De 'cerebro' de la OLP a primer ministro
Abu Mazen, encargado de reavivar el proceso de paz de los palestinos con Israel, tiene experiencia en buscar pactos
A sus 67 a?os, Abbas es un pol¨ªtico moderado y pragm¨¢tico que, a diferencia de Yasir Arafat, constituye un interlocutor v¨¢lido para el primer ministro israel¨ª, Ariel Sharon, con el que se reuni¨® a principios de enero en su rancho del Neguev. Esta entrevista, secreta en un primer momento, fue luego filtrada a los medios por los asesores de Sharon para provocar divisi¨®n y confusi¨®n dentro del liderazgo palestino.
Aunque pocas, Abbas y Sharon ya se hab¨ªan reunido en anteriores ocasiones. Cuando este ¨²ltimo era ministro de Exteriores del Gobierno de Netanyahu, recibi¨® a Abbas en su despacho de Jerusal¨¦n en noviembre de 1998. Un mes antes, durante las negociaciones de Wye River, Sharon se hab¨ªa negado a estrechar la mano de Arafat. Sin embargo, no tuvo impedimento alguno para tratar con Abbas.
Esta predisposici¨®n a reavivar el proceso de paz con el nuevo primer ministro palestino no parece ser compartida por algunos miembros del Gobierno de Sharon. Los partidos de la extrema derecha, que forman parte del Gabinete israel¨ª, le acusan de ser un revisionista, es decir, de poner en duda la gravedad del Holocausto a trav¨¦s de su tesis doctoral. Adem¨¢s, argumentan que si ha sido el delf¨ªn de Arafat durante tantos a?os debe estar tan comprometido por el terrorismo y la corrupci¨®n como el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP).
Abu Mazen naci¨® en 1935 en la ciudad de Safed, que, tras la Guerra de la Independencia, qued¨® ubicada dentro de Israel. En 1948 se vio obligado a huir a Siria junto a su familia. Tras estudiar Derecho en la Universidad de Damasco y trabajar como profesor de primaria, obtuvo una beca para un posgrado en la extinta URSS, donde escribi¨® su tesis doctoral en el Instituto de Estudios Orientales de Mosc¨². A partir de ah¨ª se dedic¨® a la administraci¨®n p¨²blica, trabajando como funcionario en Qatar, y al activismo pol¨ªtico.
Tras cofundar el movimiento Al Fat¨¢ en 1965, Abu Mazen desarroll¨® una ascendente carrera pol¨ªtica, entrando a formar parte del Comit¨¦ Ejecutivo de la OLP en 1980, y pasando a presidirlo en 1996. Asimismo, es miembro del Comit¨¦ Central de Al Fat¨¢, que es el ¨®rgano m¨¢ximo de decisi¨®n del movimiento. De esta forma, al igual que Arafat, simultanea sus cargos en las tres entidades -la ANP, la OLP y Al Fat¨¢-, lo que le da gran margen de maniobra.
Ya desde comienzos de su trayectoria pol¨ªtica e institucional, Abu Mazen se caracteriz¨® por abrir canales de di¨¢logo con individuos y grupos pacifistas israel¨ªes. En 1977 present¨®, teniendo como contraparte al general en la reserva y profesor de historia de la Universidad de Tel Aviv Matityahu Peled, los llamados principios para la paz, que delineaban un modelo de dos Estados soberanos. Despu¨¦s, la iniciativa que le dio a conocer internacionalmente fue el llamado Plan Beilin-Abu Mazen, un documento dise?ado a finales de los noventa junto al entonces ministro israel¨ª de Justicia, Yosi Beilin.
Tildado de bur¨®crata y apparatchik, su gran reto ser¨¢ ganarse a la sociedad palestina, que le mira con recelo, al ser considerado como un pol¨ªtico condescendiente con Israel. Sin embargo, cuenta con todo el apoyo internacional necesario, al ser visto con buenos ojos no s¨®lo por EE UU, sino tambi¨¦n por la UE y Rusia. En l¨ªnea con las propuestas del Cuarteto, Abu Mazen ha pedido a todas las facciones palestinas que "desmilitaricen" la Intifada y que la resistencia a la ocupaci¨®n contin¨²e por medios no violentos.
Para conseguir este objetivo -imprescindible para poder retomar las negociaciones con Israel-, Abu Mazen tendr¨¢ que combinar una estrategia de di¨¢logo con las direcciones pol¨ªticas de los movimientos radicales y de operaciones policiales contra sus brazos armados. En esta tarea contar¨¢ con el ex director del Servicio de Seguridad Preventiva en la Franja de Gaza, Mohamed Dajl¨¢n, cuyo nombramiento intent¨® vetar Arafat, debido a sus relaciones con la CIA.
Si el d¨²o Abu Mazen-Dajl¨¢n logra reducir al m¨ªnimo el ciclo de terrorismo y la violencia, obligar¨¢n a Sharon a aplicar los compromisos que le asigna la Hoja de Ruta. Entre ellos, la retirada gradual del Ej¨¦rcito de las ¨¢reas aut¨®nomas palestinas, la suavizaci¨®n del sistema de cierres y bloqueos, y la paralizaci¨®n de la pol¨ªtica de asentamientos. Probablemente, esto provocar¨ªa una crisis en el Gabinete israel¨ª, y obligar¨ªa a Sharon a negociar con el Partido Laborista, pero al mismo tiempo reforzar¨ªa la posici¨®n de Abu Mazen, quien podr¨ªa culminar el proceso de creaci¨®n del Estado palestino. Pero la continuaci¨®n de la espiral de violencia har¨ªa que la Hoja de Ruta se convierta en agua de borrajas, tal como ya ocurri¨® con el Informe Mitchell y el Plan Tenet durante las fases previas de la Intifada.
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