Maragall llama a desterrar el "caciquismo y el centralismo" de CiU

El l¨ªder del PSC, Pasqual Maragall, afirm¨® en el inicio de la campa?a que los comicios del 25 de mayo son una ocasi¨®n de oro para arrinconar el "caciquismo", el "centralismo" y el victimismo que a su juicio representa Converg¨¨ncia i Uni¨®. Lo dijo no por casualidad en las comarcas del Ebro -Amposta primero y Tortosa despu¨¦s-, feudos hist¨®ricos del nacionalismo catal¨¢n que los socialistas pretenden convertir en el paradigma del declive convergente y de la inminencia del cambio en Catalu?a. Maragall descart¨®, recurriendo incluso a un juramento, que el cambio pueda pasar por pactar con CiU tras las auton¨®micas.

El Plan Hidrol¨®gico Nacional (PHN) ha sacudido las comarcas del Ebro y los socialistas est¨¢n convencidos de que el terremoto tendr¨¢ una traducci¨®n electoral en las municipales y en las auton¨®micas de oto?o. Maragall eligi¨® simb¨®licamente esta zona para abrir la campa?a: particip¨® en un almuerzo en Amposta (Montsi¨¤) con unos 200 militantes socialistas -entre ellos, los alcaldables del PSC en estas comarcas- y acompa?¨® en el arranque de la campa?a en Tortosa a Joan Sabat¨¦, el alcalde que en 1999 militaba en Iniciativa per Catalunya y que fue elegido con los votos del PP.

Las comarcas del Ebro, seg¨²n Maragall, ejemplifican como pocas el "caciquismo" y el centralismo que asocia a CiU y que el dirigente socialista anim¨® a desplazar. Seg¨²n su visi¨®n, se trata de un caciquismo que viene de lejos, que iniciaron las "clases retr¨®gradas a nivel estatal", que continu¨® el franquismo y que hoy representa CiU "casi sin cambiar de piel y casi sin cambiar de nombre".

El presidente del PSC, al que en el entorno de CiU se atribuye un desprecio por el territorio, asoci¨® parad¨®jicamente el caciquismo al centralismo de la Generalitat. "El caciquismo, en nombre de la raz¨®n nacional, ha estado al servicio del centralismo", se?al¨®. Su receta es de sobras conocida y ayer la reiter¨®: prometi¨® que si los socialistas tienen mayor¨ªa se crear¨¢n siete veguer¨ªas -una de ellas en el Ebro- y se comprometi¨® a proponer que el Parlament en pleno se traslade por un d¨ªa a Tortosa para ratificar solemnemente el nuevo dise?o territorial.

Maragall acus¨® al Gobierno de CiU de haber incurrido en dos "traiciones" a lo largo de la legislatura: apoyar el PHN y evitar abrir el proceso para reformar el Estatut. Y en coherencia con las palabras utilizadas -caciquismo, traici¨®n- disip¨® cualquier atisbo de duda de gran coalici¨®n entre el PSC y CiU tras las auton¨®micas. Asegur¨® que "muchos convergentes" le piden que deje abierta esta posibilidad, pero la descart¨® de forma tajante, efectuando incluso un juramento: "No hay ning¨²n inconveniente ontol¨®gico , pero tenemos una responsabilidad ante el pueblo de Catalu?a que no podemos eludir; hemos de decir al pueblo catal¨¢n que asumiremos nuestras responsabilidades porque el pueblo nos lo pide y juramos que lo haremos".

Para este combate contra el "caciquismo", que Maragall plantea para las municipales, pero sobre todo para las auton¨®micas de oto?o, el l¨ªder socialista admiti¨® que es fundamental el papel de Esquerra Republicana.