El sue?o imposible de la fusi¨®n de cajas
Bancaixa y CAM apenas comparten ciertas inversiones
La posibilidad de constituir un gran grupo financiero netamente valenciano asentado sobre la fusi¨®n de las dos grandes cajas de ahorro de ¨¢mbito auton¨®mico es un sue?o que han acariciado los inquilinos del Palau de la Generalitat desde hace m¨¢s de una d¨¦cada, pero la distancia entre Bancaixa y la CAM ha desbordado la presi¨®n de los pol¨ªticos, de uno y otro signo.
El PP acometi¨® incluso una reforma legal de la Ley de Cajas durante la primera legislatura para garantizarse el control pol¨ªtico de los ¨®rganos de direcci¨®n de las dos grandes cajas. Representantes pol¨ªticos, designados por las Cortes y los ayuntamientos, coparon el 56% de las asambleas de ambas entidades financieras.
La presi¨®n pol¨ªtica forz¨® la entrada de las cajas en varias iniciativas empresariales impulsadas por la Generalitat de dudosa rentabilidad, pero siempre tropez¨® con la divergente idiosincrasia de Bancaixa y CAM. La primera es m¨¢s bancaria, la segunda m¨¢s corporativa. Sus plataformas inform¨¢ticas son distintas. Las redes de sus tarjetas de cr¨¦dito tambi¨¦n. La distribuci¨®n de sus sucursales era casi complementaria hace 12 a?os, pero una feroz competencia entre ambas ha provocado una clara duplicaci¨®n de oficinas.
Una fusi¨®n, adem¨¢s, no alterar¨ªa el tercer o cuarto lugar por volumen de recursos que ambas cajas ocupan en la actualidad por separado. Un 60% de los valencianos tiene cuenta en una, otra o las dos. La fusi¨®n podr¨ªa provocar una fuga de dep¨®sitos hacia otros bancos. Y forzar¨ªa una importante reducci¨®n de plantillas.
El empe?o pol¨ªtico deriv¨® en la constituci¨®n de una Cartera de Participaciones Empresariales, como embri¨®n de una colaboraci¨®n m¨¢s amplia. Pero la corporaci¨®n naci¨® sin un proyecto definido y s¨®lo ha generado interrogantes a lo largo de su primer a?o de vida.
La ley financiera aprobada por el Congreso, que autoriza las fusiones entre cajas de ahorro de distintos ¨¢mbitos territoriales, ha asestado el golpe definitivo al sue?o de la fusi¨®n.
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