Menem, la d¨¦cada que no fue prodigiosa

"S¨ªganme, no los voy a defraudar", prometi¨® Carlos Menem en su primera campa?a electoral que le llev¨® en mayo de 1989 a la presidencia de Argentina. Estuvo diez a?os en el poder, en los que el pa¨ªs cambi¨® de cara. No hay duda de ello. El fin de la hiperinflaci¨®n, la privatizaci¨®n de las grandes empresas del Estado, la mejora de los servicios p¨²blicos como agua, luz y tel¨¦fono, y la estabilidad econ¨®mica y pol¨ªtica mejoraron la vida de algunos ciudadanos y permitieron hacer buenos negocios a empresas argentinas y extranjeras. "Mi Gobierno fue el m¨¢s exitoso de toda la historia", es una de las frases preferidas de este pol¨ªtico de pasi¨®n irrefrenable por el poder.

Se fue y Argentina empez¨® a deslizarse por la pendiente, que acab¨® con un estallido social gigantesco, violencia en la calle y cinco presidentes en una semana. El pa¨ªs est¨¢ empobrecido y muchos de sus habitantes han perdido la autoestima ante la falta de expectativas. Pero Menem dice que nada tiene que ver con el desastre. Que ¨¦l todo lo hizo bien y que los males de Argentina los trajeron sus sucesores, a quienes gusta calificar de "incapaces". En una reuni¨®n reciente con un grupo de corresponsales extranjeros, el ex presidente dijo: "Quiz¨¢ me exced¨ª en el gasto p¨²blico, pero era necesario para crecer". Fue el ¨²nico error, el ¨²nico, que reconoci¨® alguien que se considera infalible.

Pues bien, los datos oficiales indican que durante el primer periodo de su mandato (1989-1994) el gasto p¨²blico aument¨® el 143%, mientras que en el segundo (1995-1999) el dispendio subi¨® el 36,5%. No cuenta el candidato Menem que el presupuesto de presidencia lleg¨® a los 703 millones de pesos (d¨®lares) en 1995, y trep¨® hasta 3.285 millones (tambi¨¦n de d¨®lares), en 1999.

El ex presidente afirma orgulloso que en sus diez a?os de gobierno llegaron a Argentina 180.000 millones de d¨®lares en inversi¨®n extranjera, como efecto de las privatizaciones. Las cifras oficiales se?alan que en 1989 la deuda externa era de 63.000 millones de d¨®lares, que aument¨® hasta 147.000 millones diez a?os despu¨¦s, cuando dej¨® el poder. Esta semana, Menem dijo que el Gobierno de Ra¨²l Alfons¨ªn dej¨® unos n¨²meros rojos de 100.000 millones de d¨®lares ("hab¨ªa deuda oculta", dijo para justificar su cifra). El desempleo, otra de las mejoras que presenta el ex presidente, pas¨® del 7,1% en 1989, al 15% diez a?os despu¨¦s, seg¨²n el Instituto de Nacional de Estad¨ªstica y Censo (INDEC).

La devaluaci¨®n del peso, decretada por el Gobierno provisional de Eduardo Duhalde en enero pasado, contribuy¨® a disparar los ¨ªndices de pobreza, que supera el 50%. Pero hay que recordar que en la d¨¦cada de Menem no se redujo la brecha entre ricos y pobres, como repite el candidato, sino que se ampli¨®. En 1989, el 10% de los argentinos con mayores recursos ganaba 23 veces m¨¢s que el 10% m¨¢s pobre. En 1999, hab¨ªa subido a 24. "Nosotros destruimos en gran medida la corrupci¨®n industrial con las privatizaciones" dice el candidato, para admitir que "qued¨® una corrupci¨®n residual". Un informe difundido por el Foro Econ¨®mico Mundial en julio de 1999 (¨²ltimo a?o de Menem) situaba a Argentina como el quinto pa¨ªs m¨¢s corrupto del planeta, a partir de una encuesta internacional realizada a 4.000 empresarios.

Para el historiador Natalio Botana, de la Universidad Torcuato di Tella, "la d¨¦cada menemista es una d¨¦cada de corrupci¨®n institucional. Es una d¨¦cada que, tras el ropaje de una estabilizaci¨®n econ¨®mica y una inversi¨®n muy importante en materia de infraestructuras y servicios p¨²blicos, que existi¨®, encubri¨® un populismo muy grande que se tradujo en la pol¨ªtica con las provincias. El endeudamiento brutal fue para cubrir el gasto p¨²blico. En la d¨¦cada de los 90, Argentina cambi¨® inflaci¨®n por endeudamiento externo y eso fue fatal, porque produjo un paisaje social desolado, con una ca¨ªda de los salarios y el aumento de la desocupaci¨®n".

Menem dej¨® en grandes sectores de la poblaci¨®n la evocaci¨®n de que hab¨ªa estabilidad en un pa¨ªs que vivi¨® largos periodos de inflaci¨®n. Pero no es f¨¢cil explicar a los sectores populares que hoy est¨¢n pagando el pan, la leche y el az¨²car cinco veces m¨¢s caros que antes que la devaluaci¨®n y la crisis de la convertibilidad eran inevitables.

En la d¨¦cada menemista hubo un p¨¦simo comportamiento institucional, que la Alianza no resolvi¨® sino que agrav¨®. Se reform¨® la Constituci¨®n en el famoso Pacto de Olivos entre Menem y Alfons¨ªn para garantizar la reelecci¨®n del presidente y se ampli¨® la Corte Suprema con jueces adictos al jefe del Estado.

"Los argentinos merecemos una segunda oportunidad", dice el lema de la campa?a de Carlos Menem con la que aspira a cumplir su tercer mandato y pasar a la historia.