Querido Menem
La sorprendente democracia occidental asusta cada d¨ªa: Argentina elegir¨¢ otra vez al querido Menem. Apenas: un veintid¨®s y pico -no tengo cifras definitivas- de los votos expresados. Los optimistas creen que es un triunfo democr¨¢tico: si el 18 de mayo se le confirma, habr¨¢ un Menem asustado, t¨ªmido, moderado (leo en La Naci¨®n de Buenos Aires). Estremece pensar que lo mejor para el desdichado pa¨ªs sea un presidente indeciso: pero en otros pa¨ªses tememos a los terribles seguros de s¨ª mismos y valientes. Quiz¨¢ con esta moderaci¨®n Menem robe menos. Hay otras razones: ya no hay nada que robar a la gente; y que el comercio de armas, los diez millones de d¨®lares que le dio Ir¨¢n para tapar las responsabilidades de un atentado (85 muertos) contra un centro jud¨ªo de Buenos Aires, la enorme fortuna que tiene en la banca suiza, le hagan innecesario el dinero de los otros. Pero estas ambiciones no tienen l¨ªmite. Los ricos necesitan seguir ganando, cuando les sobra para vivir eternamente; yo creo que es una realizaci¨®n, como el pintor colgado en los mejores museos sigue pintando, y el escritor con el Nobel sigue escribiendo.
Son raras las elecciones en nuestro tiempo. En el anterior al anterior, romp¨ªan las urnas las partidas de la porra de los caciques o compraban los resultados. Se hac¨ªan regalos a los votantes, a veces se compraban a duro, y en casos en que el elector ten¨ªa influencia sobre otros se le hac¨ªa guardia o sereno. La derecha sacaba a votar con coche y ch¨®fer a las monjas de clausura (febrero de 1936) y a los ancianos de los asilos. Ahora gana el que tiene m¨¢s dinero para mover la propaganda. Y, finalmente, tampoco hace falta mucho: si se tiene en las manos la televisi¨®n nacional, la provincial y la local, sale gratis. Y puede crear el olvido: con esa fuerza, ni el chapapote ni la guerra, ni el decretazo ni la ense?anza privada y religiosa prevalecer¨¢n. La tarea de la propaganda de los nacionales consiste en sembrar el olvido. Y apuntarse ventajas falsas: por ejemplo, los juicios r¨¢pidos, que el gran p¨²blico burgu¨¦s -y Espa?a es una burgues¨ªa de todas clases- ver¨¢ como seguridad, aunque terminen siendo una indefensi¨®n de los detenidos. Tampoco vamos a querer que se vote seg¨²n conciencia; y menos si la conciencia ha de ser propia y no televisada. El querido Menem ha sabido conseguir el olvido sobre s¨ª mismo y su origen de la ruina nacional.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.