgo "adiestrada para estimular f¨ªsica, ps¨ªquica y socialmente" a los mayores alojados en el centro, un programa "experimental y pionero en Espa?a". Recientemente, acudi¨® acompa?ado por un grupo de discapacitados de un centro p¨²blico a L'Oceanogr¨¤fic, donde se hizo p¨²blico el acuerdo de colaboraci¨®n con Bienestar Social.

Estas actuaciones, en opini¨®n del diputado socialista Antonio Torres, no son m¨¢s que una nueva muestra de la "pol¨ªtica escaparate" de Blasco en su intenci¨®n de esconder que la Comunidad Valenciana est¨¢ a la cola de los ¨ªndices de cobertura asistencial de los discapacitados, ya sea en residencias, centros de d¨ªa, formaci¨®n o integraci¨®n social y laboral. Entre las cuestiones pendientes el diputado socialista alude a la necesidad de aumentar el n¨²mero de plazas en centros ocupacionales o en residencias, pero tambi¨¦n acabar con las 23.000 personas pendientes del tr¨¢mite del certificado de minusval¨ªa o agilizar las pensiones de invalidez. Para Torres, la ley del estatuto del discapacitado, la de perros gu¨ªa, la de mediaci¨®n familiar o del voluntariado son textos que no implican apenas desembolso presupuestario que Blasco emplea para transmitir una falsa sensaci¨®n de actividad legislativa, mientras sin resolverse los problemas de fondo.

Pese a los repetidos anuncios de Bienestar Social, lo cierto es que los programas son muy limitados. En la asistencia con animales de compa?¨ªa, est¨¢ en marcha el programa piloto de Burriana y un acuerdo de colaboraci¨®n con la asociaci¨®n Arcadys gracias al cual se han educado a 15 perros. M¨¢s reducida es la ayuda basada en la equinoterapia, en la que s¨®lo participan un peque?o grupo del centro de discapacitados ps¨ªquicos de l'Almara que acuden al centro h¨ªpico de Mas Camarena. El programa con delfines no ha dado a¨²n los primeros pasos, s¨®lo hay un acuerdo por el que el Ivadis y la Ciudad de las Artes y las Ciencias "investigar¨¢n y desarrollar¨¢n terapias alternativas".

Lo cierto es que este tipo de terapias se est¨¢n abriendo un hueco en la asistencia a personas con dificultades f¨ªsicas o ps¨ªquicas y son relativamente frecuentes en otros pa¨ªses europeos o en Estados Unidos, como apunta Barbara Napier, californiana afincada en Moj¨¢car y con 14 a?os de trabajo en este campo. Napier es una defensora de la hipoterapia, un tratamiento basado en el movimiento del caballo y la respuesta del paciente, que aprovecha el movimiento del animal para estimular m¨¢s de 100 m¨²sculos, junto a una importante vertiente l¨²dica y de contacto con la naturaleza. Est¨¢ dirigido a afectados de par¨¢lisis cerebral, patolog¨ªas ligadas al movimiento o trastornos del desarrollo y la personalidad. Napier insiste en la especializaci¨®n y los medios requeridos para impartir estas sesiones: un m¨ªnimo de tres voluntarios m¨¢s el profesor de equitaci¨®n delante del animal y todo bajo control m¨¦dico.