La UE abre las fronteras a deportistas extranjeros de m¨¢s de 100 pa¨ªses
El alto tribunal europeo falla que los 'comunitarios B' no pueden ser discriminados por su nacionalidad
El portero eslovaco de balonmano Maros Kolpak se convirti¨® ayer en el Jean-Marc Bosman de los pa¨ªses del Este y del Mediterr¨¢neo. Este jugador ha conseguido que el Tribunal de la Uni¨®n Europea dicte una sentencia que le permite jugar con su equipo alem¨¢n sin ocupar plaza de extranjero. La sentencia, de cumplimiento inmediato, puede abrir las puertas a deportistas de hasta 27 pa¨ªses que tienen firmados tratados de asociaci¨®n y cooperaci¨®n con los Quince. E incluso, seg¨²n la Comisi¨®n, a otros 77 pa¨ªses de ?frica, el Caribe y el Pac¨ªfico con acuerdos similares.
La argumentaci¨®n de la Corte de Luxemburgo, la m¨¢s alta instancia jurisdiccional europea, la misma que resolvi¨® el caso Bosman, se basa en una cl¨¢usula que se repite, si no literalmente s¨ª en cuanto a su esp¨ªritu, en todos los tratados de Asociaci¨®n y Cooperaci¨®n. En ella se dice que toda persona procedente de esos terceros pa¨ªses, que reside legalmente en la UE y que posee un permiso de trabajo no puede ser discriminada por razones de nacionalidad en cuanto a las condiciones laborales. El reglamento de la federaci¨®n alemana de balonmano, como otros, incluido el espa?ol, s¨®lo permite jugar a los eslovacos ocupando una ficha de extranjero. El alto tribunal encuentra "discriminatorio" ese tratamiento.
Maros Kolpak, por tanto, ya puede jugar desde ayer como comunitario en su equipo, el Ostringen, de la segunda divisi¨®n alemana. La clave se encuentra en ver hasta d¨®nde se extiende esta sentencia. La jurisprudencia del Tribunal de Justicia de la UE es irrebatible y, por tanto, de obligado cumplimiento. Los expertos entienden que se crear¨¢ un efecto domin¨® no s¨®lo entre los deportistas eslovacos, sino tambi¨¦n con todos los de aquellos pa¨ªses que tienen firmados tratados similares con la UE. No s¨®lo en balonmano, sino en cualquier deporte.
De momento, ser¨¢n al menos 27 pa¨ªses los beneficiados: los 13 que poseen acuerdos de Asociaci¨®n (los diez que se incorporar¨¢n a la UE el 1 de mayo del a?o pr¨®ximo, adem¨¢s de Bulgaria, Rumania y Turqu¨ªa) y otros 14 pa¨ªses con convenios de Cooperaci¨®n, donde tambi¨¦n se incluyen cl¨¢usulas en favor de la no discrimaci¨®n de sus trabajadores.
Extensi¨®n a otros 76 pa¨ªses
Sin embargo, hay interpretaciones a¨²n m¨¢s aperturistas. Horas despu¨¦s de conocer la sentencia, la Comisi¨®n Europea advirti¨®, a trav¨¦s de un portavoz autorizado, de que la lista de potenciales beneficiarios puede extenderse a 77 estados de ?frica, el Caribe y el Pac¨ªfico firmantes del acuerdo de Coton¨² con la UE. "La sentencia implica que los deportistas procedentes de estos pa¨ªses, y legalmente establecidos en la UE, deber¨¢n ser considerados de la misma forma que los nacionales y no cubrir plaza de extranjeros en aquellas competiciones donde existan cuotas para extracomunicarios", puntualiz¨® el portavoz de Viviane Reding, comisaria europea de Eduaci¨®n y Deporte.
El Gobierno espa?ol, por su parte, ha defendido siempre las tesis m¨¢s restrictivas sobre este caso por "la defensa de la identidad del deporte espa?ol y de los deportistas espa?oles". El tribunal aclara a este respecto que las selecciones nacionales s¨ª tienen derecho a "excluir a los extranjeros por motivos puramente deportivos".
Espa?a es uno de los m¨¢s restrictivos. Los deportistas de los pa¨ªses del Este no pueden jugar como comunitarios. En la Primera Divisi¨®n de f¨²tbol hay una decena de casos, como los rusos Karpin y Khokhlov, o el turco Nihat, todos de la Real. Y lo mismo ocurre en balonmano. El baloncesto ha sido el deporte m¨¢s combativo en este asunto. Hace dos temporadas, el Tau consigui¨® que un juzgado de Barcelona reconociera los derechos de Sherron Mills, americano con pasaporte turco. Aquel a?o, hubo seis jugadores de la Liga ACB (Milic y Zidek en el Madrid, Jasikevicius y Karnisovas en el Bar?a y Stombergas y Timinskas en el Tau) que pudieron jugar como comunitarios. Pero otras sentencias posteriores, contrarias a los jugadores, supusieron la vuelta a la situaci¨®n anterior.
Aplicaci¨®n ya en la ACB
Ahora, el baloncesto vuelve a reaccionar con rapidez a la sentencia europea. La Liga ACB ha anunciado que admitir¨¢ las fichas de los comunitarios B. Y varios clubes, como el Barcelona y el Tau, han asegurado que dar¨¢n ese paso. No obstante, pueden chocar con los criterios de la federaci¨®n, el organismo que expide las licencias y que se ha mostrado contrario a la apertura.
Hasta ahora, los clubes espa?oles han competido en inferioridad de condiciones con respecto a los de otros pa¨ªses donde existe libre circulaci¨®n de jugadores. El Bar?a, por ejemplo, puede alinear hoy en la Final a Cuatro al brasile?o Varejao como extranjero, mientras que no lo hace en la Liga porque Jasikevicius, lituano, ocupa su plaza. En la Euroliga, en cambio, se les permite jugar a ambos. Con la nueva sentencia, podr¨ªan unificarse los criterios. De hecho, al mismo tiempo que se hizo p¨²blica, los ministros de Deporte de la UE estaban reunidos en Atenas.
A pesar de las prisas de la ACB por aplicar la sentencia de inmediato, la l¨®gica indica que no se generalizar¨¢ hasta el inicio de la pr¨®xima temporada, como ocurri¨® con el caso Bosman. En aquel entonces, la sentencia se dict¨® en diciembre de 1995 y, aunque hubo alg¨²n club rebelde, las ligas europeas no abrieron sus puertas a los comunitarios hasta el verano de 1996. De hecho, las competiciones se han iniciado con una normativa que no se puede cambiar. Por eso, la mayor¨ªa de los clubes esperar¨¢ a que comience la pr¨®xima. En f¨²tbol el plazo para efectuar fichajes de cualquier nacionalidad termin¨® el pasado mes de enero.
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