La patada de Chirac a Aznar en el trasero valenciano

Desde octubre de 1995, cuando se crea la comisi¨®n intergubernamental franco francesa para la selecci¨®n de un concesionario para la construcci¨®n y explotaci¨®n de la secci¨®n internacional de una l¨ªnea ferroviaria de alta velocidad entre Figueres y Perpi?¨¢n, hasta este abril, en que se anuncia el fracaso de las negociaciones con Euroferro (Dragados y Bouygues), se consume un frustrante periodo de casi ocho a?os, en el que el arco mediterr¨¢neo espa?ol y la Comunidad Valenciana, en particular, ven rota su aspiraci¨®n de un acceso moderno y eficaz, para sus exportaciones a Centroeuropa.

Para los que piensen en una excesiva susceptibilidad, acerca del contexto en que se produce este ¨²ltimo episodio, hay que recordar la sucesi¨®n de hechos en las ¨²ltimas semanas:

-Constataci¨®n del ¨¦xito del TGV Marsella-Par¨ªs, con la consiguiente liberaci¨®n para mercanc¨ªas de la v¨ªa f¨¦rrea ya existente.

-Aparici¨®n en Francia de una gran preocupaci¨®n sobre el transporte de mercanc¨ªas por ferrocarril, donde su SNCF sigue perdiendo dinero.

-Confirmaci¨®n del desinter¨¦s franc¨¦s tanto por la conexi¨®n ferroviaria Pau-Zaragoza, como por la continuaci¨®n en territorio galo de la l¨ªnea que en Perpi?¨¢n deber¨ªa seguir hacia el Norte, mientras se pone todo el ¨¦nfasis en la necesidad de mejorar su conexi¨®n mediterr¨¢nea dom¨¦stica, con inversiones en Nimes y Montpellier.

-Deterioro de las relaciones franco-espa?olas con motivo del conflicto iraqu¨ª.

-Propuesta del Gobierno espa?ol a la Comisi¨®n Europea para la creaci¨®n de una agencia que asuma la responsabilidad de velar por el desarrollo de las redes transeuropeas de transporte, que la UE considera prioritarias, para recopilar la inversi¨®n necesaria para llevarlas a cabo y evitar que se acumulen mayores retrasos, en las zonas transfronterizas.

-Euroferro, un a?o despu¨¦s de la adjudicaci¨®n y en plena guerra en Irak, se descuelga con una inesperada petici¨®n de limitaci¨®n de responsabilidades y de una garant¨ªa m¨ªnima de tr¨¢fico. Ante la perplejidad de todos, Dragados habla del "rechazo de las administraciones de una serie de garant¨ªas de financiaci¨®n" que el consorcio plante¨® y Bouygues dice que "el problema se ha focalizado sobre cl¨¢usulas jur¨ªdicas cuyo contenido no se puede desvelar".

-Como se ven¨ªa anunciando, la Uni¨®n Europea va a dar v¨ªa libre a una tecnolog¨ªa com¨²n que permite la puesta en marcha en todas las carreteras europeas, no s¨®lo las actualmente con peaje, del principio de "pagar por circular", con el objetivo de controlar el incremento de la carretera frente al ferrocarril cobrando sus costos reales.

Somos muchos los que pensamos que aprovechando la actual situaci¨®n, el Gobierno franc¨¦s le ha recordado al espa?ol que, para ir al resto de Europa, Francia es paso obligado y que si la UE no funciona en cuestiones de pol¨ªtica exterior, no se puede exigir solidaridad entre estados comunitarios en materia de transporte. Todo parece indicar que Bouygues no ha puesto pegas en hacer de mensajero.

Por su parte la Comunidad Valenciana, cuya exportaci¨®n a Europa depende en un m¨¢s de 90% de la carretera en un eje mediterr¨¢neo ya colapsado, y que ten¨ªa como gran esperanza la puesta en marcha de una pol¨ªtica de traspaso sucesivo del tr¨¢fico de mercanc¨ªas de la carretera hacia el tren, se encuentra a fecha de hoy con que: ni t¨²nel pirenaico, ni l¨ªnea con ancho europeo, en ambos casos ni siquiera en forma de proyecto.

En otras palabras, vamos a seguir dependiendo de la carretera, a pesar de que aprobamos las reducciones de emisiones que pide la cumbre de Kioto y que ¨¦sta no es una base para la movilidad futura de personas y mercanc¨ªas.

Coincidamos que, a sabiendas o no, Chirac ha mandado un recado a Aznar que nuestras posaderas van a sentir. Aunque el silencio de nuestras fuerzas vivas sea clamoroso, nuestro futuro econ¨®mico est¨¢ en juego y convendr¨ªa que al menos la sociedad civil se lo fuera planteando.

Gregorio Mart¨ªn es director del Instituto de Rob¨®tica y catedr¨¢tico de Ciencias de la Computaci¨®n de la Universitat de Val¨¨ncia.